Una de esas mañanas de compras en el "Carrefú" y, cuando estás a punto de buscar una caja que te permita salir de allí lo antes posible.... ¡¡¡zas!!!
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WTF? |
Ves salir, del pasillo de los embutidos refrigerados, a unos tipos enfundados en unas extrañas túnicas, calzando una botas altas negra, con la Cruz de Santiago en el pecho (king size)....
.... y una cadena de ferretería alrededor de la cintura, de la que pende un rosario de madera.
Y piensas "¡joder, qué mal me ha sentado el desayuno esta mañana!" (disculpen ustedes la palabrota, pero es que yo soy muy mal hablado en la intimidad). Y te pellizcas...
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WTF? |
... y ves que son "de verdad", que la cajera los ve también y que el "segurata" tiene que aguantar la risa cuando los ve pasar "de aquesta guisa" y con su carrito de la compra.
Y volviendo a la casa, en el coche, iba dándole vueltas a la cabeza: "
No es tiempo de Carnaval, ni hay una feria medieval por aquí cerca... ¿serán una de esas congregaciones nuevas de la Iglesia Católica creadas para atraer jóvenes a los conventos y monasterios sin tener que importarlos de otras tierras?"
Y entonces recordé esas monjas tan molonas que vi una vez en Maracena. Sí, unas que iban
"muy chulas" (eso dijo mi hija) con su hábito de tela vaquera...
Así que ya en la casa procuré documentarme (porque no hay nada más feo que ser ignorante y además, no tener interés en arreglarlo). Y, ¡bendito Google!, supe que eran... asómbrense... ¡¡Templarios!!
Sí, de aquella orden fundamentalista que, al grito de "
Deus vult" (Dios lo quiere) batallaron en "
Tierra Santa" para "
devolver los Santos Lugares a la Cristiandad" en lo que llamaron Cruzadas. Y lo hicieron hasta que la Santa Madre Iglesia consideró que eran más una amenaza para Roma que unos tontos útiles a sus intereses. A partir de ahí declaró que los Templarios practicaban sacrilegio a la cruz, herejía, sodomía, y adoración de ídolos paganos. Acabaron siendo pasto de los métodos más convincentes de la Iglesia para arrancar una confesión o una vida (por ese orden). A la vez que se declaraba ilegal a la Orden. embargaban sus propiedades.
Pero, según parece, o no los quemaron a todos... o la Orden de los Templarios ha resurgido de sus cenizas (y no es una forma de hablar). Estos dos clientes del Carrefour son la prueba. También están por aquí, por Internet.
y parece que han cambiado poco...
¿Las monjitas jipis? De ellas también me informé. Son miembros ("miembras" que diría aquella) de una congregación católica llamada (no se me rían, respetemos) "Hermanitas del Cordero", que fue fundada en España (la Tierra de María Santísima, ya saben) en 2010. Su función es "la evangelización de los jóvenes".
Ya no quedan secretos para nosotros, ni en el Carrefour, ni en Maracena.