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domingo, febrero 5

El luto

La Casa de Bernarda Alba  

«En ocho años que dure el luto no ha de entrar en esta casa el viento de la calle. Haceros cuenta que hemos tapiado con ladrillos puertas y ventanas. Así pasó en casa de mi padre y en casa de mi abuelo.»  

GARCIA LORCA, Federico: La Casa de Bernarda Alba. 1936 


En la fotografía: La casa de Bernarda Alba, o la Casa de los Alba, en Valderrubio (antigua Asquerosa). Se encuentra situada a la espalda de la casa de la Familia García Lorca en la Calle Real. La familia Alba siempre se sintió dolida de ser la protagonista de este drama lorquiano.

Autor: Landahlauts

lunes, mayo 18

Perseverāre

La perseverancia... una de esas pocas cualidades que no adorna mi espíritu. ¿O debería de decir "que no adornaba mi espíritu"?
Aitana Sánchez Gijón y Landahlauts
Aitana Sánchez-Gijón y Landahlauts
Maribel Verdú y Landahlauts
Maribel Verdú y Landahlauts
perseverar (Del lat. perseverāre). 1. intr. Mantenerse constante en la prosecución de lo comenzado, en una actitud o en una opinión. 2. intr. Durar permanentemente o por largo tiempo.
La obra se llama Un Dios Salvaje (Le dieu du carnage) y es de Yasmina Reza. Además de Aitana Sánchez-Gijón y Maribel Verdú, aparecen Pere Ponce y Antonio Molero. Demuestra "cómo somos de civilizados" en cuanto nos rascan un poco... Altamente recomendable (me ha gustado más que Art, no digo más).
ATENCIÓN: No debes de leer esta entrada sin haber leído antes esta otra.

sábado, mayo 16

Aitana, el Voluntario y Landahlauts


Una tarde-noche de mayo, en Granada. Landahlauts en labores de sutil aproximación a Aitana Sánchez-Gijón.

Landahlauts: "Aitana ¿te importa que nos hagan una foto?

Lo mira a los ojos, sonríe, Landahlauts se derrite. Ella responde.

Aitana: "No en absoluto"

Landahlauts busca "un voluntario" que les haga la foto. Maribel Verdú está a escasos dos metros... pero a ella, ni agua (Landahlauts tiene referencias de su carácter).

Landahaluts (al primer "voluntario" que tiene cerca): "¿Puedes hacernos una foto?"

El Voluntario: "¡Claro! ¿Dónde es? ¿en este botón?"

Landahlauts: "Sí, ahí".

Landahlauts se coloca junto a Aitana pensando qué expresión de cara poner para no sacar cara de bobo y que la foto parezca natural. Aitana sigue luciendo su mejor sonrisa. Al Voluntario se le resiste la cámara. Pasan unos segundos interminables.

El Voluntario: "Oye... esto... no ha saltado el flash, ¿no?... no funciona... aquí dice que se ha agotado la batería"

La cámara emite el "pip" característico de cuando... se queda sin batería.

Aitana: "Oye, perdona, es que me tengo que ir... es tarde... me están esperando"

Aitana se va, "El Voluntario" devuelve la cámara a Landahlauts después de un "lo siento, tío". A Landahlauts le gustaría beber para olvidar... aunque fuera con "El Voluntario".

lunes, marzo 16

El Brujo y el contrabajo

Es muy arriesgado opinar, en términos absolutos y de modo tajante, sobre algún asunto. Y más si no eres un experto sobre el tema. Ese es mi caso, no soy experto (tampoco en esto). Pero soy un poco bocazas, por parte de padre, así que me voy a permitir dar una opinión en términos absolutos y tajantes: Anoche, en el teatro, disfruté de una hora y cincuenta minutos de representación con uno de los dos mejores actores de Andalucía: Rafael Álvarez "El Brujo". Fue en obra "El Contrabajo" un monólogo de Patrick Süskind, en el que este hombre mostró como es capaz de aguantar en el escenario durante casi dos horas sin que decaiga el interés ni la capacidad de divertir al público. Su riqueza de registros de voz, su gesto y su capacidad interpretativa podrían servir de ejemplo a muchos de esos que se empeñan en hacer monólogos torpes y llenos de chascarrillos que poco o nada tienen que ver con este. A Granada ha venido después de muchas representaciones en otros lugares del Estado. La mayoría habréis tenido, quizás, oportunidad de verlo. Si no es así, y se os plantea la oportunidad... no la dejéis escapar. Id a verlo, en esta o en cualquier otra obra. Os daréis cuenta de porqué mi opinión es tan tajante.
(¿El otro?... José Luis Gómez) Crédito de la fotografía: Web de Rafael Álvarez

sábado, febrero 21

Nuevos tiempos

"Arriba, desdichada! Arriba la cabeza. Endereza tu cuello. Esto ya no es Troya ni somos ya reyes de Troya. Afronta el cambio de tus hados. Navega siguiendo la corriente, siguiendo el destino y no opongas la proa de tu vida al oleaje mientras navegas llevada por los designios del azar."

