Una de esas leyendas urbanas, muy extendida por Europa y América, es la de Papá Noel. Asegura que, tal día como hoy, un simpático vejete vestido de rojo y blanco entra a nuestras casas para "dejar regalos". El citado individuo se hace llamar de distintas maneras, según el lugar del mundo en el que opere: Papá Noel, Santa Claus, Viejito Pascuero, Colacho o San Nicolás, son algunos de los nombres más conocidos.
Es falso. Este individuo comenzó trabajando para Coca-Cola: durante los años treinta protagonizó alguna campaña publicitaria con ese mismo disfraz. Parece ser que, por su afición a la bebida, fue despedido sin contemplaciones por el daño que hacía a la marca. Se convirtió en un marginado, en un paria , y comenzó su faceta como delincuente. Desde entonces se dedica a desvalijar domicilios de honrados ciudadanos. Aprovecha para ello el disfraz que utilizaba en los spots televisivos y se introduce, normalmente, por las ventanas, balcones o chimeneas. También es falso que vaya, como asegura la leyenda urbana, en un trineo con renos... ¡¡¡por favor!!! ¿de verdad pensáis que un viejo alcohólico y maloliente, con un disfraz ridículo, va a entrar a vuestra casa a "dejar regalos"? ¿alguien ha visto alguna vez en las calles de Tíjola, por ejemplo, un trineo tirado por renos y conducido por un tipo con un traje ridículo? ¿O en las calles de Almonte???.
Pongamos los pies en el suelo y seamos sensatos: este tipo es un maleante y lo que hace es un delito, se llama allanamiento de morada. Si os encontráis cara a cara con él puede tener un comportamiento peligroso. Así que, hacedme caso, si lo véis trepando por vuestra fachada... disparad. Disparad sin avisar, sin preguntar, sin miramientos... Con un buen abogado podréis alegar defensa propia, quedaréis en libertad y habréis hecho un favor al resto de los ciudadanos. Ya es hora de dar una lección a este indeseable.
Fotografía: Allanamiento de morada
Autor: Landahlauts