Jamás había pasado por su cabeza, ni un solo instante, que Kent le estuviera siendo infiel. Y menos aún, que lo hiciera con la insoportable arpía de Stacey.
Por eso, cuando aquel día volvió a casa antes de lo habitual, se sorprendió tanto al abrir la puerta del dormitorio. Allí estaban ellos, en su cama. Durante un largo instante, su mente se nubló y perdió la razón. Cuando la recobró, sus manos y ropas estaban ensangrentadas. A sus pies, Stacey y Kent, desnudos, yacían muertos en mitad de un enorme charco de sangre. Perdió los papeles, sí. Pero no la sonrisa. Esa, jamás.
Dicen los que presenciaron la ejecución, que esa sonrisa tampoco la abandonó en los instantes finales. Cuentan que su último deseo fue retocar, con exquisita parsimonia, el carmín de sus labios. Seguidamente los perfiló con precisión milimétrica. Una vez hubo acabado, el verdugo cubrió su carita con una bolsa de tela negra y ajustó los electrodos en su maquillada frente.
Y el alcaide dio la orden.
Por eso, cuando aquel día volvió a casa antes de lo habitual, se sorprendió tanto al abrir la puerta del dormitorio. Allí estaban ellos, en su cama. Durante un largo instante, su mente se nubló y perdió la razón. Cuando la recobró, sus manos y ropas estaban ensangrentadas. A sus pies, Stacey y Kent, desnudos, yacían muertos en mitad de un enorme charco de sangre. Perdió los papeles, sí. Pero no la sonrisa. Esa, jamás.
Dicen los que presenciaron la ejecución, que esa sonrisa tampoco la abandonó en los instantes finales. Cuentan que su último deseo fue retocar, con exquisita parsimonia, el carmín de sus labios. Seguidamente los perfiló con precisión milimétrica. Una vez hubo acabado, el verdugo cubrió su carita con una bolsa de tela negra y ajustó los electrodos en su maquillada frente.
Y el alcaide dio la orden.
16 comentarios:
Caramba con Nancy, nos resultó una asesina risueña!
Oye, que me ha gustado este relatito corto,tiene miga, enjundia, tiene... de todo un poco y además, carmín en los labios, que hoy en día es muy importante esto de mantener el tipo y la sonrisa hasta en los momentos más críticos y difíciles!
Pero bueno, no vayamos a matar a nadie...eh! (Aunque ganas nos dén!)
Muxus y buen finde largo!
¿Stacey y Kent muertos? ¿Barbie electrocutada?...
¡¡¡¿Y qué les pido yo ahora a los Reyes Magos?!!!
;-)
¡Ajá! Siempre hay más historias detrás del "y fueron felices uy comieron perdices".
¿Alguien sabe qué pasó con la bela durmiente y el príncipe? Nunca me gustó esa pareja... :P
Jejeje... que me gustan a mí estas cosas...
algunas cabezas de cutreactrices se me han pasado por la mente y las puse ahí, en la cabeza de barbie.
Esa es mi Barbi!! Estupenda hasta el final. No se esperaba menos de una muñecaza de ese tallaje.
Un saludo, muy buena la historia, un buen final.
jajajaja que puesta en escena, espero que devolvieses sana y salva la muñeca, besitos de viernes
Una gran historia de pasión y plástico :-)
Me has recordado a Catherine Turner en "Los Asesinatos de Mamá".
La Barbie tiene más motivos para sonreír. Un juez americano ha prohibido que se sigan fabricando Bratzs, por ser copia de la primera (aunque en bajita, cabezona y rebelde).
Saludos
Uys, sorry, apreté donde no debía y aparecí como Anónimo.
Me encanta, es genial, Que gozo de desturción de la muñeca sonrisa. Qué gracia el texto, la foto. cómo te superas colega. Simpleménte genial!!! Me he descojonado. Un abrazo.
Me gusta esta entrada. Espero poder venir de vez en cuando a visitar este blog, merece la pena.
Ja!!! Una Barbie heavy!!! Genial!!!!
Como siempre la he tenido mucha manía, la idea del achicharre me encanta.
Jajaja ¿de quien era la "modelo", de tu hija? La vas a traumatizar :D Me he reído un montón.
Ja ja, muy bueno Don Landa.
Ahora a por los Action Man
La foto no es mía!!! Las que son mías lo indico al final del post... esta es tomada de internet, pero no le encontré autor.
Bienvenidos/as a todos/as y gracias por vuestros comentarios!!
Fantástico, Landa. Ojalá se me hubiera ocurrido a mí.
Me encanta.
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