Extraido de "Las Troyanas", 415 aNE 
Autor: Eurípides (Εὐριπίδης), Salamina, 485-406 adE.

martes, octubre 14

Predisposiciones fundadas

El Mercader de Venecia - William Shakespeare
El Bardo conmigo lo tiene muy fácil, y más si se trata de teatro. Por eso, cuando el pasado viernes, fui al teatro a ver "El Mercader de Venecia", de William Shakespeare, iba predispuesto a que me gustara. Y más aún, con esa obra en particular, una de mis favoritas. Pero, no sólo me gustó, me entusiasmó. Tanto, que ni siquiera noté las casi tres horas que dura la obra. Ni noté la falta de una cena que no tuve tiempo de tomar antes de entrar. Ni siquiera puse en práctica ese vicio tan feo que tengo cuando voy al teatro... Y me alegré de que Martes y Trece dejara de ser trío, para pasar a ser un dúo. Porque, gracias a eso, Fernando Conde ha llegado a ser el actor que hoy es: un actor que borda el papel de Shylock y una persona que ha tenido el valor de exponer sus euros en producir esta obra (supongo que sin ayudas oficiales: no había logotipos de ministerios ni consejerías en el reverso del programa de mano). Pero, no equivoquéis, él no fue lo único bueno. Le acompañaron de modo más que digno, entre otros: Natalia Millán, Ruth Salas, Juan Gea, Jorge Lucas, Juan Rallo, José Hervás, Carlos Ibarra... Además hubo una magnífica escenografía y un vestuario mucho más que digno. Sólo un par de inconvenientes: a Natalia Millán (Porcia) había veces que su voz no llegaba bien a mi tercera y fila, y la iluminación no era la más deseable en momentos puntuales. Por lo demás, y a pesar de eso, todavía me duelen las manos de aplaudir...
Fotografía: El Mercader de Venecia - William Shakespeare Autor: Landahlauts

lunes, junio 11

Martín Recuerda

Plaza de Bib-Rambla
José Martín Recuerda, uno de los dramaturgos contemporáneos más importantes de la escena andaluza murió el pasado día 8 de Junio. Fue enterrado en Salobreña, curiosamente el mismo día que en La Arbonaida aparecía un post dedicado a la localidad costera andaluza (Salobreña Blanca y Verde).

Este andaluz de Granada, nació en 1916 en la popular plaza de Bib-Rambla. Recibió dos veces el Premio Lope de Vega. Fue autor de más de treinta obras de teatro en las que no era infrecuente la crítica descarnada a la Andalucía trágica y violenta. Entre sus obras cabe destacar: Las átridas (1955); El payaso y los pueblos del Sur (1956); El Teatrito de Don Ramón (1959); y, sobre todo, Las arrecogías del beaterio de Santa María Egipcíaca (1977). Esta última es su obra más conocida y fue escrita en 1971, pero la censura de la dictadura fascista de Franco no permitió su representación: se estrenó en 1977 en el teatro de la Comedia de Madrid, por Adolfo Marsillach y protagonizada por Concha Velasco, convirtiéndose en uno de los mayores éxitos de la transición política del Estado español. El pasado 5 a las 5 él era el homenajeado, y no pudo asistir por encontrarse ya en un estado de salud de cierta gravedad. Heredero directo del teatro popular de García Lorca y de Valle-Inclán, decía que el teatro era una revolución permanente. Y así lo transmitió en su obra.

viernes, junio 8

Segundo intento...


Si es que soy muy buena persona. Mi capacidad de perdonar es, casi, infinita. Y te perdoné, Quique...

Y fui a verte, en un segundo intento, y después de saber qué era lo que te había pasado.

Y has cumplido: me lo he pasado muy bien, he disfrutado.

Eso sí, como siempre: sin zapatos. Todos tenemos algún vicio, ¿No, Quique?

El mío (confesable) es ver teatro sin zapatos.

