Mostrando entradas con la etiqueta france. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta france. Mostrar todas las entradas

miércoles, julio 14

La Solución Francesa


14 de Julio, aniversario de la Toma de la Bastilla (1789). La Bastille había sido hasta ese momento símbolo de la arbitrariedad y la injusticia ejercida por la monarquía en Francia. Cualquier ciudadano podía ser encarcelado allí sin un juicio previo: bastaba una "lettre de cache" del rey. Su toma fue el símbolo de la caída del depotismo del Antiguo Regimen y el inicio de un tiempo nuevo.

Pero la ciudadanía francesa encontró un método práctico y funcional para acabar con el lastre medieval que suponía la monarquía,  la ineficacia de sus gobernantes, la injusticia y la corrupción.

Supuso, además, una forma  barata de ocupar el tiempo libre de la población: aquello de asistir con los niños a presenciar el espectáculo de los nobles "perdiendo la cabeza" por el pueblo... tenía, cuando menos, morbo.

"La solución francesa", puede gustar más o menos pero, lo cierto es que es una opción digna de ser tenida en cuenta. A ellos, les funcionó muy bien... y, ya lo dice el refrán: "A grandes males, grandes remedios"

«...Aux armes, citoyens,
Formons nos bataillons,
Marchons, marchons!
Qu'un sang impur
Abreuve nos sillons!

Que veut cette horde d'esclaves,
De traîtres, de rois conjurés ?
Pour qui ces ignobles entraves,
Ces fers dès longtemps préparés ?...»

Müsica Relacionada: Le Marseillaise

Fuente fotografías: Wikipedia

jueves, septiembre 24

Notas Parisinas IV

Es duro encontrate de sopetón con tu futuro...

Tomb of De Landa

... a pesar de que, más o menos, siempre has sabido que la cosa acaba así.

Fotografía: Tomb of De Landa
Autor: Landahlauts

miércoles, septiembre 23

Notas Parisinas III

Estoy convencido: aquella camarera francesa me cogió manía. Y creo que todo fue a raíz de lo que ocurrió una mañana, cuando bajé a desayunar. Serían en torno a las siete y media de la mañana. Al entrar al comedor, sonreí educadamente y la saludé: "¡Bon soir, Monsieur!".

Pâtisserie
A partir de aquel saludo, mi café de la mañana siempre estuvo frío... y todo por un problema de comunicación.

Fotografía: Pâstisserie
Autor: Landahlauts

Notas Parisinas II

Rue René-Boulanger

Esta era mi ventana. Una ventana del coqueto Hotel Moris, en la quinta planta del número trece de la Rue René-Boulanger, en el Distrito 10 de París.

Desde allí se podía ver un mundo lleno de vida. El chaval que se asomaba bostezando a la ventana para ver como había amanecido el día. Aquellas chicas que corrían por la calle. Aquel ejecutivo trajeado que atravesaba a toda velocidad la calle montado en su bicicleta. Aquella familia que desayunaba todas las mañanas en su enorme terraza servidos por una chica vestida con su cofia y su uniforme...

Desde el principio me llamó la atención la costumbre tan generalizada de no cerrar las persianas ni los visillos, ni de noche ni de día. Esa falta de pudor no siempre mostraba casas lujosas y llenas de detalles. Su contenido podía ser de lo más dispar.

Por la tarde-noche la visión desde aquella ventana cambiaba radicalmente. Recuerdo haber visto estudios, de poco más de veinte metros cuadrados, habitados por cuatro o cinco personas. Recuerdo haber visto cocinas en menudas en las que el contenido de una olla hervía de como continuo. Recuerdo haber visto niños practicando con el piano durante toda la tarde. Recuerdo a esos anciano que leían hasta altas horas de la madrugada, reclinados en sus confortables sillones. Recuerdo haber visto a parejas que cenaban tranquilamente, acompañados con el rojo rubí de una botella de Bourgogne...

Como pequeños escaparates, esas ventanas se mostraban a cualquiera, toda  un universo lleno de vida  que se desarrollaba allí, en aquellas pequeñas burbujas. Gente desconocida que comía, dormía, amaba, leía, discutía... sin que, en apariencia, les importara nada lo que ocurría fuera.
Fotografía: Rue René-Boulanger
Autor: Landahlauts

martes, septiembre 22

Notas Parisinas I

Ya de vuelta. ¿Qué podría contar? ¿Por dónde empezar?... no sé. Estas semanas atrás, cuando le comentaba a algún conocido que me iba a París, el comentario más habitual era: "te va a gustar".


Tour Eiffel


Y así ha sido: a pesar de sus miles de turistas, a pesar del carácter de los parisinos, a pesar de sus callejones con olor a orín, a pesar de sus colas para entrar a cualquier sitio, a pesar de aquella cajera inútil de la Galeries Lafayette,... París me ha enamorado.

Sus terrazas siempre repletas de gente, sus bocas de metro, la visión del Sacré Cœur o de la Torre Eiffel desde algún callejón, sus tiendas de flores, sus bicicletas, sus atardeceres, su ambiente nocturno, sus parisinas vestidas de Louis Vuitton, su río... todo eso y mucho más han conseguido que vuelva encantado. 

No, en realidad, París no sólo me ha gustado. París me ha enamorado.