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martes, febrero 21

Desinflando tópicos

Guardamos en el subconsciente colectivo la idea del pueblo japonés como gente educada, respetuosa con las normas y extremadamente cívica. Claro que, como todos los tópicos y estereotipos, muchas veces poco tienen que ver con la realidad.

Viviendo al límite... 

Eso, o que los terremotos, los tsunamis y los escapes en centrales nucleares construidas al borde del mar, los han hecho cambiar de actitud y convertirse en gente que vive al límite, arriesgando... 

Fotografía: Viviendo al límite 
Autor: Landahlauts

miércoles, mayo 19

Estereotipo

Vista de la Alhambra y el Generalife

[...] no hay cosa más trágica para un pueblo o una región que esto de que le claven, como a una cruz, a una literatura fácil y superficial y a unos adjetivos inalterables y únicos... Este es el caso de Andalucía. En la época romántica, cuando la imaginación se desvelaba por toda originalidad o espontaneidad primitiva, se produjo un movimiento de atención hacia Andalucía. Unos cuantos viajeros la atravesaron rápidamente en unas diligencias incómodas, por unos caminos ásperos. Teófilo Gautier arrojó sobre ella unas cuantas frases coloristas. Merimèe escribió en Carmen una historia andaluza de toreros y navajazos. Y así nació una Andalucía superficial y chillona, amarrada a unos cuantos adjetivos trágicos, sombríos y fatalistas. Desde entonces ha venido rodando como una moneda corriente.
De: Ensayos Andaluces
Autor: José María Pemán

Crédito Imágen:
Bichebois
Granada. Vista de l'Alhambra y del Generalife (detalle)
Litografía, Siglo XIX

lunes, octubre 15

En los papeles...

Andalucía - La realidad de la tierra del flamenco

Cuando, en enero de 2006, nació La Arbonaida no estaban entre sus objetivos trascender mucho más de este mundo virtual que es Internet. Eran días en que, como visitantes habituales, sólo se encontraban Bahtian y la Dirección General de la Guardia Civil (aunque esta última nunca hacía comentarios).

 Hoy, cuando tiene casi dos años y 120.000 lectores, por una de esas casualidades de la vida, una parte pequeña de La Arbonaida ha dado el salto al mundo del papel. Se trata de un artículo que escribí el día 29 de Junio de 2006 llamado Un Perro Andaluz y que, curiosamente, nació a raíz de un comentario de una lectora sobre los andaluces.

El libro en el que aparece este artículo de La Arbonaida ha sido escrito por Angela Cuevas Alcañiz, se titula "Andalucía. La realidad de la tierra del flamenco" (ISBN 3-89657-730-1) y ha sido editado en Alemania por la Editorial Schmetterling Verlag. Es, además de complemento a la enseñanza del castellano para alumnos germanohablantes, un acercamiento muy interesante a la realidad de Andalucía, fuera de los tópicos que tanto manejan muchas veces todos aquellos que desconocen la realidad de esta tierra del Sur de Europa. Da así una visión somera sobre nuestra riqueza histórica, nuestra economía, nuestras gentes... También esboza un "cómo nos ven" aquellos que, de un modo provisional o permanente, han optado por vivir entre nosotros. Y un "cómo nos vemos" de los propios andaluces. A mi, para que negarlo, me ha hecho feliz que la autora pensara en mis letras para una finalidad como esa. Quizás porque esa es una de las motivaciones primeras de La Arbonaida, la de difundir la realidad de Andalucía, vista a través de mi prisma personal (para nada objetivo, lo sé... tampoco dije nunca que lo fuera).

Perdonen, en cualquier caso, queridos lectores y lectoras, esta avalancha de ego un lunes por la mañana...

"No te imagines que los demás tienen tanto interés en escucharte como el que tú tienes de hablar"

jueves, junio 29

Un perro andaluz

 


Ayer leí, en un comentario, lo siguiente: "...si es que los andaluces, por mal que te siente, tenéis fama por algo, no?..." Supongo que "la fama" que nos adjudican es de flojos, de vagos, de que vivimos de la buena gente trabajadora del norte, de que estamos siempre de fiesta o de romería. Fama de rastreros, de ruínes, de graciosillos, de ignorantes, de incultos, de beatos, de machistas. Fama de maricones si somos de Cádiz, de malafollás y miserables si somos de Granada, de falsos si somos de Málaga, de chabacanos si somos de Sevilla, de secos si somos de Jaén o Almería... ¿Quizás a eso se refería el comentario?

