Paradojas: recién entrado el año 2009, en el Siglo XXI de nuestra era, mientras algunos países se comportan como si hubieran vuelto a la Edad de Piedra... yo he vuelto al siglo pasado, al Siglo XX.
Un condensador, un puñetero condensador de la placa base (el tercero, empezando por la derecha de los que hay junto al microprocesador), se hinchó hasta casi reventar. ¿El resultado? Mi ordenador... ha muerto. No llega la corriente alterna a su fuente de alimentación. Ni fluyen por sus circuitos integrados los ceros y unos del código binario. Ni la corriente continua llena de vida la placa base. Ni el mundo exterior penetra a través del modem...
Y yo me encuentro... desamparado, incomunicado, confundido, desubicado: las tarjetas de memoria de mi cámara están llenas, la batería de iPod vacía, mi correo se amontona sin leer en la bandeja de entrada, el Google Reader acumula cientos de artículos, noticias y blogs sin leer... Baste decir que he tenido que volver a escuchar la radio para enterarme de lo que pasa por el mundo...
Así que, mucho me temo que la miniexcavadora Kubota deberá esperar. Tendrá que ser sustituida por un ordenador de sobremesa. Espero que los Reyes Magos de Oriente hayan recibido a tiempo el Modelo RM003 (el impreso estándar normalizado de variación de pedido a Sus Majestades).
En este momento, esta es la situación: estoy usando un portátil "super-super" prestado (gracias Ángel) y buscando redes inalámbricas en las proximidades de los Hospitales del
Servicio Andaluz de Salud. Por cierto, un cero patatero para mis vecinos: esos cerdos egoístas y desconfiados que tiene la WiFi protegida con contraseña.
Disculpadme, pues, si no me prodigo demasiado por el mundo virtual, pero es que actualmente sólo vivo en el Mundo Real. Al menos hasta que pasen los días de fiesta y me decida...
Fotografía: Escher
Autor: Landahlauts