lunes, agosto 16

Sardinas danzantes

Cuentan las crónicas que en una ocasión, el artista francés Jean Cocteau preguntó al artista andaluz Pablo Picasso qué eran los espetos. Pablo Picasso se lo resumió en pocas palabras:

Piliki, el espetero de la Costa Tropical


"Son sardinas que bailan la danza del fuego"

Dicen los entendidos  que los mejores meses para comer sardinas son aquellos que no tienen "r", a saber: mayo, junio, julio y agosto. Y, ciertamente, son los meses en que más sabrosas están.

El espeto de sardinas es, de modo más prosaico, una caña abierta en la que se ensartan seis u ocho sardinas muy frescas de tamaño similar. Se elaboran junto al mar, asándose cerca de unas brasas de leña. Sardinas, fuego y sal. No hay más, ni menos.

Piliki, el espetero de la Costa Tropical


En la Playa de San Cristóbal, en Almuñécar (Comarca de la Costa Tropical) tenemos un verdadero maestro espetero: Piliki.

Piliki, el espetero de la Costa Tropical


Piliki es un hombre curtido por el trabajo, por el mar y por el sol. Cada verano abre su "chiringuito" y todos sus seguidores lo visitamos, en una especie de peregrinación gastronómica.

Aquí teneis la "carta". No es extensa, y eso llamará vuestra atención.

Piliki, el espetero de la Costa Tropical


Quizás lo segundo que os llame la atención sean los precios... Son algo más que razonables, ¿no os parece?

Piliki, el maestro espetero de la Costa Tropical, tiene hasta grupo de admiradores en Facebook (creado verdaderamente por admiradores, no un grupo de autopromoción que crea el propio interesado). Allí supongo que prepara "Espetos de Sardinas 2.0",  ¿o no?

Nota: son las 13:00 hrs. CET, una hora "inadecuada" para ponerse a escribir sobre esto...

Autor fotografías: Landahlauts

viernes, agosto 13

Como se come en casa...

"El lunes te invito a comer fuera: es un restaurante con comida internacional, de esa que te gusta..."

Y, es cierto, me encanta la comida internacional. Aquella iniciativa suya me sorprendió por lo poco habitual. Además, la idea de abandonar por un día la rutina de preparar comida, recoger la cocina, fregar los platos y los vasos... es algo que seduce a cualquiera.

Eso de llegar un día, de modo excepcional, y sentarse a la mesa rodeado de un ambiente apacible, elegir una comida suculenta de una carta extensa, acompañarla de un buen Bordeaux tinto, disfrutar de la experiencia sin prisa... Y, como punto final, compartir en la sobremesa un rato de tranquila conversación entre unas humeantes tazas de café y una copa de buen un buen brandy de Jerez...

Así que el lunes nos arreglamos para salir (yo más que tú) y cogimos el coche. Era temprano,  eso llamó mi atención, pero... no quería reventar tu sorpresa y por eso no pregunté... "seguramente el restaurante está lejos y por eso salimos tan pronto"... pensé.

Comida internacional


IKEA Málaga - Menú Sueco
2 lonchas de salmón marinado
10 Albóndigas suecas con una patata asada
1 porción de tarta de almendras
1 refresco y 1 café en sendos vasos de cartón
8'95 Euros (IVA incluido)

¿La sobremesa? ¿qué sobremesa?. No hubo. La tarde transcurrió empujando un carrito y tratando de seguir, como un borrego, el rastro de unas flechas blancas que indicaban el camino para no perderte en un almacén inmenso de muebles. A las diez y cuarto de la noche, después de soportar unas colas interminables en las cajas, salimos de IKEA "Målågå". Necesitamos dios y ayuda para poder acoplar todas aquellas cajas en el coche. Entre el camino de vuelta a casa y el tiempo necesario para descargar todo aquello... se nos fueron más de tres horas. Catorce horas fuera de casa. No cené: bastante tenía con las 10 albóndigas suecas que, periódicamente, me recordaban que estaban en mi estómago... sin digerir, intentando salir por el mismo lugar que habían entrado. Creo que fue el eneldo... que siempre se me repite y me sienta fatal.

