Mostrando entradas con la etiqueta benalmadena. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta benalmadena. Mostrar todas las entradas

viernes, septiembre 14

La niña del pasillo

Nos habían advertido antes de ir: "la tercera planta de ese hotel está maldita, ocurren 'cosas' raras". Y en el comedor era tema habitual entre los huéspedes, durante las comidas. Al principio en tono de broma. Después, pasados unos días, los comentarios se volvían nerviosos y ya... ya no sonreían. La habían visto.

Yo también la vi. Una vez. Corría por el pasillo. Sus pequeños pies no hacían ruido alguno al moverse sobre la moqueta del suelo. Pero de su boca surgía un extraño sonido que mezclaba una extraña letanía con risas infantiles. La llamé...

La niña del pasillo

... se dio la vuelta, clavó sus ojos en los míos y desapareció.

lunes, mayo 21

La tiranía de la licra

Benalnatura


Aviso previo: antes de sacar alguna conclusión apresurada, o de llegar a sentirte molesto o insultado por lo que leas a continuación, sería recomendable llegar hasta el final de esta entrada. Si gustas... claro.

A vosotros, queridos lectores, queridas lectoras, os lo puedo decir con sinceridad: detesto profundamente bañarme vestido. Considero que un bañador es, por su propia naturaleza, un "invento" inútil, un insulto a la inteligencia. Y si no, pensadlo fríamente: nos cubrimos con unas ropas para introducirnos en el agua; unas ropas que, después del baño, permanecerán húmedas y pegadas a nuestro cuerpo durante bastante tiempo. Unas ropas que, además, dejarán sin broncear aquellas partes del cuerpo que cubren (como "daño colateral"). ¿Hay algún atisbo de sentido común al proceder así?.

Por eso considero que las personas que usan el bañador demuestran, al vestirlo, que son unos mojigatos acomplejados, llenos de un recato trasnochado que les viene impuesto por unas disposiciones religiosas y morales que son añejas e hipócritas. Pero es que, además, son víctimas de una sociedad de consumo que les obliga a renovar cada temporada sus prendas de baño si no quieren "estar pasados de moda" en la playita.

Pero... ¿y ellas?, ¿y las mujeres?. ¿Cómo es posible que unas mujeres "normales", que viven en el siglo XXI, cultas y con estudios (en muchos casos), ciudadanas de un país democrático, puedan someterse a una imposición de este tipo?. ¿Cómo son capaces de soportarlo sin rebelarse? ¿Dónde queda su libertad de elegir, de decidir por ellas mismas? ¿Dónde queda, con su sumisión, la lucha de generaciones por liberar a la mujer?

Pero yo lo tengo claro: si alguna vez tuviera capacidad de decidir, si "mandase", prohibiría de modo tajante el uso del bañador y del biquini (o de cualquier tipo de prenda análoga) en espacios públicos: tanto en playas, como en piscinas. Y sería una ley de obligado complimiento para hombres, mujeres, niños y niñas. Todos habrían de permanecer completamente desnudos en esos lugares.

¡¡Ya está bien!!! ¡Liberemos a nuestros conciudadanos de la tiranía de la licra húmeda!

Sólo así, ellos y ellas se verían desvinculados de una moral arcaica impuesta por una sociedad opresiva y carcunda, por unos maridos con una actitud paternalista, por unos padres que contaminan las mentes infantiles con absurdas leyes antinaturales, por una religión machista y opresora...

Y vosotros ¿verdad que si dependiera de vosotros...


حِجَاب


... haríais lo mismo?

Pues eso, queridos y queridas: seamos razonables, no es lógico que impongamos nuestra visión de lo que es púdico o impúdico a los demás. El sentido del recato y de la vergüenza es muy personal y enormemente variable  de unas personas a otras. Incluso entre aquellas que viven en una misma sociedad y en un mismo tiempo.

Y todos ellos merecen ser respetados, sin imposiciones.


Fotografía -1-: Benalnatura
Fotografía -2-: حِجَاب 
Autor: Landahlauts

domingo, julio 13

Hasta la vuelta

Durante las próximas semanas, Landahlauts se marcha. Vuelve a este mirador, junto al Mediterráneo...

海



Pero La Arbonaida continúa abierta de par en par para todos vosotros. Aquí sigue esta pequeña casa de pueblo andaluz, de fachada encalada y engalanada de geranios. Con sus anchos muros y sus pequeñas ventanas... fresca y acogedora en verano. Con su patio recién regado, cubierto por la vieja parra; donde se respira olor a jazmín y a galán de noche. Aquí podréis tomar el fresco de las noches andaluzas arrullados por los grillos.

