Hoy suena en La Arbonaida la Obertura de la ópera de
Richard Wagner "
Tristán e Isolda" (1857-1859).
Ayer, 13 de febrero, fue el aniversario de la muerte de Wagner, ocurrida en 1883. Esa excusa y la excusa del amor, un tema comercialmente apropiado para un día como hoy, han sido las que me han llevado a traer un pasaje sublime de Wagner... uno de tantos.
Pocos autores me logran conmover como Richard Wagner y, curiosamente, más en pasajes instrumentales que en pasajes de ópera.
Decía Schopenhauer que la música es el único medio de expresar el significado profundo de la existencia. Y Wagner lo entendió así. Por ello sólo la música nos podría mostrar el amor de Tristán e Isolda de una manera tan profunda. Es un amor que sólo se materializará en la muerte, más allá de esa existencia real... en donde no pudo tener lugar.