Señora de mediana edad, valenciana, dos licenciaturas, aparentemente culta. Actualmente residiendo en Andalucía por motivos laborales. Impartía una charla sobre Seguridad e Higiene Laboral en el ámbito del laboratorio.
En un momento dado, reproduciendo una conversación que había mantenido días atrás, imita exageradamente, y en tono jocoso, el acento andaluz. Instantes después, quizás considerando que ha "metido la pata", intenta justificarse:
- Que conste, que no tengo nada en contra de su forma de hablar (se refiere a la de los andaluces), al contrario, me resulta muy graciosa.
¡¡Plof!!
Silencio, un silencio extraño. Nadie respondió. Ella continuó la charla. Y, con su marcado acento valenciano, a continuación nos habló de la obligación de disponer en el laboratorio de una manta "inmufiga".
¡Qué graciosa la puñetera!
8 comentarios:
Cuando alguien no tiene nada en contra de un acento, o deje, nada en contra de los negros, nada en contra de un equipo de futbol, nada en contra de una comida regional, nada en contra de…. Es que lo tiene.
Yo no tengo nada en contra de las “graciosas” ni siquiera les deseo que en un incendio y se tengan que cubrir con una manta “inmufiga”
Saltos y brincos
jajajaja Casi se quema!!!
A veces no se parodia un acento, ni se hace burla del mismo, se juega con eso, nosotros lo hacemos muy a menudo entre amigos, antes era el francés el mas utilizado, ahora el alemán, por esas cosas de la Merkel la UE, aunque creo que el catalán se va a imponer de nuevo...jajaja
Salud
Yo tampoco tengo nada en contra de ellas, Ester. Y espero que busque esa manta inmufiga y se tape con ella, en caso de necesidad.
Genín:
Se quemó, porque la situación después de su comentario se notaba tensa, con un silencio extraño que ella percibió.
Y, claro que sí, se puede parodiar un acento, no te digo que no. Y se puede hacer sin que el parodiado sienta que se le está ridiculizando. Pero muchas veces estas cosas aparentemente simples sólo son síntoma de una verdadera xenofobia y de un menosprecio a los "distintos".
En el caso que nos ocupa ella no sólo hizo burla del acento. Además, para "arreglarlo", dijo que los andaluces "les parecemos graciosos".
Mi acento no es gracioso. Yo, tampco soy gracioso. Cualquiera que haya tratado a un granaíno se dará cuenta de que la mayoría no tenemos ni puñetera gracia. Claro que, si sus conocimientos de Andalucía y los andaluces se reducen a algún sainete de los Álvarez Quitero (muy respetables, por cierto) o a los chistes de la impresentable Paz Padilla... pues bueno, en su pecado tiene tiene la penitencia.
Muchas gracias a ambos por vuestros comentarios y opiniones. :)
Saludos.
Son estereotipos que son imposibles de domesticar.
El acento andaluz tiene esa peculiaridad, y desde siempre ha sido herramienta de trabajo para muchos humoristas repartidos por toda la geografía española.
Pero no nos engañemos, cuando toca el vasco, el aragonés o el gallego, tampoco se reprime nadie. En el humor lo identitario es tabla de salvación de mucho jornalero del chascarrillo en horas bajas.
;-)
Como celebro que no haya quedado clara mi ironía, y por eso crees que no tengo nada en contra de las “graciosas”
Antes no te lo he comentado, una foto de lo mas entrañable.
Saltos y brincos
Ha quedado clara, Ester. :)
F&D:
Cuando yo era niño era habitual que los "chistosos" (incluso los profesionales) tuvieran como protagonistas de sus chistes a "mariquitas", "gangosos"...
En algún momento dado se dieron cuenta de que no era muy correcto reírse de alguien por una diferencia. Quizás deberían de volver a intentarlo. :)
Hace muchos años asistí en Madrid a unas reuniones de la ONG donde trabajaba, reuniones que se acabaron para mí el día que presencié como los que estaban detrás hacían chistes e imitaban "graciosamente" al que hablaba, un andaluz como yo. Así que me levanté, les dije: ¡Idiotas! a los de detrás, me salí, dejé mi acreditación en la puerta y no volví más.
sera para darse a la fuga........en cuanto empiece con sus gracias............jajajajajaja
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