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domingo, noviembre 14

Objetos perdidos...

No esperéis de esta entrada un "cualquier tiempo pasado fue mejor": detesto los "momentos Cuéntame", no soy de añorar el pasado. Pero...

Pérdida
... cuando leo algo así en un periódico antiguo... me doy cuenta de cuanto ha cambiado la sociedad y la forma de ver muchas cosas. Hoy en día resultaría impensable que se solicitara la devolución de una cartera a través de una noticia en un periódico, que se hiciera la referencia a la situación económica lamentable de la propietaria y que... incluso, publicaran la dirección de su domicilio particular para que fuera devuelta allí....

Nunca sabremos si alguien hizo esa obra de caridad y evitó que aquella pobre viuda quedara en la miseria...

Aclaración: la ilustración corresponde al Periódico IDEAL del día 3 de Mayo de 1937 y pertenece a mi "hemeroteca" personal.

martes, mayo 27

El pósit

Hijos del Agobio  

Sí, ya sé que podría haberlo anotado en un pósit, en lugar de hacerlo en el blog. Pero, es que luego olvido donde puse la dichosa notita y no quiero volver a pasar una tarde como la de ayer.

Protocolo a seguir en caso de no encontrar la cartera:
 
¿Qué hacer?
1.- Buscarla con calma y atención, durante un tiempo mínimo de 20 minutos.
2.- Buscarla con calma y atención, poniendo especial empeño en el pantalón que vestía la última vez que la usé.
3.- Si llegados a este punto no aparece, parar durante un rato, tomar un té tranquilamente y volver a empezar por el punto 1.  

¿Qué no hacer?
1.- Ponerse nervioso y buscar sin demasiado interés, convencido de que te la han robado.
2.- Echarle la culpa a los demás de que no aparezca: mitiga momentáneamente la sensación de gilipollas, pero provoca el efecto colateral de crear malas caras.
3.- Dar de baja por robo todas las tarjetas de crédito.
4.- Temer, sin argumentos fundados, que el boleto de Lotería Primitiva que llevabas en la cartera haya sido el que ha resultado agraciado con 14 millones de euros.
5.- Presentar denuncia. A ver si así, la próxima vez... ¿Y ustedes, mis queridos/as desconocidos/as? ¿Pierden también hasta la cabeza a la menor oportunidad?

Fotografía: Hijos del Agobio 
Autor: Landahlauts

martes, junio 27

Olvidos

En el sistema público de transporte de Londres hay una oficina de objetos perdidos. Allí van a parar las cosas que se encuentran en el metro, autobuses o taxis urbanos de la ciudad. Una cantidad ingente de cosas, en algunas ocasiones, inverosímiles: Cada hora: Dos billeteras, bolsas de mano o monederos Dos móviles. Un juego de llaves. Cada día: Sesenta y cinco portafolios, mochilas y similares. Cincuenta y siete libros. Siete pares de guantes. Cincuenta y tres prendas de vestir Cada año: Siete mil paraguas Seis mil pares de gafas Seis mil joyas, cámaras y portátiles. Cosas "raritas" o curiosas: Vestidos de novia, togas de abogados, aparatos para hacer ejercicios, un saco de uvas pasas, una lancha de cuatro metros y medio de eslora, una urna con cenizas de un difunto olvidado, consoladores, un banco de parque, un portafolios con dieciocho mil dólares en efectivo, un águila disecada, varias dentaduras postizas, muchos ojos de vidrio, algunas piernas y brazos ortopédicos, un corta-cesped, un ataúd vacío, implantes para pechos, un sofá cama, esquís para agua, un frasco con esperma de toro, tres murciélagos en una caja de plástico, seis máscaras africanas y tres antigás de la Segunda Guerra, un arpón, una bolsa con dos cráneos, un lavadero de cocina, una bolsa con diamantes valorados en setenta mil dólares. Y es que, algunas veces, no sabemos ni donde tenemos la cabeza. Sobre todo después de un duro día de trabajo. Landahlauts. Datos tomados de BBCmundo.com

¿Adónde van las maletas perdidas?

De las maletas que circulan por los aeropuertos del mundo, aproximadamente dos millones de maletas diarias, no todas llegan a su destino. No hay una estadística oficial, pero se calcula que una de cada diez mil nunca llegará a su propietario. De estas maletas perdidas, sólo un 20 % serán denunciadas, la mayoría de las veces por la premura del viajero para enlazar con otro vuelo. Cuando Iberia era pública prestaba el servicio de recuperar maletas perdidas, disponía en el aeropuerto de Barajas de una enorme nave donde se depositaban maletas de cualquier procedencia y, en algunos casos, con 20 años de antigüedad. Posteriormente, AENA se encargó del servicio, y en una de las últimas "limpiezas" de sus instalaciones llegaron a encontrar piernas ortopédicas, jamones putrefactos, dentaduras postizas, sillas rotas, maletas rotas... Es en esos almacenes donde distintos operarios proceden a la apertura de los equipajes extraviados con el fin de encontrar algún dato identificativo de su propietario. En caso negativo, y transcurridos tres meses, la compañía, según establece el artículo 100 de la Ley de Navegación Aérea, tiene la obligación de proceder a pública subasta de su contenido con la obligación de la inserción de distintos anuncios en los principales periódicos de tirada nacional para dar a conocer la fecha y hora de la convocatoria. Algunas compañías, sin embargo, optan -sin reconocerlo-, por otro sistema: pasados seis meses, y si su propietario no ha aparecido, las maletas son donadas a ONGs. Pero no todos son extravíos o pérdidas involuntarias, cuando AENA era la responsable de los objetos perdidos éstos se almacenaban en una sala habilitada al efecto. Cuando el viajero se percataba de que su bolsa de viaje, su equipaje, su cámara de vídeo o cualquier otro efecto personal habían volado presentaba la reclamación en la oficina correspondiente. Pero, la mayoría de los afectados, «con tal de no perder el avión daba sus pertenencias por perdidas», comentan empleados de AENA. Lo que en realidad había sucedido era que algunos empleados de seguridad del aeropuerto -los menos, eso sí-, haciéndose valer de su uniforme, cogían el equipaje. Si el viajero lo advertía ellos se amparaban en su condición de guardas para justificar su actitud. Si no era así, se llevaban el objeto en cuestión y esperaban la finalización de su turno de trabajo para depositarlo en la oficina de objetos perdidos, donde se le hacía entrega de un resguardo. Como la ley establece que, si pasado un periodo de tres meses, el titular del objeto perdido no aparece pasa a propiedad del que lo encontró los empleados de seguridad pasaban a cobrar su pieza.
Landahlauts se pregunta si habrá un limbo de maletas perdidas.