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viernes, noviembre 20

El Sepulturero Mayor

Grafitti b&w

Tú, todavía, general botijo,
caudillo cantimplora sin pitorro,
liliputiense, hijo
de zorra cabezorra y cabezorro.


Di, Francisco, ¿hasta cuándo,
con tus bordados camisones nuevos,
de cara al sol y caraculeando,
nos tocarás la yema de los huevos?

Contempla, rebozado cochifrito,
la desgraciada Italia de Benito,
la Alemania de Adolfo destrozada.

Pero siendo tan chico de estatura
para contemplar nada,
sube a admirarlas, paticuesco enano,
desde la interminable sepultura
de tanta España muerta por tu mano.

¿Qué ves? Verde te veo,
no de aquel bello azul, azul de Prusia,
que la Falange (luego Falangeta
cuando se le encogió y heló el respiro
traseramente en Rusia)
viera desvanecerse en la puñeta.

¿Duermes tranquilo, Franco?
Cómo son al sentarte tus mañanas,
si atacado de espaldas y de flanco
por tus erectas guardas africanas
velas sin vela, ¡oh Canco, Canco, Canco!

Arriba ya, paneque! Baila, andorga;
peonza que al final democratizas;
baila, culo hecho trizas,
baila, Generalísimo pandorga,
sieso manido, sieso
patibulario, tieso y patitieso!

Muerto estás ya, Paquita la Católica,
Isabel del Ferrol y de Castilla.
Tu España carajólica
te despide: ¡Presente!,
mientras que a los luceros, amarilla,
sube tu gloria de mojón caliente.

De: Un Burro Explosivo, 1938
Poeta andaluz, de El Puerto


Fotografía: Grafitti B&W
Autor: Landahlauts

miércoles, noviembre 5

Vivo en la memoria

Antonio Espejo Palma
La Plaza del Carmen es el lugar donde se encuentra el Ayuntamiento de Granada. Allí, desde hace unos años, cada 31 de Octubre hay algo que suele pasar desapercibido a los transeúntes. Junto a uno de los magnolios que crecen en ese lugar, aparece un ramo de flores y un cartel. El texto varía poco de un año para otro. Esa es la foto del cartel de este año. Y este, su texto:
A la memoria de Antonio Espejo Palma Fusilado el 31 de Octubre de 1936 Granada, 31 de Octubre de 2008 Tu hijo Agustín.
Agustín Espejo, el hijo de D. Antonio Espejo, sólo sabe de su padre que fue fusilado en las tapias del Cementerio de Granada, como le ocurrió a tantos granadinos. Jamás apareció su cuerpo. A pesar de ello, Agustín, se encarga de que su recuerdo viva para siempre. Y, aunque no hay una tumba con los restos de su padre, él honra su memoria a las puertas de la Casa Consistorial.

sábado, octubre 18

Consternación en el infierno

No sé hasta donde llegará el auto de la Audiencia Nacional que investiga a Francisco Franco y a sus cómplices por las desapariciones y los asesinatos cometidos durante la dictadura. Sólo sé que, aunque sólo sea por ver una portada como esta... habrá merecido la pena.
+ info: El Barranco del Padre Nuestro

martes, septiembre 9

El Barranco del Padre Nuestro

Ayer tarde fuimos a coger moras con los niños. Estuvimos en Víznar, una localidad de la Comarca de la Vega (en las estribaciones de la Sierra de la Alfaguara). Aparqué a la salida del pueblo, donde se ubicaban Las Colonias y el antiguo molino sobre la Acequia de Aynadamar (la Fuente del las Lágrimas). Y paseamos por aquella carretera que transcurre entre Víznar y Alfacar mientras hurgábamos en los zarzales en busca de sus frutos. Es una carretera muy concurrida en las tardes de verano: cuando cae el sol y comienza a hacer fresco se llena de gente paseando, corriendo y en bicicleta. Caminamos hasta las proximidades del barranco, unos metros antes, nos dimos la vuelta. No quisimos llegar allí.

