Este año no pudo ser. No hubo doblete. Lewis Hamilton ha demostrado ser lo que algunos llevamos tiempo viendo en él: un verdadero campeón.
Se podrían rescatar ahora aquellos comentarios de alguna prensa deportiva española que menospreciaban las victorias del inglés al achacarlas a los reglajes y las telemetrías de Fernando Alonso (se decía que Hamilton copiaba los reglajes que hacía Alonso y que por eso ganaba).
Este año Lewis ha ganado, in extremis, pero por méritos propios. Enhorabuena a él y su equipo.
Felipe Massa, tras un campeonato más que irregular, vió como se le escapaba el campeonato en la última curva.
A pesar de todo, Ferrari gana un nuevo Campeonato del Mundo de Constructores.
¡Forza Ferrari!
+info: LaGazzettadelloSport.it