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miércoles, septiembre 16

El tinto de la Meretérica

El preferido por la Meretérica...

El tinto de Rioja preferido por la Guardia Civil de Tráfico. ¿Dará positivo en los controles de alcoholemia?

La imagen de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, en la etiqueta de una botella de vino tinto de la Rioja es algo tan absurdo como una baraja de cartas patrocinada por la Federación Andaluza de Jugadores de Azar Rehabilitados (pongamos por caso).

viernes, octubre 14

Conducir de oído

Hace ya algún tiempo que reconocí públicamente que, en más veces de las deseables, aparco el coche de oído. No es algo de lo que me sienta particularmente orgulloso... reconozco que no tiene mérito, más bien al contrario. Y menos aún si lo comparas con una verdadera proeza del estilo de.... 

Conducir de oído 

... conducir un Vespino de oído. Eso sí que tiene mérito, y no lo mío. 

Fotografía: Conducir de oído 
Autor: Landahlauts

viernes, septiembre 16

El Corsa, un colchón y la suegra....

Se acabaron las vacaciones en la playa. Hora de limpiar, hacer las maletas y cerrar el apartamento de Torrenueva hasta la Semana Santa. Son tantos bultos para cargar en el coche que no hay manera de encajarlos. El colchón de la suegra, por ejemplo, ¿dónde meter en un Corsa el colchón de la suegra?. ¡Pues, claro! ¡en la baca!. Lo malo es que con la velocidad... y por la autovía... 

Volviendo del apartamento 

.... pensó en sentarla encima, para evitar que se volviera el colchón con el viento. Bien atada y, como no hace frio, iría cómoda... Pero a la Parienta no le pareció muy bien. Así que al final el colchón de Blancaflor (que no se entere la Parienta del alias que tiene su Santa Madre) fue atado en la baca. Lo malo es que con las ventanillas bajadas, no se escuchaba bien el fútbol en la radio.

Ya se sabe: a grandes males... grandes remedios. 

Nota: el texto es pura invención, pero la fotografía es completamente real. Fue tomada ayer, 15 de Septiembre, en la Autovía A-44 Circunvalación de Granada. 

Fotografía: Volviendo del apartamento 
Autor: Landahaluts

lunes, enero 17

Comentarios Extemporáneos

Truck

Soy un experto. Sí, sé que no es algo como para sentirme orgulloso... pero reconoced conmigo que en un problema, el primer paso es admitirlo. Y yo lo admito: soy un experto en hacer comentarios fuera de momento y de lugar. Cualquiera que me haya tratado un poco sabe que es así. Y si alguno/a de vosotros/as no me cree, os voy a poner un ejemplo. Es muy reciente, del pasado sábado mientras circulábamos en coche por la carretera N-340 (E-15) a la altura de Almuñécar:

«¿Sabéis que esta es una de las carreteras con la siniestrabilidad más alta de todo el Estado Español, en particular este tramo?»

Y mi comentario, aunque extemporáneo, era totalmente documentado: que uno es bocazas, pero leído... las cosas como son. A pesar de ello, "mi valiosa información" no causó demasiado interés entre gran parte de mi distinguida audiencia (una niña de 10 años y un niño de 5), que permanecieron totalmente indiferentes y ajenos a lo que dije.

¿Creéis que la cosa quedó ahí? ¡¡¡¡NO!!! Mientras decía eso, la música sonaba en el Radio-CD del coche. ¿Qué se escuchaba? Una bonita canción de un grupo australiano:  Highway to Hell, de AC/DC. Muy apropiado, como véis.

A ver quién de ustedes lo puede mejorar. Cuenten, cuenten sus experiencias en este sentido a ver si así me consuelan con el consabido "Mal de muchos..."

Fotografía: Truck

miércoles, diciembre 15

La Camiseta

Fijad vuestra atención esta imagen y asombraos ante esta temeridad:

El tipo del andamio

Diecinueve de agosto, pasadas las seis de la tarde, bajo el sol de Andalucía (mínimo 36º C) y ahí está el buen señor... trabajando una tarde entera sin una camiseta que le proteja de los riesgos de las quemaduras solares.

¿Cómo se puede llegar a ser tan inconsciente?

La foto está tomada en el año 2009, en Maracena (un pueblo de la Comarca de la Vega de Granada). Aquel mismo año, sólo en el Sector de la Construcción, murieron en Andalucía 18 trabajadores víctimas de accidente de trabajo. En la totalidad del Estado y ese mismo año, murieron en la Construcción 177 personas.

Algo más que una camiseta faltaba aquí...