(Aclaración para el que no sepa de qué va esto: Misteriosa Desaparición en Granada

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martes, marzo 20

Afrontar los cambios

"Arriba, desdichada! Arriba la cabeza. Endereza tu cuello. Esto ya no es Troya ni somos ya reyes de Troya. Afronta el cambio de tus hados. Navega siguiendo la corriente, siguendo el destino y no opongas la proa de tu vida al oleaje mientras navegas llevada por los designios del azar.


" Extraido de "Las Troyanas", 415 aNE 
Autor: Eurípides (Εὐριπίδης), Salamina, 485-406 adE.



+Info: El Poder de la Palabra - CulturaClasica.Com - Wikipedia 

martes, febrero 20

Arriba el telón

" El mundo entero es un teatro, y todos los hombres y mujeres simplemente comediantes. Tienen sus entradas y salidas, y un hombre en su tiempo representa muchos papeles, y sus actos son siete edades. Primero, es el niño que da vagidos y babea en los brazos de la nodriza; luego, es el escolar lloricón, con su mochila y su reluciente cara de aurora, que, como un caracol, se arrastra de mala gana a la escuela. En seguida, es el enamorado, suspirando como un horno, con una balada doliente compuesta a las rejas de su adorada. Después, es un soldado, aforrado de extraños juramentos y barbado como un leopardo, celoso de su honor, pronto y atrevido en la querella, buscando la burbuja de aire de la reputación hasta en la boca de los cañones. Más tarde, es el juez, con su hermoso vientre redondo, rellene de un buen capón, los ojos severos y la barba de corte cuidado, lleno de graves dichos y de lugares comunes. Y así representa su papel. La sexta edad nos le transforma en el personaje del enjuto y embabucado Pantalón, con sus anteojos sobre la nariz y su bolsa al lado. Las calzas de su juventud, que ha conservado cuidadosamente, serían un mundo de anchas para sus magras canillas, y su fuerte voz viril, convertida de nuevo en atiplada de niño, emite ahora sonidos de caramillo y de silbato. En fin, la última escena de todas, la que termina esta extraña historia llena de acontecimientos, es la segunda infancia y el total olvido, sin dientes, sin ojos, sin gusto, sin nada. "

Fragmento de "Como Gustéis"
Autor William Shakespeare (1564-1616)
Vía:
El Poder de la Palabra

martes, octubre 10

El Capo Don Pasquale.

Sífilis, mafia, abanico, Avon, Donizzeti, Ley Seca, menopausia, Dick Tracy, Chicago y Granada. Unas palabras que, aparentemente, no guardan ninguna relación pero que sirvieron para que el domingo por la tarde disfrutara de lo lindo. Os explico... Este fin de semana hubo en Granada una versión divertidísima de la Ópera Bufa "Don Pasquale" de Gaetano Donizetti. Donizetti escribió esta ópera cuando sufría una degeneración cerebro-espinal de origen sifilítico. Resulta llamativo que una ópera bufa, que pretende y consigue hacer reir, estuviera escrita por alguien en una situación tan... "poco alegre". El caso es que David Barón ha hecho una adaptación musical de esta ópera que la sitúa en el Chicago de los años 30, adaptándola a la guerra entre bandas de la mafia. En plena Ley seca. Así podemos ver a Don Pasquale como El Capo Don Pasquale, vestido con elegantes trajes de colores fluorescentes, en una estética muy parecida a la de la película Dick Tracy. A Norina la encontraremos como una seductora femme fatale que regenta un club de la ciudad (Inma Almeda se llamaba la soprano, que estuvo muy bien). La música fue interpretada por un Quinteto Musical (Euroscena-Universidad Carlos III de Madrid) que compartía escena con los cantantes, vestidos con sus elegantes trajes negros cruzados y sus sombreros. Sólo un inconveniente: la señora del abanico. Sentada a mi derecha estuvo una señora que, presuntamente, sufría los sofocos habituales de la menopausia. El caso es que se tiró las casi dos horas que duró la ópera moviendo su abanico (eso sí, lo trataba de hacer de modo sigiloso). El aire de su abanico me azotó a mí, acompañado del empalagoso olor de su perfume. El caso es que anduve con frío y medio mareado por culpa de la menopausia de una señora. ¿Eso es un daño colateral?

lunes, septiembre 18

Se levanta el telón.

