José Martín Recuerda, uno de los dramaturgos contemporáneos más importantes de la escena andaluza murió el pasado día 8 de Junio. Fue enterrado en Salobreña, curiosamente el mismo día que en La Arbonaida aparecía un post dedicado a la localidad costera andaluza (Salobreña Blanca y Verde).
Este andaluz de Granada, nació en 1916 en la popular plaza de Bib-Rambla. Recibió dos veces el Premio Lope de Vega. Fue autor de más de treinta obras de teatro en las que no era infrecuente la crítica descarnada a la Andalucía trágica y violenta. Entre sus obras cabe destacar: Las átridas (1955); El payaso y los pueblos del Sur (1956); El Teatrito de Don Ramón (1959); y, sobre todo, Las arrecogías del beaterio de Santa María Egipcíaca (1977). Esta última es su obra más conocida y fue escrita en 1971, pero la censura de la dictadura fascista de Franco no permitió su representación: se estrenó en 1977 en el teatro de la Comedia de Madrid, por Adolfo Marsillach y protagonizada por Concha Velasco, convirtiéndose en uno de los mayores éxitos de la transición política del Estado español. El pasado 5 a las 5 él era el homenajeado, y no pudo asistir por encontrarse ya en un estado de salud de cierta gravedad. Heredero directo del teatro popular de García Lorca y de Valle-Inclán, decía que el teatro era una revolución permanente. Y así lo transmitió en su obra.
Este andaluz de Granada, nació en 1916 en la popular plaza de Bib-Rambla. Recibió dos veces el Premio Lope de Vega. Fue autor de más de treinta obras de teatro en las que no era infrecuente la crítica descarnada a la Andalucía trágica y violenta. Entre sus obras cabe destacar: Las átridas (1955); El payaso y los pueblos del Sur (1956); El Teatrito de Don Ramón (1959); y, sobre todo, Las arrecogías del beaterio de Santa María Egipcíaca (1977). Esta última es su obra más conocida y fue escrita en 1971, pero la censura de la dictadura fascista de Franco no permitió su representación: se estrenó en 1977 en el teatro de la Comedia de Madrid, por Adolfo Marsillach y protagonizada por Concha Velasco, convirtiéndose en uno de los mayores éxitos de la transición política del Estado español. El pasado 5 a las 5 él era el homenajeado, y no pudo asistir por encontrarse ya en un estado de salud de cierta gravedad. Heredero directo del teatro popular de García Lorca y de Valle-Inclán, decía que el teatro era una revolución permanente. Y así lo transmitió en su obra.