Y hoy, viernes, han transcurrido cuatro días pero sigo aquí... en casa, enclaustrado, montando muebles del IKEA. En este preciso momento estoy tratando de interpretar, de un modo comprensible, los planos de montaje del armario DOMBÅS: un funcional armario diseñado en Suecia y fabricado en materiales reciclables y con unas medidas de 140 cm de ancho, 51 cm de fondo, una altura de 181 cm y capaz de  soportar un peso máximo por balda de 15 kg. Funcional, bonito y relativamente barato: costó 79,90 euros y, creo, que también una hernia discal lumbar (aún estoy pendiente del resultado de la resonancia magnética).

Ni que decir tiene que he dejado de sentirme atraído por la cocina internacional: he aborrecido el salmón, detesto las albóndigas y me salen ronchas con el eneldo. Y aún no sé como reaccionaré el día que me tropiece en las escaleras con Lars Erik, mi vecino sueco del quinto (afortunadamente estos días está con su madre en Estocolmo)...

Esta visto que, como se come en casa, no se come en ningún sitio.

sábado, julio 24

Falsificación

Barcode

Falsificación

Una falsificación es un acto consistente en la creación o modificación de ciertos documentos, efectos, bienes o productos, con el fin hacerlos parecer como verdaderos, o para alterar o simular la verdad.
Fuente: Wikipedia

¿Dónde está lo auténtico?

Fotografía: Barcode

viernes, julio 23

La mascota liberada

Aquella tortuga que le trajeron los Reyes Magos en Navidad a Alvarito es ahora un problema serio: ha crecido un montón y, además, no la pueden dejar sola los quince días que se van a Marina D'Or. Habían pensado en "liberarla" en algún embalse: pero, además de que no daba tiempo (salen esta tarde con el coche para Castellón) a ver quién es el guapo que se lo explica luego al niño...

Así que decidieron que lo mejor era... dejarla suelta en el alféizar de la ventana que da al patio. A la mañana siguiente... ¡sorpresa!: no estaba.

"Vaya, Alvarito, la tortuga escapó esta noche. Bueno, no llores, a la vuelta mamá te comprará otra".

Esperan, claro, que Alvarito no lea la nota que ha colocado en el portal la vecina del 1ºD. La muy puñetera no se ha creído eso de que las tortugas caigan del cielo... intuye que "es de alguien".

La tortuga


«Vecinos y vecinas: soy la vecina del 1ºD. Me he econtrado una tortuga en el ojo-patio (sic). Por favor, si es de alguien que vaya a recogerla. Yo no me puedo hacer cargo de ella. Gracias.»

Seguro que, para colmo, los papás de Alvarito le habían compraron la tortuga para que aprendiera a amar a los animales y a hacerse más responsable...

Nota: la fotografía muestra un cartel real que vi ayer en un portal.

Fotografía: La Tortuga

jueves, julio 22

Toy Story 3 y los Miguelitos

Cinema Vergeles

Cuando era un niño, junto a mi casa, había una cine de verano: la terraza de verano Victoria (uno de esos cines de verano al aire libre). Era un lugar amplio, con cientos de sillas metálicas que cada tarde, a la caída del sol, eran regadas y secadas con paciencia infinita, una por una. Podía ver las sillas desde la ventana de mi dormitorio. Uno de mis recuerdos de la infancia es el de dormirme escuchando la fanfarria de la 20th Century Fox, de la Paramount o los rugidos del león de la Metro. Recuerdo también los silbidos del público cuando notaban un corte de la censura o cuando la película se  interrumpía a pesar de los esfuerzos de José Antonio Caballero Solier (el proyeccionista). Y no sólo recuerdo sonidos... a mi dormitorio también llegaban olores: el denso aroma del  galán de noche o el más ligero del jazmín.