Música Relacionada: Trabajador Suicida - Macarrada

Fotografía: El tipo del andamio

jueves, enero 29

Echar un pitillo

Dicen por ahí que "en todos los trabajos se fuma". Y a mi, me parece bien. Allá cada cual.
Echar un pitillo
Pero, fumar subido a un andamio, sentado en el alféizar de una ventana, a la altura de un tercer piso y sin arnés de seguridad... ustedes dirán. No parece muy sensato, ¿no? (no he podido evitarlo, hace pocas semanas que acabé un Curso de Prevención de Riegos Laborales y estoy muy sensibilizado con el tema...)
Fotografía: Echando un pitillo Autor: Landahlauts

viernes, agosto 22

Orgía de dolor

Dolor
Náusea. Una gigantesca náusea me sacude estos días, a raíz del accidente del avión de Spanair en Barajas, cuando contemplo el tratamiento que los medios de comunicación, que se dicen "serios", vienen dando a este suceso. Náusea. De verlos violar la intimidad de los muertos, de los heridos y de sus familiares. De oírlos quejarse porque un juez no les permite emitir las imágenes más crueles del suceso. De oír invocar la sacrosanta libertad de expresión y el derecho a la información para emitir cualquier imagen. Náusea. De escuchar preguntar a una periodista "¿qué siente de estar aquí? ¿tiene miedo?" a usuarios de Barajas que hacían cola, veinticuatro horas después, con el mismo destino y en el mismo mostrador del Aeropuerto de Barajas. Y he recordado el 11 de Marzo de 2004 en el que la mayoría de los medios se revolcaron en la sangre y en el dolor, sin respetar la intimidad de familiares, heridos, moribundos o fallecidos. Y he recordado como repetían, sin piedad, una y otra vez aquellas duras imágenes de un modo inmisericorde, por vender unos periódicos más, por tener unos cientos de espectadores más... Y me vino a la cabeza como en el atentado de Londres de 7 de Julio de 2005, reinó la cordura y no necesitamos ver muertos, ni sangre, ni vísceras para sentirnos solidarios con su pena. No necesitamos ese "periodismo gore", ni esas orgías de dolor. Y no sólo por los afectados o por su familiares: también por nosotros. No queremos acostumbrarnos al dolor y a la muerte en directo, en "prime time". No queremos que se encallezcan nuestros corazones y se vuelvan insensibles. Comprendemos la necesidad de llenar páginas y minutos de contenidos en medio de la sequía informativa de un mes de agosto pero... ¿por qué no recurren a las Caras de Bélmez, a Nessie (el monstruo del lago Ness) o al socorrido y veraniego "fenómeno ovni"? Al menos no harán daño a nadie ni causaran repugnancia.
Fotografía: Dolor Autor: Landahlauts

lunes, enero 14

Las Jaggets y la Educación Vial

«...No hace falta que te den permiso, no hace falta casco, ni carné. Solo tienes que soltarte el pelo, levantar el freno, tu mejor amiga y a correr. A correr. Aah en mi motochula nadie me puede alcanzar con una mano en la cintura adelanto a los demás. Aah en mi motochula, si me has visto no me ves. No llores para que te suba, porque aquí no caben tres...»
El texto que podéis leer arriba forma parte de la letra una canción que cantan las Jaddgets en su disco "Somos las Jaggets". Las Jadggets son una colección de muñecas que, en el Estado español, fabrica y distribuye la empresa juguetera FAMOSA. Son muy populares, debido a sus campañas de publicidad y a su estética un tanto gamberra y desenfadada. Esto las hace muy atractivas para niñas de 4 años en adelante. Son tan populares que, incluso, las Jaggets tienen su disco (claro que aquí graba un disco cualquiera). Se puede encontrar en tiendas de música e, incluso, esta temporada se distribuía gratuitamente con las muñecas.
Jagget en Arco de Elvira
Soy consciente de que no es una empresa juguetera la que debe educar a nuestros hijos, pero también creo que, como cualquier estamento de nuestra sociedad, una empresa de juguetes debe de ser responsable y muy cuidadosa del producto que fabrica y de sus posibles repercusiones y secuelas en sus consumidores (y más, teniendo en cuenta a quién se dirige). En Andalucía, en 2006, los accidentes de tráfico dejaron casi 500 muertos, y casi 2.800 si hablamos del Estado español. Hablamos de un montón de secuelas entre los heridos, hablamos de miles de familias rotas. Por no hablar del costo económico para la sociedad. Por ello, personalmente, me parece de una irresponsabilidad tremenda la letra de esta canción. Una letra en la que se trivializa el problema del tráfico, en la que se menciona como una proeza la conducción temeraria y el exceso de velocidad. Y todo ello dirigido a un público de 4 a 8 años. ¿Es eso lo que queremos que aprendan nuestros hijos? Yo, al menos no. Por ello, en la medida de mis posibilidades, pretendo dar a conocer este asunto, trasladándolo a alguna Asociación de Afectados por Accidentes de Tráfico y a FACUA, una Asociación de Consumidores. Estoy abierto a sugerencias ...
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viernes, marzo 10

Un día normal


Le gustaba, cuando estaba recién acostado, recapitular sobre todo lo que le había deparado el día. Pensaba que así recordaría mejor lo vivido. Era como visionar la cinta de video del día, descartando lo intrascendental y fijando lo relevante. Además, así el sueño venía pronto. Hoy estaba tardando en entrar en calor, la cama estaba más fría que otros días. El invierno estaba siendo largo, gris y tedioso. Pronto llegaría la primavera y, tras ella, el verano, el sol, las vacaciones junto al mar...

