Al final, el supuesto cierre temporal por dos años para dedicarlos a reinventarse y a la investigación... para intentar ahondar en la búsqueda y estudio de nuevos sabores, de novedosos elementos culinarios que puedan ser incorporados a su excelsa y refinadísima catedral de la gastronomía mundial...
Al final, destrás de todo había números rojos y, lo que es peor, otro ERE:
«El cierre del restaurante "El Bulli", el mejor del mundo según algunos críticos, no será temporal, sino permanente, tras haber registrado pérdidas anuales de medio millón de euros, según confiesa el cocinero Ferran Adrià a The New York Times.»
Con lo fácil, honrado y sincero que hubiera resultado decir: "Señoras, señores: cierro porque soy un cocinero excelente pero mi gestión ha dado un pésimo resultado y la situación económica de "El Bulli" se ha visto agravada por la crísis. Adiós".
Al menos, a los incondicionales, les quedan un par de consuelos:
Vamos, que al menos se podrán tomar tostadas con mantequilla o chocolate con churros. Eso sí, deconstruidos y llenos de creatividad.
Actualización 22:42 hrs: Que no, que no...
Actualización 22:42 hrs: Que no, que no...
Fotografía: El Rincón de Michael Landon
Autor: Landahlauts