Decid a mis amigos
que he muerto.
(El agua canta siempre
bajo el temblor del bosque.)
Decid a mis amigos
que he muerto.
(¡Cómo ondulan los chopos
la gasa del sonido!)
Decid que me he quedado
con los ojos abiertos
y que cubría mi cara
el inmortal pañuelo
del azul.
¡Ah!
y que me fui sin pan a
mi lucero.
2 comentarios:
Ahora es temporada de dalias y Lorca es atemporal.
Saltos y brincos
En este caso no hubo necesidad de decirlo, todo el mundo se enteró del vil asesinato, aunque yo debiera de haber escrito, TODO EL MUNDO geográficamente hablando.
Que siga descansando en paz, mientras que me encantaría que existiera el infierno para que sus asesinos se jodieran en el eternamente...
Salud
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