Quizás por eso me guste tanto el cine: mamé cine desde que era un  mocoso. Y, claro, para mi los cines de verano tienen un sabor muy especial. Por eso, cuando empieza la temporada, aprovecho para ir con los niños al único cine de verano que queda en Granada: el Cine los Vergeles.  No es sombra de lo que fueron en su tiempo: ahora hay cuatro "salas" contiguas y lo explota una odiosa multinacional belga que expide comida basura.

Porque, hace años, en las terrazas de verano había un bar donde se podías elegir para cenar entre una carta más que aceptable: bocata de lomo con ajos, raciones de morcilla, de boquerones fritos... Hoy sólo sirven hamburguesas, patatas fritas, bebidas y palomitas. Aunque lo bueno es que (a diferencia de los cines convencionales) en estos cines de verano puedes entrar con comida y bebida de fuera. Langostinos de Sanlucar en UP, Miguelitos de la Roda en el estreno de Toy Story 3 o piononos en Wall-E pueden hacer que tengas cierta predisposición a que te guste la película.

Y es que, no sólo de recuerdos vive el hombre...
Vosotros ¿tenéis recuerdos de alguna terraza de verano?


Nota: ¡Muy recomendable Toy Story 3! Pero, claro, no toméis muy en cuenta mi opinión porque no es imparcial...

Fotografía: Cinema Vergeles
Autor: Landahlauts

miércoles, julio 21

Pájaros, Jirafas y Materia Orgánica en Tarifa

«Las cáscaras de la fruta las puedes tirar al suelo. Aquí en el campo servirán de alimento a algún animal o como abono a las plantas»

Cuando subíamos al monte había una parte de la basura que no volvía a casa. Era aquella que llamaban "basura orgánica" y que no creaba conflictos medio ambientales si se tiraba al suelo: cáscaras de fruta, algún trozo de pan, restos de galletas...

Así me lo enseñaron y así lo enseñaba yo a mis hijos. Pero todo es relativo: los restos orgánicos no siempre son beneficiosos para las plantas. Y si no me creéis... mirad esta foto:

Residuos orgánicos

En ella se ve una tapia en Playa Chica de Tarifa, en la Comarca del Campo de Gibraltar (Andalucía).Y esa pintada que hay en la tapia derrumba el mito de que "todo lo orgánico es bueno para el campo".

Y pensaréis alguno/a: "¡qué incívicos son en Tarifa que hacen 'eso' en cualquier lugar!". 

Si alguien lo ha pensado... se equivoca, no son incívicos,  todo tiene un porqué, un motivo. En Tarifa, si tienes la imperiosa necesidad de entrar a algún servicio público, puedes encontrarte con el serio problema de distinguir, a ciencia cierta, cual es el servicio para mujeres y cual es el servicio para hombres. Ya nos lo mostró Eduardo Cruz, hace unas semanas, en Más Claro Agua .

Quizás sería el momento adecuado para que nuestros bien pagados Eurodiputados/as aprobaran una directiva que estandarizara los letreros de los servicios públicos. Lo primero sería buscarle uno de esos rombres atractivos y rimbombantes que suelen tener las directivas comunitarias: "Directiva de la Unión Europea tendente elaboración de un reglamento para la normalización de la semiología referida a la diferenciación por sexos de los servicios públicos en los locales de hostelería cercanos a las playas (conocidos como "chiringuitos")  y que se encuentran ubicados en  las ciudades y pueblos de la comarca  andaluza del Campo de Gibraltar"
El título de la directiva ya está listo, con lo cual tienen más de la mitad del trabajo hecho. El resto lo dejamos para que lo hagan ellos...  rogándoles que no lo dejen para la próxima legislatura. El medio ambiente se lo agradecerá.

Fotografía: Residuos Orgánicos
Autor: MAGM

martes, julio 20

Soliloquio del Farero

Faro de Punta de Calaburras


De niño, entre las pobres guaridas de la tierra,
quieto en ángulo oscuro,
buscaba en ti, encendida guirnalda,
mis auroras futuras y furtivos nocturnos,
y en ti los vislumbraba,
naturales y exactos, también libres y fieles,
a semejanza mía,
a semejanza tuya, eterna soledad.

