Ahí lo tenéis: es el balcón de un piso en el granadino Barrio de la Plaza de Toros. Claro que, en lugar de lucir la tradicional y hermosa
decoración andaluza con macetas de claveles y geranios, este vecino lo ha decorado botellas vacías de cerveza. Concretamente con el práctico y económico envase familiar de 1 litro de cerveza Alhambra Premium Large (vacío, claro). Entre 140 y 160 botellas, aproximadamente, dispuesta en una fila doble y, en algunos casos, triple.
Está bien que el hombre (hablo aquí en sentido de "ser animado racional, hombre y mujer" y no en el sentido de "varón adulto") sea curioso. Esa curiosidad es la que nos ha permitido, en muchos casos, progresar y enriquecernos como individuos y como especie.
Y yo, que soy de naturaleza curiosa, nada más ver este balcón, empecé a darle vueltas a la cabeza (en sentido figurado, claro) tratando de averiguar qué extraña motivación había llevado a este vecino/a a exhibir tan original decoración en su balcón. Se me ocurrieron algunas posibilidades:
- Que sufra una variante del Síndrome de Diógenes. Una variante original y especial que le ha llevado a tener este desorden del comportamiento pero de un modo selectivo y especializado: sólo con botellas vacías de cerveza.
- Que sea una campaña de publicidad de
Cervezas Alhambra para promocionar la venta de este envase. Algo parecido a lo que hace
Cruzcampo pero a un nivel más bajo en cuanto a espectacularidad y presupuesto.
- Que sea un intento de batir algún estúpido récord...
- Que el contenedor de vidrios esté demasiado lejos de su casa y esté acumulando una cantidad suficiente como para poder avisar a un camión del servicio de recogida de vidrios y se los lleve todos, del tirón.
- Que sea un piso alquilado: el inquilino está descontento con su casero y, antes de dejar el piso, le está dejando este "regalito" por toda la casa.
- Que el vecino que habita en ese piso sea alcohólico y esté orgulloso de serlo. De ahí su interés en mostrarse al mundo... En lugar de alcohólico anónimo... alcohólico orgulloso.
Yo... subiría a preguntar. Pero, no me atrevo, vayamos a que cuando abra la puerta... se venga sobre mi una avalancha de botellas vacías...