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jueves, febrero 14

El alfarero




Todo tu cuerpo tiene
copa o dulzura destinada a mí.

Cuando subo la mano
encuentro en cada sitio una paloma
que me buscaba, como
si te hubieran, amor, hecho de arcilla
para mis propias manos de alfarero.

Tus rodillas, tus senos,
tu cintura faltan en mí como en el hueco
de una tierra sedienta
de la que desprendieron
una forma,
y juntos
somos completos como un solo río,
como una sola arena.


Pablo Neruda (1904-1973)
"Los versos del capitán" - 1952

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miércoles, noviembre 21

Desarraigo


Fotografía: The Ugly Duckling 
Autor: Landahlauts

Recuerdo que en el colegio tuve una compañera que se llamaba M.C.

M.C. era una chica guapa, con un ensortijado pelo negro azabache y los ojos grandes, también negros. Se notaba a la legua que era andaluza. Ella, en realidad, no había nacido en Andalucía. Sus padres, como tantos andaluces, marcharon a otras tierras en busca de un futuro mejor. Su destino fue Alemania. Y allí nació, en Múnich (Baviera). 

Con el paso de los años, después de mucho trabajar, con algunos ahorros, cansados de la lejanía y viendo mejores expectativas en Andalucía, regresaron. En cuanto M.C. llegó al colegio "se le asignó" un alias, uno de esos que los niños emplean con tanta facilidad y que suelen ser dolorosamente crueles. A M.C., para diferenciarla de otra chica que se llamaba así, la llamábamos M.C. "La Alemana". Pasado algún tiempo, "La Alemana" llegó a ser una de mis mejores amigas. En cierta ocasión me comentó, con amargura, el dolor que le producía que la llamaran así. Decía que durante toda su vida, viviendo en Alemania, había sido considerada "La Española" y que, aunque jamás la rechazaron por ello, siempre le sirvió para considerarse distinta y extraña. Por eso, cuando sus padres decidieron retornar a Andalucía, se alegró pensando en que por fin estaría en su lugar. En el lugar de donde procedía y donde nadie la consideraría extranjera. La realidad fue distinta y M.C. comprobó con amargura como era considerada extranjera en dos países a los que amaba.

 Anoche, en el Canal Viajar, vi un documental que me recordó la historia de M.C.. Se llamaba "Viaje a mis raíces" (Family Footsteps). En el capítulo de anoche una chica australiana, hija de padre inmigrante, viaja al país de sus antepasados, a Egipto. Ella es una chica integrada en la vida de Australia, una mujer vitalista, practicante de deportes de aventura, independiente y autosuficiente. En Egipto se encontrará con los primos y los tíos que dejó atrás su padre, conocerá un país distinto al suyo, una realidad alejada de que le es cotidiana. Pero, a pesar de las diferencias entre la sociedad de la que viene y aquella, se da cuenta de que hay algo que la une a aquel país lejano. Un extraño vínculo existe, hay algo que la hace reconocer en su interior aquello que, paradójicamente, nunca ha conocido. Algo que la hace llorar de emoción al contemplar las Pirámides o al visitar la tumba de sus abuelos, a los que nunca conoció en persona. Pero, en el fondo, sabe que aquella no es, ni será nunca, su realidad. En cierto momento del documental, relata con tristeza como en Australia se ha considerado siempre distinta por su tono oscuro de piel y como en Egipto, por su mentalidad y su forma de comportarse y actuar, se ve como una extranjera más. Extranjera en todos lados, como M.C.

¡Cómo debe de doler en el alma ese desarraigo!

«Pienso que el hombre debe vivir en su patria y creo que el desarraigo de los seres humanos es una frustración que de alguna manera u otra entorpece la claridad del alma. Yo no puedo vivir sino en mi propia tierra; no puedo vivir sin poner los pies, las manos y el oído en ella, sin sentir la circulación de sus aguas y de sus sombras, sin sentir cómo mis raíces buscan en su légamo las substancias maternas.»
Pablo Neruda Confieso que he vivido

martes, noviembre 20

Hoy...


Fotografía: Concha (1)
Autora: Hoja_viva

Hoy, este día fue una copa plena,
hoy, este día fue la inmensa ola,
hoy, fue toda la tierra.

Hoy el mar tempestuoso
nos levantó en un beso
tan alto que temblamos
a la luz de un relámpago
y, atados, descendimos
a sumergirnos sin desenlazamos.

Hoy nuestros cuerpos se hicieron extensos,
crecieron hasta el límite del mundo
y rodaron fundiéndose
en una sola gota
de cera o meteoro.

Entre tú y yo se abrió una nueva puerta
y alguien, sin rostro aún,
allí nos esperaba.

Pablo Neruda (1904-1973)
"8 de Septiembre"
"Los versos del capitán" - 1952

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martes, noviembre 6

Tus pies


Cuando no puedo mirar tu cara
miro tus pies.

Tus pies de hueso arqueado,
tus pequeños pies duros.

Yo sé que te sostienen,
y que tu dulce peso
sobre ellos se levanta.

Tu cintura y tus pechos,
la duplicada púrpura de tus pezones,
la caja de tus ojos que recién han volado,
tu ancha boca de fruta,
tu cabellera roja,
pequeña torre mía.

Pero no amo tus pies
sino porque anduvieron
sobre la tierra y sobre
el viento y sobre el agua,
hasta que me encontraron.

 Pablo Neruda, 1904-1973
 "Los versos del capitán", 1952

domingo, septiembre 2

Desnuda eres...


