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viernes, enero 21

Aloz Tles Gatitos

No me gustan demasiado los gatos. Pero tengo que reconocer que los puñeteros son muy fotogénicos...

Soñoliento

Para ser sincero... no me gustan nada. De hecho, estuve una vez en un restaurante chino y no he vuelto a ir jamás...

Aunque respeto a la gente que le gustan, no creáis que soy un intransigente

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Música Recomendada: Wild Cat Blues - Chris Barber


Fotografía -1-: Soñoliento
Fotografía -2-: Sin autor conocido...

viernes, agosto 13

Como se come en casa...

"El lunes te invito a comer fuera: es un restaurante con comida internacional, de esa que te gusta..."

Y, es cierto, me encanta la comida internacional. Aquella iniciativa suya me sorprendió por lo poco habitual. Además, la idea de abandonar por un día la rutina de preparar comida, recoger la cocina, fregar los platos y los vasos... es algo que seduce a cualquiera.

Eso de llegar un día, de modo excepcional, y sentarse a la mesa rodeado de un ambiente apacible, elegir una comida suculenta de una carta extensa, acompañarla de un buen Bordeaux tinto, disfrutar de la experiencia sin prisa... Y, como punto final, compartir en la sobremesa un rato de tranquila conversación entre unas humeantes tazas de café y una copa de buen un buen brandy de Jerez...

Así que el lunes nos arreglamos para salir (yo más que tú) y cogimos el coche. Era temprano,  eso llamó mi atención, pero... no quería reventar tu sorpresa y por eso no pregunté... "seguramente el restaurante está lejos y por eso salimos tan pronto"... pensé.

Comida internacional


IKEA Málaga - Menú Sueco
2 lonchas de salmón marinado
10 Albóndigas suecas con una patata asada
1 porción de tarta de almendras
1 refresco y 1 café en sendos vasos de cartón
8'95 Euros (IVA incluido)

¿La sobremesa? ¿qué sobremesa?. No hubo. La tarde transcurrió empujando un carrito y tratando de seguir, como un borrego, el rastro de unas flechas blancas que indicaban el camino para no perderte en un almacén inmenso de muebles. A las diez y cuarto de la noche, después de soportar unas colas interminables en las cajas, salimos de IKEA "Målågå". Necesitamos dios y ayuda para poder acoplar todas aquellas cajas en el coche. Entre el camino de vuelta a casa y el tiempo necesario para descargar todo aquello... se nos fueron más de tres horas. Catorce horas fuera de casa. No cené: bastante tenía con las 10 albóndigas suecas que, periódicamente, me recordaban que estaban en mi estómago... sin digerir, intentando salir por el mismo lugar que habían entrado. Creo que fue el eneldo... que siempre se me repite y me sienta fatal.

Y hoy, viernes, han transcurrido cuatro días pero sigo aquí... en casa, enclaustrado, montando muebles del IKEA. En este preciso momento estoy tratando de interpretar, de un modo comprensible, los planos de montaje del armario DOMBÅS: un funcional armario diseñado en Suecia y fabricado en materiales reciclables y con unas medidas de 140 cm de ancho, 51 cm de fondo, una altura de 181 cm y capaz de  soportar un peso máximo por balda de 15 kg. Funcional, bonito y relativamente barato: costó 79,90 euros y, creo, que también una hernia discal lumbar (aún estoy pendiente del resultado de la resonancia magnética).

Ni que decir tiene que he dejado de sentirme atraído por la cocina internacional: he aborrecido el salmón, detesto las albóndigas y me salen ronchas con el eneldo. Y aún no sé como reaccionaré el día que me tropiece en las escaleras con Lars Erik, mi vecino sueco del quinto (afortunadamente estos días está con su madre en Estocolmo)...

Esta visto que, como se come en casa, no se come en ningún sitio.

miércoles, octubre 28

Reciclaje de alimentos

Una leyenda urbana, de las muchas que circulan por ahí, asegura que los restaurantes chinos carecen de contenedor de basura. El motivo (según explica la propia leyenda urbana) se encontraría en que estos establecimientos practican lo que podríamos llamar "el reciclaje de alimentos": los restos de comida son añadidos en la elaboración de los pedidos siguientes. Vamos, que ese puñado de "arroz tres delicias" que dejas en el plato porque ya no te apetece... pasará a formar parte del "arroz tres delicias" que comerá el señor con bermudas a cuadros que acaba de pedir su cena.

Este que os escribe, a lo largo de su vida, sólo ha entrado en una ocasión a un restaurante chino. Allí comió algo que, según la carta, era ternera con setas. No me preguntéis qué me pareció porque, aún hoy, 15 años después, el simple recuerdo de aquel plato hace que note una enorme sensación de repugnancia se me ponga el vello de punta. Os cuento esto para mostrar que no soy fanático (ni siquiera cliente esporádico) de este tipo de restaurantes y que, mi comentario, no tiene ningún interés viciado u oculto.

El caso es que el domingo vi salir de un restaurante chino en Granada, a...

La basura del Restaurante Chino

... dos personas que arrastraban un pesado contenedor de basura. Y lo llevaron al lugar donde se dejan los contenedores para que el camión de recogida los vacie.

Así que, la próxima vez que os cuenten esa leyenda urbana podréis decir que no es cierto... que sabéis que, al menos una vez, en Granada... un restaurante chino sacó un contenedor de basura.

Esperemos que esta no sea la excepción que confirma la regla...

Autor: Landahlauts

domingo, julio 6

Vegetarianismo fundamentalista

Rollitos de pollo 

 
En un restaurante vegetariano de Granada, el chef-propietario apareció al final de la cena por nuestra mesa: «¿Qué? ¿Les ha gustado la cena? ¿Era todo de su agrado?» Algunos callamos (difícil olvidar la desagradable sensación de una moussaka de berenjena , mal descongelada, dando vueltas en mi boca). Otros asintieron, generosos ellos, a la pregunta de aquel señor. En su fuero interno creyó tener delante unos comensales satisfechos. Eso le animó: «¿Se dan cuenta de que, para alimentarnos, no tenemos que ir dejando a nuestro paso un rastro de cadáveres?» Un silencio incómodo, tan helado como el interior de mi moussaka, se extendió por el lugar...

En algunas ocasiones, resulta muy fácil ridiculizar la postura ajena como argumento a favor de la propia. Y, justamente, conseguimos el efecto contrario. Claro que, es mi opinión y, ya se sabe...

Fotografía: Rollitos de pollo
  Autor: Landahlauts