Ayer, en Francia, se envió el último telegrama, después de 139 años de servicio de telegrafía. Para mi ha sido una noticia sorprendente. En realidad lo que me sorprendió, tengo que decirlo, es que existiera aún. Y es que, siendo como fue la telegrafía un sistema rápido y eficaz para la transmisión de mensajes escritos a larga distancia, a día de hoy estaba ampliamente superado por otros sistemas de transmisión de datos.
Algunos de los que lean esto puede que ni siquiera sepan qué es un telegrama, otros quizás no hayan recibido uno jamás (es mi caso), y otros quizás sientan esa añoranza de algo que conocieron y se fue. Dirigida a todos ellos va esta entrada en la que os quiero enseñar un telegrama de 17 de Abril de 1917. El destinatario era el Gobernador Civil de Granada, Pedro Vitoria Jiménez, y le fue enviado por el Ministro de Fomento, Rafael Gasset Chinchilla. Lo más curioso del telegrama es que está escrito en clave (desconozco el motivo que llevaba a cifrar un telegrama entre un ministro y un gobernador civil en 1917). En el telegrama el ministro requiere al gobernador, para ser informado de primera mano sobre la necesidad de vagones para transporte de mercancías que hubiera en la provincia de Granada.
AHPG 5484-07
«Del Ministro de Fomento 17-4-1917
Llegan a mí innumerables peticiones de vagones para transportes de diversas mercancías y estando generalmente lejos de los centros productores y consumidores no reuno los suficientes datos para juzgar mas que de la justicia de las solicitudes.
Todas lo son de urgente necesidad y de más condiciones en cada caso, siendo preciso dadas las dificultdes supimos establecer una prelacía por razones de urgencia y de necesidad en el transporte de cada ¿? en lo sucesivo me dirigiré a V.S. para que me informe de aquellas razones. Como esto demoraría quizás algunos días la solución de ciertos casos que pudieran suscitar la rápida ruego a V.S. procure estar en todo momento enterado de las necesidades de cada provincia y de cuantos antecedentes considere V.S. oportunos sabiendo el objeto que me propongo conseguir. Recabe en sus investigaciones la mayor exactitud posible para evitar que al resolver las peticiones no se las atienda en el orden de prelación debido.
Salúdole.»
De poco podría informar este gobernador (o cualquiera de los otros) al ministro Gasset: dejó de serlo un par de días después...