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viernes, marzo 29

Entrometidos

Vivir en un pueblo tiene su encanto, no digo que no. Pero también tiene su inconvenientes: hay quien, de puro aburrimiento, está pendiente de qué haces, a dónde vas, de dónde vienes...

Gorafe

... y eso, cansa. ¿No creéis?

lunes, septiembre 6

La médica, mi primo y las almóndigas

Vendo perros


Cuando eramos niños, mi hermano y yo sonreíamos con cierto aire de repelente suficiencia cuando el primo del pueblo explicaba que había venido a Granada para que lo viera la médica.

Y es que, hasta no hace mucho, médica era una palabra inexistente: a las mujeres que ejercían la medicina se las llamaban "médicos" porque se usaba el llamado género neutro (que coincidía en grafía con el masculino "médico"). A pesar de todo, tenían suerte las médicos de cuando yo era niño, unos siglos antes a las médicos las llamaba simplemente brujas y eran quemaban en la hoguera sin contemplaciones.

Quiso el paso del tiempo, y el Ministerio de Igualdad, que la palabra "médica" fuera admitida por el Diccionario de la RAE y usada de modo  habitual. Todo ello para vergüenza mía y, supongo, que de mi hermano.

Con el tiempo tuve que admitir que había más riqueza de vocabulario en el castellano de mi primo el del pueblo que en el mío. Por eso, cuando el otro día vino a casa y lo escuché  decir que había comido "almóndigas con tomate"... un escalofrío recorrió mi cuerpo, recordé a la médica de mi niñez y no dije nada. En cuanto pude fui  al Diccionario de la RAE y busqué. Allí estaba:

Almóndiga.
1. f. desus. albóndiga. U. c. vulg.
Fuente: DRAE
En desuso, sí. Pero... repetid conmigo "mi primo comió almóndigas con tomate". ¿O no?

Fotografía: Vendo Perros
Autor: Landahlauts

miércoles, febrero 25

La casa de mi padre

La Casa del Pueblo

Defenderé
la casa de mi padre.
Contra los lobos,
contra la sequía,
contra la usura,
contra la justicia,
defenderé
la casa
de mi padre.
Perderé
los ganados,
los huertos,
los pinares;
perderé
los intereses,
las rentas,
los dividendos,
pero defenderé la casa de mi padre.
Me quitarán las armas
y con las manos defenderé
la casa de mi padre;
me cortarán las manos
y con los brazos defenderé
la casa de mi padre;
me dejarán
sin brazos,
sin hombros
y sin pechos,
y con el alma defenderé
la casa de mi padre.
Me moriré,
se perderá mi alma,
se perderá mi prole,
pero la casa de mi padre
seguirá
en pie.
"Nire Aitaren Etxea" (La Casa de mi Padre)
Gabriel Aresti (1933-1975)
Escritor y poeta Euskal herritar


Nire aitaren etxea
defendituko dut.
Otsoen kontra,
sikatearen kontra,
lukurreriaren kontra,
justiziaren kontra,
defenditu
eginen dut
nire aitaren etxea.
Galduko ditut
aziendak,
soloak,
pinudiak;
galduko ditut
korrituak,
errentak,
interesak,
baina nire aitaren etxea defendituko dut.
Harmak kenduko dizkidate,
eta eskuarekin defendituko dut
nire aitaren etxea;
eskuak ebakiko dizkidate,
eta besoarekin defendituko dut
nire aitaren etxea;
besorik gabe,
sorbaldik gabe,
bularrik gabe
utziko naute,
eta arimarekin defendituko dut
nire aitaren etxea.
Ni hilen naiz,
nire arima galduko da,
nire askazia galduko da,
baina nire aitaren etxeak
iraunen du
zutik.

"Nire Aitaren Etxea"
Gabriel Aresti (1933-1975)
Euskarazko idazle eta poetar


Fotografía: La Casa del Pueblo
Autor: Landahlauts