Cuando una empresa quiebra o un negocio cierra hay algo más que pérdida económica. Casi siempre hay un montón de dramas humanos: el de cada trabajador que se queda sin trabajo, por ejemplo. También, porque no decirlo, un dolor en la persona o personas que lo crearon, que pensaron que aquello podía ser un negocio viable y que les dedicaron su trabajo, su ilusión y un montón de dinero. La mayoría de las veces todo esto no trasciende. Sólo trasciende cuando es una empresa grande que deja una gran cantidad de gente en la calle y que luchan, de modo justo y digno, por defender su puesto de trabajo. Cuando la empresa es pequeña muere sin hacer ruido.
En Alcampo Granada había, hasta hace pocas fechas un multicine.
No creáis que era un cine de esos de solera, muy antiguo y con mucho lujo. Se llamaba Cinemas Alhambra. Eran unos multicines pequeños, doce salas, creo recordar. Esta tarde he visto que habían cerrado. Han cerrado sin pena ni gloria. Sin hacer ruido, a pesar del dolor que habrá supuesto para todos y cada uno de los que trabajaban allí.
Sería fácil buscar culpables. Podríamos decir que la multinacional Kinépolis ha instalado a un kilómetro escaso un multicine super-hiper-mega-de-lo-más: moderno, confortable, cómodo, caro… Podríamos recordar que Kinépolis ha alquilado este verano la última terraza de verano de Granada(Los Vergeles)… probablemente para que no se percibiera el posible daño que pueda haber hecho a los demás cines su irrupción en una ciudad tan pequeña. Pero no lo haré. Esta es una economía libre, la competencia se supone que favorece al consumidor y nadie ha faltado a la legalidad. Yo acudo regularmente a Kinépolis Granada y me gustan bastante.
Pero esta tarde, cuando he ido a Alcampo y he visto el Cinemas Alhambra, he visto las carteleras sin afiches, las taquillas abandonadas, el hall vacío y sucio… he sentido pena, he sentido nostalgia y un pelín de amargura.
¿Qué tendrá de especial un cine? ¿Qué lo hace especial y distinto a cualquier otro negocio arruinado? ¿Quedarán sus paredes impregnadas de las risas, los miedos, los buenos ratos, los sobresaltos... de sus espectadores?
Descanse en paz el Cinemas Alhambra.