Las Mallas, El Chavo, Estrellita Castro y La Gioconda

La Gioconda y su enigmática sonrisa.

Probablemente, lo más lógico hoy sería comentar sobre la película Superman Returns, que para algo la estrenaron ayer y que la encuentras publicitada por todos lados.

Pero, la verdad es que a mi Superman no me simpatiza (como diría El Chavo del 8). Todavía Spiderman... sí, un poco más. Pero, de todos modos, un tío en mallas dando paseos por las cornisas de la ciudad... me parece poco serio.

Sinceramente, si yo viera a Superman o Spiderman encaramados a la cornisa de mi apartamento del Chrysler Building, como si fueran una vulgares palomas, ni super-héroes ni narices: les metía una denuncia en el juzgado que se les iba a quitar las ganas de andar curioseando en las cornisas ajenas.

Además, este Superman, sin ser gay (como dijeron antes de estrenar la película que probablemente sería) pero hay que reconocer que, al menos en los afiches aparece poco masculino: un rostro afeminado y para colmo un caracolillo sobre la frente al estilo de la franquista Estrellita Castro. Yo soy más clásico para los super-héroes. Por eso, ¿Superman Returns?, no gracias. Así que ayer sí, fui al cine, pero me metí a ver “El Código Da Vinci”, que a estas alturas la había visto todo el mundo, menos yo. Baste decir que en una ciudad pequeña como es Granada, hubo cines que el primer fin de semana vendieron más de seis mil entradas para esta película. Tenía mis reticencias por haber leído el libro. Siempre que lees el libro y ves la película sales cabreado. Reverte, por ejemplo, ha salido muy mal parado en sus películas. Con algunas de Stephen King pasa igual. La única película que recuerdo fiel completamente al libro fue “La Milla Verde” que curiosamente también protagonizaba Tom Hanks.

De El Código Da Vinci me atraían los protagonistas: Audrey Tautou (la muchacha francesa de dulces ojos que gustaba de hundir la mano en las legumbres en la película Amélie) y Tom Hanks, que es un pedazo de actor y del que lo último que he visto: Naufrago y La Terminal, me dejaron muy buen sabor de boca. Y ahí me tienes, en el cine. Iba con algo de abrigo: me conozco yo los cines estos, parecen que quieren demostrar la capacidad de sus aires acondiconados y del volumen de sus equipos de audio y sales helado de frío y con pitidos en los oidos. Me quité los zapatos en mi más pura y antisocial tradición, y, a ver El Código Da Vinci.

La verdad es que entretuvo. Tom Hanks, Audrey Toutou y Jean Reno trabajan bastante bien. La película lleva un ritmo bueno, no te aburres. Se pierden detalles que aparecen en la novela, pero sería difícil que no fuera así, ya que la novela pormenoriza al extremo algunas cosas que en el la película se tocan puntualmente en los flashback.

Pues eso, que si alguno no la habéis visto aún... que la veáis y os dejéis de tíos como castillos metídos en ridículas mallas.

Landahlauts, Presidente Fundador de la Liga Antisuperhéroes.