Fotografía: Desnuda 
Autor: Landahlauts

Soneto XXVII

Desnuda eres tan simple como una de tus manos,
lisa, terrestre, mínima, redonda, transparente,
tienes líneas de luna, caminos de manzana,
desnuda eres delgada como el trigo desnudo.

Desnuda eres azul como la noche en Cuba,
tienes enredaderas y estrellas en el pelo,
desnuda eres enorme y amarilla
como el verano en una iglesia de oro.

Desnuda eres pequeña como una de tus uñas,
curva, sutil, rosada hasta que nace el día
y te metes en el subterráneo del mundo

como en un largo túnel de trajes y trabajos:
tu claridad se apaga, se viste, se deshoja
y otra vez vuelve a ser una mano desnuda.

 De "Cien Sonetos de Amor" 
(1959) de Pablo Neruda

Morning XXVII
Naked, you are simple as one of your hands,
smooth, earthy, small, transparent, round:
you have moon-lines, apple-pathways:
naked, you are slender as a naked grain of wheat.

Naked, you are blue as a night in Cuba;
you have vines and stars in your hair;
naked you are spacious and yellow
as summer in a golden church.

Naked, you are tiny as one of your nails -
curved, subtle, rosy, till the day is born
and you withdraw to the underground world,

as if down a long tunnel of clothing and of chores:
your clear light dims, gets dressed - drops its leaves -
and becomes a naked hand again.

  Extract from: "Cien Sonetos de Amor" (1959)

miércoles, febrero 14

Bella



Bella, de Pablo Neruda.

Bella,
como en la piedra fresca
del manantial, el agua
abre un ancho relámpago de espuma,
así es la sonrisa en tu rostro,
bella.

Bella,
de finas manos y delgados pies
como un caballito de plata,
andando, flor del mundo,
así te veo,
bella.

Bella,
con un nido de cobre enmarañado
en tu cabeza, un nido
color de miel sombría
donde mi corazón arde y reposa,
bella.

Bella,
no te caben los ojos en la cara,
no te caben los ojos en la tierra.
Hay países, hay ríos
en tus ojos,
mi patria está en tus ojos,
yo camino por ellos,
ellos dan luz al mundo
por donde yo camino,
bella.

Bella,
tus senos son como dos panes hechos
de tierra cereal y luna de oro,
bella.

Bella,
tu cintura
la hizo mi brazo como un río cuando
pasó mil años por tu dulce cuerpo,
bella.


Bella,
no hay nada como tus caderas,
tal vez la tierra tiene
en algún sitio oculto
la curva y el aroma de tu cuerpo,
tal vez en algún sitio,
bella.

Bella, mi bella,
tu voz, tu piel, tus uñas
bella, mi bella,
tu ser, tu luz, tu sombra,
bella,
todo eso es mío, bella,
todo eso es mío, mía,
cuando andas o reposas,
cuando cantas o duermes,
cuando sufres o sueñas,
siempre,
cuando estás cerca o lejos,
siempre,
eres mía, mi bella,
siempre.


Bella

Bella,
come nella pietra fresca
della sorgente, l'acqua
apre un ampio arco di spuma,
cosí è il sorriso sul tuo volto,
bella.

Bella,
di fini mani e di piccoli piedi
come un cavallino d'argento,
che corre, fiore del mondo,
così ti vedo,
bella.

Bella,
con un nido di rame intrecciato
sulla testa, un nido color
di miele e di ombra
dove il mio cuore riposa e brucia,
bella.

Bella,
gli occhi non li contiene il tuo volto,
non li contiene la terra.
Ci sono paesi, fiumi
nei tuoi occhi,
c'è la mia patria nei tuoi occhi,
io vi cammino,
essi danno luce al mondo
dove io cammino,
bella.

Bella,
i tuoi seni sono come due pani
fatti di terra, grano e luna d'oro,
bella.

Bella,
la tua vita
l'ha scolpita il mio braccio come un fiume
che sia passato mille anni per il tuo dolce corpo,
bella.

Bella,
non esiste nulla come i tuoi fianchi;
forse la terra possiede
in qualche luogo nascosto
la forma ed il profumo del tuo corpo,
forse, in qualche luogo,
bella.

Bella, mia bella,
la tua voce, la tua pelle, le tue unghie,
bella, mia bella,
la tua essenza, la tua luce, la tua ombra,
bella,
tutto questo è mio, bella,
tutto questo è mio, mia,
quando cammini o riposi,
quando canti o dormi,
quando soffri o sogni,
sempre,
quando sei vicina o lontana,
sempre,
sei mia, mia bella,
sempre.


Pablo Neruda

sábado, abril 1

1 de Abril de 1985



~~SONETO LXIX~~

Tal vez no ser es ser sin que tú seas,
sin que vayas cortando el mediodía
como una flor azul, sin que camines
más tarde por la niebla y los ladrillos,

sin esa luz que llevas en la mano
que tal vez otros no verán dorada,
que tal vez nadie supo que crecía
como el origen rojo de la rosa,

sin que seas, en fin, sin que vinieras
brusca, incitante, a conocer mi vida,
ráfaga de rosal, trigo del viento,

y desde entonces soy porque tú eres,
y desde entonces eres, soy y somos,
y por amor seré, serás, seremos.




Extraido de "Cien Sonetos de Amor"
Escrito por Pablo Neruda

Crédito de la Fotografía: Soldelsur

viernes, febrero 10

El Cenador de la Poesía: Pablo Neruda

ME gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.

Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.

Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
déjame que me calle con el silencio tuyo.

Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.

Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.
Pablo Neruda (1904/1973)
 (Ricardo Eliezer Neftalí Reyes Basoalto)