Casa en Fuente Grande


Poneos cómodos y disfrutad de esta, vuestra casa en Andalucía.

Hasta la vuelta.

Fotografía:
Autor: LaPequeñaE

Fotografía: Casa en Fuente Grande
Autor: Landahlauts

miércoles, septiembre 12

El odio

Estupa de Benalmádena II

"El odio se come nuestro sistema inmunológico: si estamos llenos de enfado, no dormimos, mientras que las emociones positivas, como el amor o la compasión, no sólo nos traen paz sino que es bueno para nuestra salud".
Tenzin Gyatso XIV Dalái Lama del Tíbet
Fuente: LAVANGUARDIA.es





Hace algún tiempo escuché, en el autobús, hablar a dos mujeres entre si. Hablaban de una tercera, ausente, que tenía una enfermedad muy grave. Una de ellas apuntó cual era, en su opinión, el origen de la enfermedad: "Está enferma de mala que es, no quiere a nadie y siempre está de mal humor con todo el mundo". Cuando la oí, me sonreí incrédulo. Con el paso de los años, cada vez estoy más convencido de que aquella señora estaba en lo cierto. Y, ayer, cuando leí lo que había dicho este hombre en su reciente visita a Catalunya, no pude evitar recordar aquella conversación en un autobús.

Temas relacionados en La Arbonaida: La mala hostia


Fotografía: Estupa de Benalmádena II (Andalucía)
Autor: Landahlauts

lunes, agosto 20

Alle porte del sole

Dawn over Benalmádena III Título: Dawn over Benalmádena III Autor: Landahlauts
Hoy suena en La Arbonaida Alle porte del sole en la voz de la bellísima Gigliola Cinquetti. Para saludar a todos en este reencuentro y animar el lunes.
Alle porte del sole ai confini del mare quante volte col pensiero ti ho portato insieme a me e nel buio sognavo la tua mano leggera.
La podéis ver y oír en el siguiente enlace: Tags Blogalaxia: Tags Technorati:

viernes, diciembre 1

Temporada baja.

En un hotel de Benalmádena, en la Costa del Sol de Andalucía, se ha encontrado un panal de miel en un hueco de ventilación. Durante varios días, Policía Local, Bomberos y un apicultor han estado retirando un panal con cerca de 110 kilos de miel. Para poder retirarlo ha sido necesario romper la fachada del hotel Velázquez hasta encontrar las 3 abejas reinas, así se ha podido trasladar el panal completo. Los vecinos han tenido, como precaución, que mantener cerradas las ventanas ante la posibilidad de que entrasen abejas "mosqueadas" por el desahucio. Aprovechando los precios de temporada baja y disfrutando de Benalmádena. Eso tendría que estar haciendo yo. Puñeteras abejas.

viernes, septiembre 1

Riu Puerto Marina

Este verano nos hospedamos durante algunos días en un hotel de la cadena catalana RIU Hotels & Resorts, concretamente el Riu Puerto Marina de Benalmádena. No había estado nunca en un hotel de esta cadena y la verdad es que me gustó.
El hotel cuenta con unas buenas instalaciones, aunque quizás se eche de menos equipamientos necesarios en un hotel de 4 estrellas como puede ser un gimnasio. Más que nada para descargar tu conciencia de de culpas por excesos gastronómicos. Su personal es de una gran profesionalidad y muy amables; todo funcionaba espléndidamente. No os creáis que ahora me dedico, a las dos y media de la mañana, a hacerle la competencia a la Guía Michelín; ni que tengo, en mi habitual inmodestia, un ansia irrefrenable de contar donde voy o dejo de ir. No. Lo que quiero hacer es una crítica al Hotel Riu Puerto Marina, un hotel que, como dije, está situado en Benalmádena, en nuestra Costa del Sol, en Andalucía.
Me parece mal, muy mal, fatal, que en este hotel se use un aceite de oliva de origen extra no andaluz, concretamente catalán. Me explico: mi crítica no va por el hecho de que sea catalán su aceite, me parece lógico que una cadena catalana use productos del país. Pero si tu hotel está en Andalucía, el aceite ha de ser andaluz.
Considero una falta de sensibilidad y de respeto hacia la tierra que, en cierta manera, te está acogiendo. Y más aún si tenemos en cuenta que en Andalucía somos lo mayores productores del mundo de aceite de oliva virgen extra de la mejor calidad. Mejor que el griego o el italiano, que son los más conocidos.
Sería algo así como si yo fuera propietario de una cadena internacional de hoteles y, en mis hoteles de Suiza sirviera un queso Emmentaler de procedencia francesa, pongamos por caso. Tendría, además de un gusto pésimo, una notoria falta de sensibilidad.
Este asunto se lo comenté al Maître, un malagueño agradabilísimo y con muchos años de profesión, quien a su vez lo dijo al Jefe de Cocina. Este hombre quiso arreglar diplomáticamente la situación. Me dijo que, efectivamente, eran embotellados en Catalunya, pero que el origen de muchísimos de los aceites envasados en Catalunya (como pasa con algunos envasados en Italia) es Andalucía.
Cualquier andaluz sabe que esto es así, es una práctica habitual, conocida y completamente legal: no es la primera ni la última vez que yo mismo he visto camiones-cuba de Borges salir de almazaras granadinas o que conocidos que trabajan en el sector me han comentado eso.
Pero… no, no me vale. Y más teniendo en cuenta que muy cerca de allí, en Antequera, está la sede del Grupo Hojiblanca que es la mayor empresa productora de aceite del mundo.
La Arbonaida muestra su desagrado ante un hecho tan poco afortunado y lamentable.