Pero si dejamos a un lado los tópicos y los estereotipos, los andaluces merecemos tener fama por: Ser uno de los pueblos más antiguos de Europa. Nuestros antepasados los tartesos fundaron un estado poderoso hasta su destrucción por los cartagineses. Esto ocurría en el segundo milenio antes de nuestra era. Luego, con la invasión romana, la Bética formó con la Lusitania la Hispania ulterior, provincia senatorial con capital en Córdoba. Una curiosidad sin importancia: dimos dos emperadores a Roma: Trajano y Adriano. En la Andalucía Islámica, Córdoba llegó a ser capital del Califato y el centro cultural y político de todo el Mediterráneo. Córdoba tenía, en aquel entonces, un millón de habitantes, seiscientos baños públicos, calles empedradas y un sistema de alcantarillado propio. 

Mientras tanto, la mayor parte del resto de los pueblos de Europa vivían en condiciones insalubres hacinados en apestosas ciudades, o refugiados en oscuras y apestosas cuevas. Ya por aquel entonces los andaluces eran un pueblo tolerante. Sabíamos respetar la religión de cada cual y todas convivían de un modo aceptable... ¿una prueba?: La Córdoba islámica tuvo obispo durante casi toda la duración de Al-Andalus.

Unos siglos después la historia cambió... recibimos las invasiones bárbaras del norte. ¿Qué nos trajo esto? Granada, por ejemplo, dejó de ser la capital del reino nazaríta y ha llegado a ser lo que es hoy, la última capital de Europa en renta per cápita. De capital de Reino a la última provincia de Europa. Esa es una parte muy somera de la historia de los andaluces y de Andalucía. Con mucha menos historia que mi País... hay regiones que patalean por la autodeterminación. Pero, algo me dice, que "la fama" a la que se refería el comentario estaba más relacionada con lo primero que con lo segundo. Otra posibilidad sería que yo no haya entendido bien el comentario, sobre todo teniendo en cuenta que hoy he trabajado nueve horas y media y ya no estoy para muchas sutilezas. En fin, son casi las dos de la madrugada: la hora habitual a la que me acuesto. El reloj me sonará a las seis o seis y media: la hora habitual a la que me levanto. Pero hoy, no escribiré más... que para algo soy un perro andaluz.

jueves, mayo 25

Estereotipos y tópicos


"En el cielo los cocineros son franceses, los policías ingleses, los mecánicos alemanes, los amantes italianos y los banqueros suizos. En el infierno, en cambio, los cocineros son ingleses, los policías alemanes, los mecánicos franceses, los amantes suizos y los banqueros italianos."

Tópicos y estereotipos, algo de lo que los andaluces sabemos demasiado. Un sambenito que parece imposible de sacudirse y que, venga a cuento o no, escuchas demasiadas veces. 
 
Pero, no solo los andaluces sufrimos tópicos. Otros pueblos del Estado español tienen, por ejemplo, el tópico de su tacañería: los catalanes. Tan es así que, en este último caso, el estereotipo de la tacañería catalana, tiene una antigüedad documentada de cinco siglos. Así es, en "La Lozana Andaluza" del andaluz Francisco Delicado, escrito en el siglo XVI, aparece el siguiente texto: 
 
"Vení acá vos, gaitero. Id con ellas y mirá que es convite de catalanes, una vez en la vida y otra en la muerte."
"La Lozana Andaluza"
Parte Tercera - Mamotreto XLI


Referido a los naturales de Murcia y a los gitanos está el más famoso de todos, es el atribuido al rey Carlos III cuando dijo: 
 
“ni gitanos ni murcianos ni gente de mal vivir quiero en mis ejércitos"
  
En aquellos tiempos los murcianos eran vistos como fuleros, gente rayana en la semidelincuencia, poco serios, gente de frontera e incluso acusados de derrrochadores de agua por su tradicional riego “a manta”.
 
E igual que lo anterior, podríamos recordar los esterotipos de madrileño chulo; gaditano mariquita; gallego socarrón; aragonés bruto y cazurro; vasco beato, borracho y bruto, etc.
 
Cualquier sociologo encontrará las causas. Yo pienso que en un territorio en donde torturamos, quemamos y expulsamos a parte de nuestros conciudadanos por tener una religión distinta, no parece extraña este tipo de actitud.
 
Así que, cuando te venga a la mente los manidos tópicos respecto a los andaluces: graciosillos, flojos, simpáticos, etc. piensa que tópicos hay de todo tipo y de todo el mundo. Algunos, incluso con casi cinco siglos de antiguedad.

Todos igual de injustos y despreciables.