Comienza septiembre y acaba el verano. Granada, mi ciudad, va retomando lentamente el ritmo cultural que habitualmente tiene: comienza la temporada 2006-2007. Este fin de semana se inauguró la temporada teatral y la temporada de la OCG. Vayamos por partes, como diría Jack el Destripador (1) Teatro. Este fin de semana hemos podido ver “La Bella Dorotea” una obra escrita por Miguel Mihura en el año 1963. Refleja esta obra el enfrentamiento de Dorotea (la hija del cacique del pueblo y mujer de mundo) con una sociedad mojigata, mezquina y cruel en un pueblo del norte de la península. Se crea así una atmósfera asfixiante, en la que una mujer con criterio propio, será maltratada por sus convecinos, simplemente, por saltarse las normas. Reprimir al que trata de ser como es, en lugar de ser como debería de ser.
La actriz protagonista es María José Goyanes, un pedazo de actriz que viene del famoso Estudio 1 de Televisión Española. Estuvo en general bien, aunque sobreactuó en algún momento. En otras representaciones ha sido la protagonista Victoria Vera pero, sinceramente, no creo que lo haga mejor que María José Goyanes. Hubo bastante público, al menos el viernes que es cuando yo estuve, a pesar de que era fiesta local y de que había otras actividades en la ciudad mucho más populares. Ni que decir tiene, que no he perdido mi hábito en el teatro. Música. La Orquesta Ciudad de Granada tiene la agradable costumbre de inaugurar la temporada con un macroconcierto que suele celebrarse en la Plaza de Toros de Granada. Doce mil personas estuvimos el sábado por la noche viendo a nuestra Orquesta, pero de un modo relajado y festivo: con bocata, almendras fritas y Coca-cola fresquita. Se titulaba este concierto “Vuelo a Iberoamérica” y estaba compuesto por música iberoamericana compuesta por autores europeos y americanos: Villa-Lobos, Milhaud, Alberto Ginastera, Lucho Bermúdez, Adolfo Mejía, etc. Una música muy alegre y colorista, apropiada para una jornada festiva. Me lo pasé estupendamente, a pesar de que al final y como bis, la OCG nos "regaló" el insufrible y desagrable Granada, de Agustín Lara.
(1) La ocurrente frase no es mía, es de Joaquín Sabina, el cantautor madrileño.

viernes, junio 16

Políticamente Incorrecto.

No suele haber, habitualmente, teatro en Granada un miércoles, por lo menos no de este nivel. Sin embargo, estamos de fiestas y en eso también se nota. Gracias a la iniciativa de un promotor privado (E.G. Línea de Cultura) disfrutamos de este tipo de obras en nuestra ciudad. La obra es un vodevil de Ray Cooney llamado 'Políticamente incorrecto'. Venía avalada por la dirección de Paco Mir, componente de Tricicle que ya nos hizo pasar un muy buen rato (para mi de los mejores que recuerdo ultimamente en el Teatro) con la adaptación teatral de "La Cena de los Idiotas". No es ese humor catalán que, en muchas ocasiones, no hace ninguna gracia en el resto del Estado, es un humor inteligente en el que sabe incluso, reirse y hacer mofa de los tópicos sobre su país. Me gusta la gente que, en el momento adecuado y sin caer en el mal gusto, sabe reirse de lo "intocable". La trama se sitúa en el Hotel Palace de Madrid, allí un ministro socialista y una diputada popular planean una noche clandestina de amor. Todo comienza muy bien, hasta que aparece un hombre muerto en la ventana de la habitación del Sr. Massip, el ministro de Industria. Para evitar el escándalo, el ministro llamará a su hombre de confianza, el Sr. Fuentes, para que se haga cargo de "el marrón". La cosa se va liando cada vez más de un modo insospechado, en la segunda parte la acción es trepidante y la risa, casi continua.. Más de dos horas de diversión en el que el papel del Sr. Fuentes, interpretado por Carlos Heredia, es el más hilarante y el mejor interpretado, con diferencia. Destaca también, por su buena interpretación y lo gracioso de su papel, el director del hotel (Fermí Herrrero) y la camarera de la habitación (Inma Ochoa). Una buena tarde-noche de teatro.

Landahlauts esta vez sí se quitó los zapatos y disfrutó de lo lindo.

Caspa y Naftalina


Dentro de la "política cultural" que durante estas fechas viene desarrollando el Ayuntamiento de Granada hay dos nombres que destacan: la Zarzuela y Juanito Navarro

Así es, cualquier momento es bueno para que nuestro Ayuntamiento programe alguna Zarzuela, ese género lírico menor, que a algunos nos pone el vello de punta porque aún no ha sabido sacudirse (a diferencia de la copla) ese halo de "música del régimen" franquista que la rodea. 

