Una muñeca olvidada en el jardín de una casa abandonada. Cubierta por la hierba, casi enterrada entre la hojarasca.
Aquello más simple, los más cotidiano, lo que tenemos más cerca... es lo que más nos puede inquietar.
Yo sé que existo
porque tu me imaginas.
Soy alto porque tu me crees
alto, y limpio porque tú me miras
con buenos ojos,
con mirada limpia.
Tu pensamiento me hace
inteligente, y en tu sencilla
ternura, yo soy también sencillo
y bondadoso.
Pero si tú me olvidas
quedaré muerto sin que nadie
lo sepa. Verán viva
mi carne, pero será otro hombre
-oscuro, torpe, malo- el que la habita...
Muerte en el Olvido
Fotografía: Muerte
Autor: Landahlauts