martes, agosto 22

Alfa y Omega.

La Arbonaida quita el cartel de "CERRADO" y abre de nuevo sus puertas. Lo hace después del paréntesis de las vacaciones estivales. Continuará, no obstante, algún tiempo "a medio gas" hasta que coja su ritmo habitual. El mes de agosto es poco apropiado para pasar más tiempo del imprescindible delante del ordenador.
A modo de resumen de las vacaciones de verano, de mis vacaciones de verano, os traigo dos fotografías. No podían ser sino del mar, de nuestro mar Mediterráneo en este caso.
La primera representa el principio de las vacaciones: es el amanecer en Benalmádena, en la Costa del Sol (Málaga). La segunda representa el fin de las vacaciones: es el atardecer en Cabo de Gata (Almería).

Amanecer en Benalmádena. Foto: Landahlauts.
Benalmádena, cuenta con una infraestructura inigualable: sus playas tienen todos los servicios exigibles, la oferta cultural y de ocio es muy buena. Allí está, por ejemplo, una de las zonas con más marcha nocturna en el verano andaluz: Puerto Marina.

Atardecer en Cabo de Gata. Foto: Landahlauts.
Cabo de Gata, es una zona protegida (Parque Natural). Cuenta con las últimas playas vírgenes, prácticamente, de Europa. El paisaje único y, a pesar de lo agrestre del entorno, la vida está por cualquier lugar. Así es Andalucía de rica en cuanto a su diversidad: entre ambas fotografías hay una distancia de unos escasos 200 kilómetros. Playas concurridas y playas solitarias. En cualquier caso, la estancia en ellas será siempre inolvidable.
Saludos a todos y a todas y bienvenidos a La Arbonaida, vuestra casa.

viernes, junio 30

Amanece, que no es poco

Sol entre nubes
Le gustaba levantarse antes de que saliera el sol. Podía parecer extraño hacer algo así estando de vacaciones en la playa y más, después de un largo año de madrugones monótonos para ir a trabajar. Pero disfrutaba haciéndolo. Conseguía así unos instantes de plena soledad en los que disfrutar de un par de horas sin hablar con nadie. No tenía que mostrarse cortés, ni educado, ni tenía estar pendiente de nadie. Eso le relajaba.

Había, además, otra motivación, la más importante: el mar.

El mar, la mar, ejercía sobre él una fascinación infinita, un sentimiento que podía parecer impropio de una persona nacida tierra adentro. Siempre que podía acudía a visitarlo, como el amante que roba instantes para dedicárselos a la amada.

Así, siempre que estaban cerca de la playa, se despertaba con los primeros resplandores del día. Al hacerlo sentía ese nervioso que tenía de niño cuando iba a hacer algún viaje o excursión. Se levantaba, se vestía y salía furtivamente hacia la calle. Allí, aspiraba profundamente la primera bocanada del aire fresco de la mañana.

Comenzaba de este modo un protocolo que, como si fuera una oración, repetía todas las mañanas. Era su particular manera de agradecer que estaba vivo.

