Crónica de urgencia de un 25 de Diciembre a las 4:13 A.M.
Estaba recién acostado, después de la cena de Nochebuena. Ya casi vencido por el sueño, un ruido extraño me ha hecho saltar de la cama... Instintivamente he buscado en la mesita de noche la "
Llama 380 automática" de 9 milímetros que me echaron los Reyes Magos el año pasado. He salido con ella al pasillo, descalzo, sin ropa, aún medio adormilado... de pronto una sombra se ha movido rápidamente entre los sillones del comedor y he disparado... una... dos... tres veces...
Ahora hay un tipo gordo, con un extraño atuendo rojo y blanco, desangrándose junto a mi árbol de Navidad, masculla algo entre dientes... y hay también un reno tembloroso junto al él, lamiendo su barba blanca...
Debería llamar al 091, pero no son horas: la casa se llenaría de policía, el juez vendría para el levantamiento del cadáver, luego los de la funeraria, me llevarían a comisaría a prestar declaración, la protectora de animales se personaría para retirar al reno, tendría que dar un montón de explicaciones convincentes y firmar muchos papeles... No, mejor dejarlo todo tal cual. Ir a la cama y... mañana será otro día. De todos modos no creo que este pobre gordo dure mucho.
El único inconveniente es que... "la sorpresa" que ahora hay debajo del árbol de Navidad no es la que mis hijos esperan encontrar cuando, esos dos diablillos, se despierten ilusionados al amanecer... Eso es seguro.
Nota: continúa aquí
Autor: Landahlauts