Las advocaciones de la Virgen y de Cristo en la Iglesia Católica son numerosas y variadas. Algunas resulta curiosísimas por sus nombres:
La Virgen Desatanudos (Nuestra Señora de Knotenlöserin - María, la que Desata los Nudos), en Augsburgo (Alemania).
El Cristo de la Repolla: Aunque no existe realmente como advocación, hay una leyenda sobre él y tiene una calle en Cifuentes, Guadalajara (España).
La Virgen de la Regla: una advocación mariana muy popular en Chipiona (en la Comarca de la Costa Noroeste de Cádiz, Andalucía).
Después de todo esto, pensaba que no podía haber advocación alguna que causara mi sorpresa. Pero me equivoqué:
Esta noticia apareció ayer en el
Diario Ideal, en su edición en papel para Granada. Trata sobre cómo van a actuar las Hermandades de Granada con respecto a la pandemia de Gripe A (N1H1), también da información con respecto a algunas funciones religiosas. Una de ellas tiene como protagonista a una Virgen muy particular cuyo nombre podemos encontrar en las líneas finales del artículo anterior:
Nuestra Señora de la Patraña, ahí la tenéis. Una nueva advocación que parece más propia de una asociación de ateos que de un grupo de católicos. Pero en fin... allá cada cual.
Agradecimiento: a La Bicuñada, que fue la que leyó la noticia.
Aclaración, por si alguien no se entera o yo no me he explicado: en este blog hay dos asuntos que procuro respetar de modo exquisito. El primero es "con quién se mete la gente en la cama" y el segundo es "delante de quién se pone la gente de rodillas". O, dicho de otro modo: las creencias religiosas y la sexualidad de cada cual. En ningún caso pretendo hacer mofa de la fe de nadie, a pesar de que me resulte muy curiosos los nombres de algunas advocaciones. Sí he bromeado con la errata de un periódico. Nada más.