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viernes, agosto 13

Como se come en casa...

"El lunes te invito a comer fuera: es un restaurante con comida internacional, de esa que te gusta..."

Y, es cierto, me encanta la comida internacional. Aquella iniciativa suya me sorprendió por lo poco habitual. Además, la idea de abandonar por un día la rutina de preparar comida, recoger la cocina, fregar los platos y los vasos... es algo que seduce a cualquiera.

Eso de llegar un día, de modo excepcional, y sentarse a la mesa rodeado de un ambiente apacible, elegir una comida suculenta de una carta extensa, acompañarla de un buen Bordeaux tinto, disfrutar de la experiencia sin prisa... Y, como punto final, compartir en la sobremesa un rato de tranquila conversación entre unas humeantes tazas de café y una copa de buen un buen brandy de Jerez...

Así que el lunes nos arreglamos para salir (yo más que tú) y cogimos el coche. Era temprano,  eso llamó mi atención, pero... no quería reventar tu sorpresa y por eso no pregunté... "seguramente el restaurante está lejos y por eso salimos tan pronto"... pensé.

Comida internacional


IKEA Málaga - Menú Sueco
2 lonchas de salmón marinado
10 Albóndigas suecas con una patata asada
1 porción de tarta de almendras
1 refresco y 1 café en sendos vasos de cartón
8'95 Euros (IVA incluido)

¿La sobremesa? ¿qué sobremesa?. No hubo. La tarde transcurrió empujando un carrito y tratando de seguir, como un borrego, el rastro de unas flechas blancas que indicaban el camino para no perderte en un almacén inmenso de muebles. A las diez y cuarto de la noche, después de soportar unas colas interminables en las cajas, salimos de IKEA "Målågå". Necesitamos dios y ayuda para poder acoplar todas aquellas cajas en el coche. Entre el camino de vuelta a casa y el tiempo necesario para descargar todo aquello... se nos fueron más de tres horas. Catorce horas fuera de casa. No cené: bastante tenía con las 10 albóndigas suecas que, periódicamente, me recordaban que estaban en mi estómago... sin digerir, intentando salir por el mismo lugar que habían entrado. Creo que fue el eneldo... que siempre se me repite y me sienta fatal.

Y hoy, viernes, han transcurrido cuatro días pero sigo aquí... en casa, enclaustrado, montando muebles del IKEA. En este preciso momento estoy tratando de interpretar, de un modo comprensible, los planos de montaje del armario DOMBÅS: un funcional armario diseñado en Suecia y fabricado en materiales reciclables y con unas medidas de 140 cm de ancho, 51 cm de fondo, una altura de 181 cm y capaz de  soportar un peso máximo por balda de 15 kg. Funcional, bonito y relativamente barato: costó 79,90 euros y, creo, que también una hernia discal lumbar (aún estoy pendiente del resultado de la resonancia magnética).

Ni que decir tiene que he dejado de sentirme atraído por la cocina internacional: he aborrecido el salmón, detesto las albóndigas y me salen ronchas con el eneldo. Y aún no sé como reaccionaré el día que me tropiece en las escaleras con Lars Erik, mi vecino sueco del quinto (afortunadamente estos días está con su madre en Estocolmo)...

Esta visto que, como se come en casa, no se come en ningún sitio.

jueves, marzo 26

Uniformemente globalizados

Hubo un tiempo en que no existía IKEA...
... y los utensilios de cocina de una familia de Benizalón (Comarca de Filabres, Andalucía), tenían poco en común con los de una familia de Uliastai (Provincia de Zavhan, Mongolia). Hoy en día... las tres cuartas partes de la humanidad bebe el café, el té o la leche en el Tazón Syntes, que IKEA vende a 0'80 €, en cualquiera de sus cuatro colores: azul, negro, blanco o verde claro. Nos hemos convertido en las generaciones más monótonas y aborregadas de toda la historia de la humanidad...
Despiece de la fotografía: *Cucharón para kumis Madera, decorada con una cabeza de oveja tallada en el mango. Museo Provincial de Zavkhan (Mongolia) *Mortero para triturar el ladrillo de té Madera Museo Provincial de Zavhan (Mongolia) *Cucharón para kumis Cuerno, decorado con una cabeza de caballo tallada en el mango. Museo Provincial de Zavhan (Mongolia)