Veía a Barack Obama paseando con su mujer por las calles de Washington, mientras era aclamado por sus compatriotas (Memento Mori), una vez investido como cuadragésimo cuarto Presidente de los Estados Unidos de América. Se me ocurrieron algunas reflexiones que quisiera compartir con vosotros:
¿Cuántos de nosotros podríamos pensar, hace un par de años, que un ciudadano negro podría ser Presidente de los Estados Unidos?
¿Cuántos de nosotros podríamos imaginar, después del 11-S, que un ciudadano de nombre "Barack Hussein" y de familia mayoritariamente musulmana, podría ser Presidente de los Estados Unidos?
Creo que, prácticamente nadie habría apostado un céntimo porque se dieran, al menos, uno de los dos supuestos.
Pues, ahí está
Barack Hussein Obama Jr. el cuadragésimo cuarto Presidente de los Estados Unidos de América.
El listón, lo ha dejado su antecesor muy, muy bajo (era, ¿cómo era?... Bush, ¿no?). A pesar de ello, mucho me temo que Barack defraudará, en mayor o menor medida, porque son demasiadas las expectativas que se han puesto en él. Pero él y su país (ese que tantas, tantas veces se ha portado de modo prepotente y chulesco con otros países) nos han dado una lección.
¿Algún
Jonathan Heredia Maya, gitano y de religión evangelista, para Presidente del Gobierno de España? ¿Y de alguna Comunidad? ¿Vosotros lo veis posible?
Yo, sinceramente, no.
Nota: Hoy hay dos anotaciones en La Arbonaida, un 2 x 1 muy especial, no os despistéis!!!