Hace ya algún tiempo que reconocí públicamente que, en más veces de las deseables, aparco el coche de oído. No es algo de lo que me sienta particularmente orgulloso... reconozco que no tiene mérito, más bien al contrario.
Y menos aún si lo comparas con una verdadera proeza del estilo de....
... conducir un Vespino de oído. Eso sí que tiene mérito, y no lo mío.
Fotografía: Conducir de oído
Autor: Landahlauts