Un corazón infantil...

«La gente cree que soy una persona bastante extraña.

Eso es incorrecto: tengo el corazón de un niño pequeño...

...Está en un frasco de vidrio, sobre mi escritorio»

Stephen King (1947)

Escritor estadounidense

¿Y tú?... ¿tienes algo de niño aún?

Fotografía: Corazón - Ser Humano

Autor: Landahlauts

Tómate esta pastilla, hijo

Este es el silencioso grito de socorro de un hijo maltratado:

"Mi mamá es la vergüenza de la familia. No fumes, no bebas... mientras tanto me envenena con barbitúricos."

Estaba escrito en la fachada de una farmacia, en la granadina calle Mesones. Supongo que el pobre chaval lo escribió apresuradamente, mientras su perversa madre compraba un par de cajas de barbitúricos.


De esta foto haría el Maestro King una novela de 1.500 páginas... como mínimo.

Stephen King, el anciano y la palmera

Si en algún lejano bosque cae un árbol en un momento dado y nosotros no tenemos ninguna percepción de ese suceso, podemos asumir tranquilamente que el fenómeno no ha tenido lugar. Es el llamado solipsismo: la creencia según la cual solo existe o solo puede ser conocido el propio yo o lo captado por mis sentidos. Por ello, si en un recóndito lugar del planeta Tierra un anciano de 62 años se cae desde un árbol a cinco metros de altura y resulta herido pues, la verdad, es que nos importaría más bien poco. Somos así, por aquello del solipsismo dichoso. Ahora bien, si el anciano de 62 años es Keith Richards y se cae de una palmera en las islas Fiji a veinte días de comenzar su gira europea –A bigger bang- como guitarrista de los Rolling Stones. Y si, además, tengo calentita una entrada para el concierto de El Ejido en el bolsillo... la cosa cambia. Estoy, sinceramente, muy preocupado por el estado de Keith Richards. Busco y rebusco en la red cualquier noticia sobre su salud. No me ocurría nada parecido desde aquel triste 19 de junio de 1.999, en el que Stephen King era embestido por un Dodge Caravan de 1985, que lo mandó a una zanja de 4 metros de profundidad desde el pavimento de la carretera de la Ruta 5. Resultó malherido y tardó en curar varios meses. Sólo la página oficial de Stephen King nos mantuvo informados durante ese tiempo. Gracias a ellos, a Stephen y a Keith, comienzo a pensar que todo lo que le ocurre al ser humano, en cualquier parte del mundo, me atañe, ahí me considero integrante de una especie. Gracias, Stephen y Keith, por hacerme sentir un ser social, un integrante de la especie humana..

Gracias, pero me queda una interrogante: ¿Qué puñetas pintaba un tío de sesenta y dos años subido en una palmera? 

Landahlauts comienza a ser un ser social.