Con Juanito Navarro el tema es más sangrante aún. Este octogenario actor ha visitado en tres ocasiones en lo que va de año nuestra ciudad. Nos recuerda así, como de desagradecida es esta profesión en la que, con su edad, tienes que continuar recorriendo los teatros para sobrevivir, comiendo bocadillos y mal durmiendo en una furgoneta. Para colmo, este actor ha perdido el gancho que en otro tiempo pudo tener: ventas de 20 o 30 entradas para un espectáculo lo dicen todo. 
A pesar de ello, el Teatro Municipal Isabel la Católica se llenará de personas de una edad respetable, muchas de ellas sin haberse "retratado" en taquilla, sino accediendo por medio de la dádiva generosa de entradas por parte de alguna Concejalía que las reparte entre el voto las personas mayores. Se consiguen así dos efectos: contentar al electorado de más edad, y ocultar un fracaso de la "programación cultural" en Granada. 

domingo, mayo 21

La importancia de quitarse los zapatos


El viernes fui a ver a Gabino Diego. Al teatro, no me malinterpretéis. Iba, con curiosidad. No es un actor que me guste o disguste especialmente. Me llama la atención en él su eterna cara de niño. Le recuerdo buenas interpretaciones: en "Ay, Carmela" transmitía bondad e inocencia. En Torrente 2, en su papel de yonqui colgado, me mondaba de risa cuando decía aquello de "Torrente, Torrente: Franco ha muerto" (resultaba más cómico que Arias Navarro). Pero el viernes... no me enganchó. Empezó mal, la verdad. Empezó haciendo un chascarrillo en el que imitaba el habla andaluza. ¡Uf!. Yo eso lo llevo muy mal. Me gustaría pensar que no me condicionó eso. No lo sé. Quizás fue debido a que la obra estaba estructurada de modo parecido a "El Cub de la Comedia" de Paramount Comedy: un soliloquio de múltiples gracias más o menos afortunadas e hilvanadas por el hilo argumental de lo que ha sido su carrera como actor. Pero, es “clubdelacomedia”. Y yo eso lo veo ya demasiado explotado. Y reconozco que actuó bien, cantó bien, recitó estupendamente, pero no me enganchó. La chica que tuve sentada en la butaca contigua, que debía ser una incondicional de Gabino o su hermana, y a la que no le llegué a ver la cara, se partía de risa. Me pareció notar que en un instante determinado en el que ella se mondaba de risa, me miró de reojo. Debió de pensar que estaba muerto, no me había oido reir en toda la representación.
Quizás tuve un mal día. Quizás fue que no me quité los zapatos: esa costumbre tan poco civilizada que tengo cuando voy al teatro, y que me hace sentir como en casa. No me los quité, y no estuve cómodo. Quizás fue la mofa del habla andaluza… Y lo pagó Gabino. Oye, Gabino, perdona. Otro día lo intentamos de nuevo pero sin zapatos, ¿vale? 
Nota: De todos modos, lo de ser actor/atriz tiene su miga: un montón de años preparándote y trabajando en películas y teatro. Y luego llega un capullo, que no tiene ni idea de interpretación... y se pone a criticarte a las dos de la mañana. Manda huevos. 

La magia del teatro

Para mi el teatro es magia. Nada hay como el teatro, ni el cine ni la televión. En el teatro puedes sentir la respiración de los actores y sus nervios. Intentas no hacer ruido para no molestarlos y ellos, en compensación actúan para ti, y para los que te rodéan. Ellos notan si gusta lo que están haciendo, saben como ha ido la representación sin tener que ver estúpidos informes de audiencia al día siguiente. Instantes antes de que comience la magia, llegas a tu butaca y haces tiempo mientras entran el resto de los espectadores. Coges el programa y empiezas a leer, es como un ritual, un aperitivo. Te abre el apetito de lo que vendrá a continuación. Los avisos por megafonía continúan: la fanfarria y el "queda 1 minuto para comenzar la función". La gente se impacienta, entran los últimos rezagados. Último aviso: "Señoras, señores, la función va a comenzar. Les recordamos que deben desconectar ...". Te acomodas. Tienes gente a tu lado a la que, muy probablemente, no llegarás a verle la cara. Aunque tengas su risa, su pena o su miedo durante una hora y media a sólo medio metro de ti. De pronto, se cierran las puertas, la luz se va atenuando. Se hace el silencio y la oscuridad. Pasan unos instantes, nada se oye. Suena una música, se ilumina el telón... y sube. Comienza el espectáculo. Landahlauts y el mundo de la farándula.