La salud de las poblaciones indígenas es mucho peor que la de otras comunidades, incluso las más pobres, de los países donde viven.
Esta es una de las principales conclusiones de una investigación efectuada por la publicación médica The Lancet en comunidades aborígenes.
El estudio documenta las pobres condiciones de salud de las poblaciones indígenas en Estados Unidos, Canadá, Australia y Nueva Zelanda. Pero también revela que en Asia, África y América Latina estas comunidades se encuentran en peores condiciones que los estratos más desprotegidos de la sociedad.
La brecha entre los sectores aborígenes y el resto de la sociedad eran mucho mayor en estos últimos países que en Estados Unidos y Australia.
En India, por ejemplo, 25% de la población vive bajo la línea de pobreza. Pero entre las llamadas "tribus" la cifra sube a 45%.
Fue con las colonizaciones que comenzó el declive del estado de salud de los sectores indígenas, al introducirse extrañas enfermedades en sus ecosistemas y ser desplazados de sus tierras ancestrales.
El colonialismo tuvo un impacto profundo en el sentido conceptual, al crear una imagen de los indígenas de seres primitivos, retrógrados y obstruccionistas de la modernidad Estudio de The Lancet.
Muchos de los aborígenes entrevistados para el estudio indicaron que tenían una sensación de pérdida o contaminación de sus tierras, a medida que llegaron empresas mineras u otras industrias.
El desempleo, alcoholismo y la drogadicción les llegó con el acercamiento a la "civilización". El homicidio además es la principal causa de muerte entre mujeres indígenas australianas, con promedios más elevados que en el resto de la población.
Las tradiciones culturales y el conocimiento de medicina herbal de los indígenas existen desde mucho antes del conocimiento globalizado, por lo que los investigadores consideran que mucho se podría perder si se permite la muerte de estas poblaciones.