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miércoles, mayo 23

Manos amantes...


La sabia mano a cuyo tacto ardiente
vibra la carne como un instrumento,
prolongó la agonía del momento
en una languidez intermitente...

¡Oh, el cálido contacto de tu frente!
¡Oh, tu dorso desnudo y opulento
echado sobre mí, como un sediento
sobre la superficie de una fuente!

Mis besos perfumaron el vacío
de un húmedo y mortal escalofrío...
¡Y bajo tu melena estremecida

en un áureo manojo de serpientes,
sentí sangrar y sucumbir mi vida,
entre el canibalismo de tus dientes!


"La sabia mano cuyo tacto ardiente..."
Francisco Villaespesa (1877 - 1936 )
Poeta y ensayista.
Andaluz, de Laujar de Andarax



De interés: El Poema de la Carne - Villaespesa en la Alhambra

martes, mayo 30

Francisco Villaespesa


Esta es la placa que comenté en el post de ayer. Por cierto: ¿qué os pareció la visita virtual a la Alhambra?

lunes, mayo 29

La Alhambra o la belleza de lo efímero


En la entrada de la Alhambra, junto a la Puerta de las Granadas, hay una placa con este texto de Francisco Villaespesa:

«A Alhamar, el varón más insigne de la Casa de NASAR, fundador de la Alhambra.


Porque sobrepujaste los límites del Tiempo y del espacio, haciendo palidecer todas las bellezas de la Naturaleza, al crear las maravillas de este Alcázar, para ceñir de gloria y de inmortalidad las divinas sienes de la Ciudad inconfundible y Única, recibe el homenaje conmovido de Granada y con él la admiración y respeto del Mundo, y el llanto de tus hijos desterrados que, aún en las soledades del desierto, a la luz de las estrellas, sueñan con el Paraíso de tus estancias encantadas.


No temas las injurias del Tiempo ni las veleidades de la Fortuna, porque tu ardor desmesurado se eternizó en el portento de estos recintos.


Podrán quedar ni aún las sombras de estos muros, pero su recuerdo, será siempre imperecedero, como único refugio posible del ensueño y del Arte.


Y entonces el último ruiseñor que aliente sobre el Mundo fabricará su nido y entonará sus cánticos, como una despedida, entre las ruinas gloriosas de la Alhambra.»

Poeta Andaluz (1877-1936)


Después de haber visitado la Alhambra, cuando aún te encuentras ebrio de sensaciones y de belleza... resulta muy difícil leer esto y no sentir un escalofrío. Yo lo siento cada vez que me paro junto a la Puerta de las Granadas y lo leo.

Nota: Lo prometido es deuda. Landahlauts, prometió llevaos a la Ahambra. Los andaluces somos gente de palabra, comienza tu visita pulsando aquí.