Vía: Yahoo! Noticias
Cuando leí esta noticia, tuve varias sensaciones muy distintas. La primera reacción fue de tristeza. Imaginé lo fría e impersonal que debe de ser una estación de tren sin besos de despedida, ni lágrimas de adiós...
Seguidamente, y dejándome llevar por mi calenturienta imaginación, pensé en las consecuencias de: "... el aviso informa a los viajeros de que pueden dar rienda suelta a sus desahogos amorosos en el área de estacionamiento de la estación..." Y así, imaginé, unos aparcamientos dignos de Sodoma y Gomorra, repletos de "desahogos amorosos" y sólo aptos para mayores de dieciocho años.
Por último, hubo un detalle que me provocó un tremendo enfado. Una circunstancia que me hizo sentir una profunda y sincera indignación: como heterosexual, me consideré tratado de modo injusto y marginado por la prohibición.
Me explico: a poco que uno se fije el cartelito de marras, el de "no-kissing zone", notará que la prohibición de besar en la estación de Warrington Bank Quay es, sola y exclusivamente, para parejas heterosexuales. El cartel no prohíbe besarse a las parejas del mismo sexo.
¿Qué pasa con nosotros, los heterosexuales? ¿No tenemos nuestro corazoncito? ¿No necesitamos tener muestras de afecto con nuestra pareja? ¿Por qué esa injusta desigualdad de trato entre parejas heterosexuales y homosexuales? ¿Por qué se nos pretende marginar?
¡¡Vamos, hombre... por favor!!!!
Aviso: El aparcamiento es "zona hetero", que conste.
Foto 1: Yahoo! Noticias
Foto 2: Despedidas - Landahlauts