Este post se podría haber titulado: "Cómo ir a desayunar en un camión de 800 mil euros" ó "Cuatro vehículos, cuatro; doce bomberos, doce; y doce coches fúnebres, doce".
Cualquier persona que, en torno a las diez de la mañana, se encuentre por las inmediaciones del Parque Norte de Bomberos de Granada o sus zonas aledañas (Alcampo Granada) puede ver una imagen que, en principio, le alarme:
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| Men at lunch |
Cuatro vehículos, cuatro, del Servicio de Extinción de Incendios de la Ciudad de Granada aparcados en plena calle... vacíos. Sus dotaciones las encontraréis en la cafetería más cercana, desayunando. Doce bomberos, doce, desayunando, a la vez.
Y no es que yo, Dios me libre, pretenda criticar el sacrosanto derecho al desayuno del Cuerpo de Bomberos de Granada. Lo que me parece una ofensa al sentido común es lo siguiente:
¿Es necesario que doce bomberos, doce, vayan a desayunar en cuatro camiones, cuatro?
¿Es necesario movilizar, entre otros, un camión autoescala valorado en más de 800 mil euros para que doce bomberos, doce, no muevan sus entrenados culos hasta una cafetería?
¿Qué impide que esos bomberos desayunen, por ejemplo, en la cocina del Parque de Bomberos?
¿Queda cubierta cualquier eventualidad en el Parque de Bomberos durante el tiempo de ausencia de los doce bomberos, doce?
¿Es necesario crear esa sensación en el vecindario de alarma cuando ven cuatro vehículos, cuatro, de bomberos aparcados en la puerta de su casa?
Y que conste, que de los 60 minutos largos de desayuno... no voy a decir nada.
Pues, así... todos los días, todas las mañanas. Y claro, a veces, pasa... lo que pasa.
Aunque, siempre piensas que podría ser peor: ¿imagináis que trabajaran en una empresa de Servicios Funerarios y vierais en una calle doce vehículos fúnebres, doce, aparcados junto a casa?
