La Tarasca (del francés Tarasque, y éste del topónimo de la localidad de Tarascon, en la región de Provenza-Alpes-Costa Azul, Francia) es una criatura mitológica cuyo origen se encuentra en una leyenda sobre Santa Marta.
Según cuenta la leyenda, esta criatura habitaba en Tarascón, Provenza, y devastaba el territorio por doquier. Se describe como una especie de dragón con seis cortas patas parecidas a las de un oso, un torso similar al de un buey con un caparazón de tortuga a su espalda y una escamosa cola que terminaba en el aguijón de un escorpión. Su cabeza era descrita como la de un león con orejas de caballo y una desagradable expresión.
El Rey de Tarascón había atacado sin éxito a La Tarasca con todas sus filas y su arsenal, pero Santa Marta encantó a la bestia con sus plegarias, y volvió a la ciudad con la bestia así domada. Los habitantes aterrorizados atacaron a la criatura al caer la noche, que murió allí mismo sin ofrecer resistencia. Entonces Santa Marta predicó un sermón a la gente y convirtió a muchos de ellos al cristianismo. Arrepentidos de dar muerte al domado monstruo, los habitantes cambiaron el nombre del pueblo a Tarascón.
Fuente: Wikipedia
En Granada se mantiene la tradición de la Tarasca, pero muy desdibujada: se llama Tarasca al maniquí que aparece sobre el dragón, sin que conserve referencia religiosa alguna. Desfila en la pública de las fiestas del Corpus de Granada (el miércoles previo y el jueves del Corpus Christi), pero formando parte de la "parte no religiosa", junto con los gigantes y cabezudos. Cada año se cambia el vestuario del maniquí de la Tarasca:
Este año desfiló con un vestido de los años treinta en tonos salmón inspirado en la ópera Ainadamar. Esta ópera será estrenada en breve en nuestra ciudad, dentro del Festival Internacional de Música y Danza. El traje forma parte de una escena de la referida ópera en la que Federico García Lorca encuentra a la actriz Margarita Xirgú, a la que propone encarnar a la heroína Mariana Pineda.
Fotografía -1-: Tarasca - 1931 - Luís Molina de Haro
Fotografía -2-: Tarasca (detalle) - 1931 - Luís Molina de Haro
Fotografía -3-: Gigantes, Maniquí y Tarasca (2010)
Fotografía -4-: Maniquí y Tarasca (2011)
Autor: Landahlauts
3 comentarios:
Hay que ver todo lo que aprendo contigo Landa, gracias ;)
Cuánto tiempo hacía que no veía al interesante bicho, y qué leyenda tan bonita. Quizás hasta sigan exponiendo las carocas en la plaza "Birrambla". Qué atacazo de nostalgia. La única procesión que me emociona es la del Corpus. Ante una custodia paseada con solemnidad por un suelo cubierto de plantas perfumadas casi nadie suele quedar indiferente, aunque tenga el corazón de espuma de poliuretano expandido.
"Arrepentidos de dar muerte al domado monstruo, los habitantes cambiaron el nombre del pueblo a Tarascón"
Pero siguieron con lo suyo, aunque fuera en forma de toro, de moro o lo que se terciase.
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