[...] no hay cosa más trágica para un pueblo o una región que esto de que le claven, como a una cruz, a una literatura fácil y superficial y a unos adjetivos inalterables y únicos... Este es el caso de Andalucía. En la época romántica, cuando la imaginación se desvelaba por toda originalidad o espontaneidad primitiva, se produjo un movimiento de atención hacia Andalucía. Unos cuantos viajeros la atravesaron rápidamente en unas diligencias incómodas, por unos caminos ásperos. Teófilo Gautier arrojó sobre ella unas cuantas frases coloristas. Merimèe escribió en Carmen una historia andaluza de toreros y navajazos. Y así nació una Andalucía superficial y chillona, amarrada a unos cuantos adjetivos trágicos, sombríos y fatalistas. Desde entonces ha venido rodando como una moneda corriente.
De: Ensayos Andaluces
Autor: José María Pemán
Crédito Imágen:
Bichebois
Granada. Vista de l'Alhambra y del Generalife (detalle)
Litografía, Siglo XIX