Eran tantos los interesados en cubrir la plaza del tristemente defenestrado Kimi Räikkönen... A saber:
Charles Robert Darwin quien, en el segundo centenario de su nacimiento, quería demostrar como el ser humano puede evolucionar y adaptarse hasta el punto de poder conducir un coche de Fórmula 1, aunque hayas nacido en 1809.
Albert Einstein... este hombre lo habría hecho bien por narices: frío y calculador, estoy seguro de que no se le habría escapado ni un detalle.
Marie Curie, con ella, el equipo de Ferrari podría haber cumplido las leyes y criterios de paridad hombre-mujer existentes en Europa. Habría sido muy impactante a nivel publicitario: una mujer conduciendo un coche de fórmula 1. Y ella... sabe arriesgar. Aunque, después de las carreras, habría dejado siempre el coche lleno de isótopos...
Incluso, modestamente, un servidor no habría tenido inconveniente alguno. Sólo habría puesto una condición, claro...
... que mis colores fueran el blanco y el verde. Algo lógico, por otra parte.
Fernando Alonso Díaz, el piloto español-español, con domicilio fiscal en Suiza. Hay que reconocer que el muchacho se lo ha currado, llevaba arañando con la patita en la puerta de Ferrari unos cuantos años. Y tiene la ventaja añadida de que sale cinco millones al año más barato que Kimi.
Eso sí, no me gustaría estar en su pellejo cuando se cruce por los pasillos de la Scuderia en Maranello con el heptacampeón mundial, Michael Schumacher:
Eso sí, no me gustaría estar en su pellejo cuando se cruce por los pasillos de la Scuderia en Maranello con el heptacampeón mundial, Michael Schumacher:
«Zidane se fue con más gloria que Schumacher -respondiendo a una comparación en la pregunta-. Michael es el piloto con más sanciones y más antideportivo de la historia de la F-1.»
En cualquier caso, deseo que le vaya muy bien, no por él. Por la Scuderia Ferrari, por el equipo: Ad maiorem Ferrari gloriam