Barranco de Víznar

Durante el camino de vuelta al coche, comenzamos a hablar con unas mujeres. Eran dos vizneras que paseaban por aquella carretera. La conversación giró en torno al barranco. Nos contaron que ellas, como mucha gente de Víznar, lo llamaban el Barranco del Padre Nuestro, porque sus padres les habían enseñado, desde niños, a rezar cada vez que pasaban por sus inmediaciones. Nos contaron como durante la guerra sus familias fueron obligados a acoger y alimentar a los sicarios del Capitán Nestares (José María Nestares Cuéllar) en sus hogares. Nos contaron historias sobre familias rotas: padres y dos hijos, padres y tíos, padre y madre... Nos dijeron como Las Colonias, el campamento para los niños que había a las afueras del pueblo, fue el corredor de la muerte de muchos desgraciados. Nos contaron sobre la ley de silencio que cubrió lo sucedido en aquel Barranco durante muchos años. Nos contaron como Blas (el de La Casita de Papel, junto a Las Colonias) fue obligado a marcharse del pueblo después de que hablara sobre el barranco con un escritor de acento extranjero (Ian Gibson), uno muy interesado en un poeta fusilado allí. Nos contaron la vergüenza que les supuso, durante muchos años, salir del pueblo y, al mencionar el lugar de nacimiento, soportar que los relacionaran con aquel barranco, como si fueras cómplice de lo ocurrido. Y entonces me di cuenta de que los 72 años no han curado nada. Porque ninguna herida se cura cubriéndola, sin más. Me di cuenta de que en aquel Barranco de Víznar hay cuatro mil asesinados que piden justicia o, al menos, un lugar digno donde sus familiares puedan honrar su memoria. Me di cuenta de que aquel pueblo merecía deshacerse del estigma que los señala como un pueblo cómplice de muerte. Me di cuenta que, por mucha tierra que se eche encima de aquel barranco, seguirá rezumando sangre: la sangre de los inocentes.

La Luna sobre el Barranco de Víznar

Hoy vengo contado una historia que a muchos les parecerá vieja, muy oída, repetida. Una historia que algunos piensan que es mejor dejarla como está. Pero, yo no puedo: en aquel barranco hay cuatro mil inocentes que piden justicia. Al despedirme de aquellas mujeres, cuando ya había caído la noche y la luna nos iluminaba... yo escuché sus voces. Y todavía resuenan en mi cabeza. Y, si te fijas, ahora probablemente también resuenen en la tuya.

Fotografía 1: Barranco de Víznar  

domingo, agosto 17

Palabras que gimen

Olive Grove in Andalusia  
Tardará mucho tiempo en nacer, si es que nace,
un andaluz tan claro, tan rico de aventura.
Yo canto su elegancia con palabras que gimen
y recuerdo una brisa triste por los olivos.

Alma Ausente Extraido de: "Llanto por Ignacio Sánchez Mejías" (1935) 
Autor: Federico García Lorca (1898 - 1936)

Fotografía: Olive Grove in Andalusia  
Autor: Landahlauts

domingo, abril 16

Cofrade de Honor

Virgen de la Macarena ®


¿Sabías que el militar golpista español Queipo de Llano está enterrado en la Basílica de la Macarena en Sevilla (Andalucía) donde descansa, según dice en su lápida, "en la Paz del Señor"?

¿Sabías que se le nombró Cofrade de Honor de la Hermandad de la Macarena?

¿Sabías que, en agradecimiento, regaló su fajín y su espada a la Hermandad?

Hasta aquí, todo puede parecer normal. Supongo que en un regimen dictatorial siempre hay quien muestra docilidad y sumisión para obtener algún tipo de prebenda del poder. Y más siendo fieles de una Iglesia que fue, en demasiados casos, cómplice por acción u omisión de los desmanes de la dictadura.

Pero, lo que no es tan normal, lo que indigna a cualquiera, creyente o no, es que la imagen de la Macarena lleve aún hoy en día dicho fajín en todas sus salidas procesionales de Viernes Santo.

Así es, treinta y tantos años después de enterrar al dictador Franco, la popularísima Hermandad de la Macarena homenajea en todas sus salidas de estación de penitencia a un personaje que llevó a la muerte a muchísimos andaluces, sevillanos y habitantes del barrio de la Macarena. Además acoge, en "tierra sagrada", un cadáver manchado con la sangre, por poner un par de ejemplos conocidos, de García Lorca y de Blas Infante.

Este es el homenaje que la Hermandad de la Macarena sigue haciendo, año tras año, al sanguinario Queipo de Llano, al lucir en la cintura de la Virgen el fajín de un militar español que fue incómodo y detestable, incluso, para el mismísimo Franco.

Ese odioso fajín empapado en sangre...

¡Qué difícil es a veces, aguantar las ganas de vomitar!

Texto y Foto: Landahlauts.