Vermeer de Delft La muchacha de la perla, 1665 The Mague, Mauritshuis, 47 x 40 cm.
Te acercas. Miras el cuadro. Es una mujer de belleza serena, tranquila. Infunde paz. De pronto, sus ojos se cruzan con los tuyos. Ahora eres tú el que se siente observado. Los papeles cambian. La mujer del cuadro te observa y mira en tu interior, hurga en tu alma. Tú, avergonzado por saberte descubierto, bajas la vista. No osas mirarla, piensas que has roto su intimidad, te sientes mal. Ahora ella te conoce, conoce tu interior. Eres suyo.