Había sido un día normal. Se había levantado al amanecer, como siempre, para preparar los desayunos. Mientras Elena luchaba con los niños, él acababa de vestirse a toda prisa. Haberse mudado a esta casa tenía alguna molesta servidumbre: había que madrugar un poco más para bajar a los niños al cole e ir al trabajo. Alfacar no quedaba muy lejos de Granada, pero la carretera era una pequeña comarcal empinada y con muchas curvas. Elena siempre decía que eran demasiadas curvas. ¡Qué sabría ella..., ni siquiera tenía permiso de conducir¡. Llevaba años pensando en sacarselo, pero el miedo y la falta de tiempo se lo impedían. Sin embargo, Luis sabía que al final lo tendría, Elena era una persona muy constante y tenaz, era otra de las cosas que admiraba de ella.

No entraba en calor. Pensó que mañana por la mañana, lo primero que haría sería subir el termostato de la calefacción. "Ahora no. Por no levantarme y bajar al sótano... prefiero aguantar", murmuró.

Se escuchaba un ruido. Era un zumbido monótono y casi imperceptible, de esos que produce un aparato eléctrico. "Alguno de las panificadoras del pueblo", pensó. Los ruidos de pueblo llegaban algunas veces aquí arriba, dependiendo de como soplara el viento. Por lo demás, raramente se escuchaba algo. Vivían, prácticamente, en la Sierra de Huétor. Era difícil oir ruidos y menos aún de madrugada. De día, esporádicamente, la chiquillería de la urbanización aturdía con sus voces y sus carreras.
Frío, decididamente tenía frío. Notó una humedad fría resbalando por el lóbulo de su oreja.
La mañana había sido como todas: esa bendita monotonía, que odias cuando tienes y añoras cuando pierdes. Así debía de ser.

Él era feliz, veía pasar el tiempo, pero sus sueños se iban cumpliendo: Elena, los niños, un trabajo que no era ni bueno ni bien pagado, pero le permitía tener tiempo para disfrutar de su escaso sueldo en compañía de los suyos.

La juventud se había marchado. Lo confirmó el día que la chica del supermercado le hablo de usted. La añoraba, pero todo no se podía tener. Le animaba el que se sentía aún muy joven y muy vivo. Quizás por eso compró aquel coche, con muchos caballos y muchas siglas que ni él mismo sabía qué significaban, pero que tenía el nervio de un potrillo salvaje. Elena siempre decía que no era coche adecuado para una familia, que deberían de haber comprado un monovolumen. Que era un coche demasiado potente. Que siempre iba a demasiada velocidad, en especial por la carretera de Alfacar. ¡Qué sabría ella¡. Conocía esa carretera como la palma de su mano, cada curva, cada bache... podría haber subido con los ojos cerrados. Luis no era como esos domingueros estúpidos que iban los domingos a los merenderos: siempre suben con exasperante prudencia y luego, a media tarde, se dejan caer de modo temerario, animados por los efectos del mosto de Huétor. Luis controlaba. Sí, la verdad es que siempre bajaba y subía muy rápido, pero conocía esa carretera y un poco de riesgo nunca viene mal, le hacía sentir vivo y le descargaba de adrenalina.

"Continúo con frío, y ese zumbido no cesa. Debería de levantarme y echar otra manta".

De pronto, pensó en algo. Recordaba lo transcurrido durante el día perfectamente. Sin embargo, no recordaba la llegada a casa, a media tarde. A decir verdad... sus recuerdos se difuminaban en el camino de vuelta a casa. Quizás fuera por el sueño, que comenzaba a aparecer, como siempre. Se preguntó si no amanecería resfriado. El día había sido frío, pero la casa era cómoda y confortable. “Mañana amanecerá todo escarchado. Ahí fuera, en la Sierra, sí que hace frío”. El sueño lo vencía lentamente.

Luis ignoraba algo. Fuera no estaba la Sierra y él no estaba en su dormitorio, ni reposaba en su confortable cama cubierto por el mullido edredón de plumas de oca. Se encontraba en un estrecho cubil de brillante acero inoxidable, cubierto por una gastada sábana, un pequeño ventilador introducía aire a una temperatura constante de 4 º C. Fuera de allí, una veintena de habitáculos como el suyo eran la decoración de toda una pared de aquel sótano. Un zumbido contínuo, más intenso que el que llegaba hasta Luis, lo invadía todo. En la pequeña puerta de cada habitáculo, una etiqueta identificativa del contenido. La etiqueta de Luis rezaba así:

INSTITUTO ANATÓMICO-FORENSE
NOMBRE: LUIS ALISEDA DE SOTO
Atestado de Tráfico 2326-19/2006
Hora Programada de Autopsia: 10:30 hrs. A.M.