Me perdí luego por la tierra injusta
como quien busca amigos o ignorados amantes;
diverso con el mundo,
fui luz serena y anhelo desbocado,
y en la lluvia sombría o en el sol evidente
quería una verdad que a ti te traicionase,
olvidando en mi afán
cómo las alas fugitivas su propia nube crean.

Y al velarse a mis ojos
con nubes sobre nubes de otoño desbordado
la luz de aquellos días en ti misma entrevistos,
te negué por bien poco;
por menudos amores ni ciertos ni fingidos,
por quietas amistades de sillón y de gesto,
por un nombre de reducida cola en un mundo fantasma,
por los viejos placeres prohibidos
como los permitidos nauseabundos,
útiles solamente para el elegante salón susurrado,
en bocas de mentira y palabras de hielo.

Por ti me encuentro ahora el eco de la antigua persona
que yo fui,
que yo mismo manché con aquellas juveniles traiciones;
por ti me encuentro ahora, constelados hallazgos,
limpios de otro deseo,
el sol, mi dios, la noche rumorosa,
la lluvia, intimidad de siempre,
el bosque y su alentar pagano,
el mar, el mar como su nombre hermoso;
y sobre todo ellos,
cuerpo oscuro y esbelto,
te encuentro a ti, tú, soledad tan mía,
y tú me das fuerza y debilidad
como el ave cansada los brazos de la piedra.

Acodado al balcón miro insaciable el oleaje,
oigo sus oscuras imprecaciones,
contemplo sus blancas caricias;
y erguido desde cuna vigilante
soy en la noche un diamante que gira advirtiendo a los hombres,
por quienes vivo, aún cuando no los vea;
y así, lejos de ellos,
ya olvidados sus nombres, los amo en muchedumbres,
roncas y violentas como el mar, mi morada,
puras ante la espera de una revolución ardiente
o rendidas y dóciles, como el mar sabe serlo
cuando toca la hora de reposo que su fuerza conquista.

Tú, verdad solitaria,
transparente pasión, mi soledad de siempre,
eres inmenso abrazo;
el sol, el mar,
la oscuridad, la estepa,
el hombre y su deseo,
la airada muchedumbre,
¿qué son sino tú misma?

Por ti, mi soledad, los busqué un día;
en ti, mi soledad, los amo ahora.

Soliloquio del Farero
Aparecido en "Invocaciones"  (1934-1935)
Luis Cernuda Bidón (1902-1963)
Poeta Andaluz, de Sevilla


lunes, julio 19

Para que se mueran de envidia

¿Recordáis la palmera de ladrillo aparecida en La Arbonaida  hace unas pocas semanas? Aquella palmera, a diferencia de las "naturales", no necesitaba riego, no manchaba el patio de dátiles maduros y resistía plagas y enfermedades.

Pues, por sólo 2.250 € (si IVA ni gastos de envío), hoy traigo una opción distinta que, seguramente, os encantará y hará morirse de envida a vuestras visitas. Y es que, añadidas a las ventajas de "la palmera de ladrillo", en el modelo que podemos ver hoy, además,  el montaje es inmediato, la apariencia es más natural y apenas requiere mantenimiento.

A ver qué os parece:

Palmera-Farola


Está fabricada integramente en materiales plásticos reciclables (lo que la hace muy resistente a las inclemencias metereológicas y al paso del tiempo).

Palmera Farola II

Y lo que es mejor aún, lo que la hace única y soprendente: la palmera es "palmera-farola". Así es,  por la noche se encienden "los cocos" y ofrece una iluminación muy original.

Os gusta, ¿verdad? Pues no esperéis un número de teléfono para hacer vuestro pedido, ni que os mande el "modelo pequeño" en un 2x1 temporal, ni un rosario de la Virgen de Fátima de regalo para pedidos superiores a 5.000 euros... No, esto no es la Teletienda.


Fotografía: Palmera-Farola
Fotografía -2-: Palmera Farola
Autor: Landahlauts