Y comenzaba a correr. Y corría por la playa, avanzando con paso firme y decidido. Mientras, las olas suaves del amanecer rompían entre sus pies. Corría hasta que sentía bullir la sangre en su cuello, en sus sienes... mientras su corazón y sus pies marcaban el ritmo incensante.

A su alrededor, la vida en torno a la playa se despertababa. Los operarios del servicio de limpieza se afanaban en limpiar la playa: reponían las bolsas en los contenedores y recogían alguna que otra sombrilla rota o lata de refresco vacía que había quedado semi enterrada en la arena. Podías encontrar a alguna que otra pareja que, escondidas entre las hamacas de alquiler, desahogaban frenéticamente el deseo acumulado durante toda la noche. Estaban también los jóvenes solitarios, aquellos que habían tenido menos suerte, como aquel que, adormilado por los efectos del alcohol, yacía inmóvil sobre la arena, mientras la humedad se apoderaba de sus huesos. O aquel otro que, unos metros más allá, desahogaba su frustración pateando una papelera mientras gritaba palabras incoherentes.

Y había viejos. Muchos viejos. Alguna vez se había preguntado qué llevaba a los viejos a madrugar tanto. Aparte, claro, de su particular idea de vida sana, esa que les obligaba a caminar con cierto aire marcial por la playa y el paseo de un lado a otro. Pero, por lo demás, ¿por qué esa prisa por levantarse?. ¿Quizás pensaran que aquel podía ser el último de los días de su vida?, ¿sería ese el motivo de su interés en vivir las veinticuatro horas de aquel día de un modo intenso?

Siempre que veía a aquellos ancianos hacer deporte junto al mar, recordaba esos partidos de fútbol en que, ya en los últimos minutos, los jugadores del equipo perdedor tratan de conseguir una victoria inaccesible. Y lo hace de modo ridículo, apurando sus últimas fuerzas y corriendo detrás de un balón que ya... no alcanzarán.

Pero toda aquella gente no existía para él. Él, corría.

Correr por la playa le relajaba mucho, a pesar de que su ritmo no era para nada relajado. Y a pesar de aquella humedad que le hacía sudar de un modo muy intenso y de la arena, aquella pegajosa arena húmeda que entraba en sus zapatillas. Pero disfrutaba corriendo intensamente. Entonces, cuando ya no podía más, bajaba el ritmo hasta detenerse. Y allí mismo, se desprendía de su ropa y de sus zapatillas y se sumergía en el mar. Era una especie de rito iniciático, un rito para comenzar el día. El agua, fría casi siempre, contraía sus músculos fatigados y le daba una inequivoca sensación de estar vivo. Intensamente vivo.

Luego, al poco rato, salía del mar y se dejaba caer en la arena. Extenuado, pero feliz, resopabla con su cara pegada a la arena. Mientras tanto, los primeros rayos de sol caían sobre su cuerpo. Los primeros bañistas bajaban con sus periódicos a coger una buena ubicación en la playa. Para todos ellos comenzaba un día que él, podía decir que ya había disfrutado. Sonreía, mientras se vestía y se calzaba sus zapatillas.

Y se marchaba.

Fotografía: Sol entre nubes

jueves, junio 15

Ferrari en Benalmádena.

Sus caras de concentración denotan su intención de superar el tiempo mínimo empleado en cambiar el neumático del Ferrari del piloto alemán Michael Schumacher. Juan, Antonio y Miguel se colocan los guantes y atentos al pitido que indica el comienzo del concurso. Su tiempo final 2,78 segundos, les convierte en los ganadores del día. Esta iniciativa forma parte de la campaña Pit Stop Challenge Vodafone Ferrari que se llevará a cabo hasta el próximo viernes en el Parque de Atracciones Tivoli de Benalmádena y que se está realizando a nivel europeo. La atracción recrea un boxes de la marca italiana de vehículos con la replica exacta de uno de sus coches de Fórmula 1. Los equipos participantes están compuestos por tres personas que tienen que efectuar el cambio de neumáticos del Fórmula 1 en el menor tiempo posible y con los mismos medios técnicos que los mecánicos de la escudería de Ferrari emplean en los grandes premios. Juan, uno de los participantes ayer en esta atracción, explica que lo importante para lograr un buen tiempo en este cambio es la compenetración en el equipo de mecánicos y la maña a la hora de retirar el neumático. Entre los participantes más avezados, un matrimonio sueco con su hijo adolescente, que cambiaron la goma en apenas tres segundos. De momento, el récord en lo tienen un grupo de Bilbao que realizó la operación en 2,75 segundos.
Leído en Málaga Hoy.