En condiciones normales, a estas alturas de año la producción tendría que estar situada en niveles máximos. Las cadenas de montaje y ensamblado deberían estar funcionando de día y de noche en tres turnos continuados de ocho horas cada uno, durante siete días a la semana. Los pedidos deberían de amontonarse, uno tras otro, en espera de ser preparados, facturados y enviados. Así sin parar, hasta finales de diciembre
Y, aunque las previsiones eran desde principios de año poco halagüeñas, por su cabeza jamás pudo pasar que llegaran a ser tan, tan negativas. Quizás por eso no ha reaccionado nada bien. Desde hace un mes, más o menos, Nicolás empezó a mostrar un caracter agrio, se negaba a levantarse de la cama por las mañanas, dormía hasta las dos de la tarde... y cuando hacía, dedicaba el tiempo a beber vodka hasta desfallecer. Pero lo peor estaba aún por llegar: hace tres semanas sus asesores le indicaron la conveniencia de no contratar personal eventual y deshacerse de buena parte de la plantilla: "al menos, un cincuenta por ciento" le dijeron. El día en que comunicó la reestructuración a Rodolfo, buen amigo (hasta entonces) y presidente del comité de empresa, se armó un follón terrible. Las voces se podían oir hasta en los almacenes, se faltaron al respeto y, hay quien dice, que llegaron a las manos. A raíz de aquello no ha sido raro verlo solo, deambulando borracho por la fábrica, cubierto de suciedad y apestando a vómitos y orines, mietras trataba de "mantener una conversación" de contenido filosófico con un descomunal oso de peluche.
Hace una semana su hija aprovechó el malestar reinante: tomó el poder del emporio y la dirección del Consejo de Administración. Entre las primeras medidas tomadas por el nuevo Consejo se encontraban la de confirmar a los sindicatos el Expediente de Regulación de Empleo y... el envío de un burofax. El destinatario de aquel burofax no era otro que su propio padre, el fundador de la compañía, en él se le informaba de que su vinculación laboral con la empresa cesaba de forma inmediata "por su bajo rendimiento, así como por las reiteradas e injustificadas faltas de asistencia al trabajo". Aseguraban que "su actitud negativa les había forzado a tomar la determinación irrevocable de despedirlo, no sin agradecerle los servicios prestados", y ofreciéndole un finiquito liquidación de 8.253'63 euros en concepto de indemnización máxima, a razón de 45 días por año trabajado, junto con 788'07 euros netos "en concepto de liquidación, saldo, finiquito y nómina".
Coincidiendo con el despido de Nicolás, Rodolfo pasaba a tener un cargo de confianza como adjunto a la gerencia: jamás volvería a verse dirigiendo su pequeño departamento, de siete subordinados, con los que atendía las labores de reparto por esos mundos de dios... Dasher pasaba a ocupar el puesto que, hasta este momento, había ostentado Rodolfo.
Hoy no lo habían visto durante todo el día. Nadie sabía de él y, lo que es peor, a nadie echaba de menos su ausencia, ni siquiera su esposa (se hacian conjeturas sobre una posible ruptura de la pareja, y así lo había publicado algún tabloide inglés). Y, esta tarde, uno de los vigilantes lo encontró en los bloques de pisos abandonados, esos que eran el hogar de muchos de los trabajadores despedidos y que ahora se encontraban deshabitados. "Hay un vagabundo aquí, en el bloque C. Está muerto, colgado de una cuerda"
A pesar del terrible suceso, el suicido de Nicolás, la actividad en la factoría no se ha visto seriamente afectada. Por parte del Consejo de Administración, se han mandado unas flores al tanatorio y un telegrama de pésame a la Sra. de Claus, ahora viuda de Claus. Su hija no ha querido hacer declaraciones, aunque fuentes cercanas a su secretaría particular aseguran que no será ella la persona designada por el consejo de administración para representar a la compañía en las honras fúnebres.
La actividad sigue en la gigantesca factoría de juguetes fundada por Santa Claus y situada en la Laponia Finlandesa. A pesar de la crisis y a pesar de la muerte del Sr. Claus....
Música recomendada: Santa Claus is Dead - Juliet Jonesin Sydän
Fotografía: Santa Claus è morto...
Autor: Landahaluts
15 comentarios:
Jo, por un momento creía que estabas hablando de Llongueras....
A todos nos afecta la crisis, hasta la ilusión nos van a quitar.
Pobres niños, cuando se enteren de esto verán la cruda realidad de la existencia.La loli.
Y yo con estos pelos!!!...
Me ha pasado como a la Bicuñada! ahora cuando he leido Roberto he pensado ! no van por aqui los tiros ¿o si?
Uf!...de terror.
Te ha quedado totalmente redondo, como el disco aquél de Fundador!
(Y perdón por la propaganda gratuita, no era mi intención!)
Qué crueldad, no?
Feliz finde o puente o... pero que sea feliz!
Muxus!
Nuestras más sinceras condoleezas.
The show must go on.
No será que acaba de enterarse de lo del Nobel? Pobre Alfred, si levantara la cabeza, su premio en manos de un racista,xenofobo,clasista y estupido engreido criollo peruano.La Academia deberia antes estudiar la vida del personaje y no solo su obra. Saludos
!Como te debes reir!!!aqui, a partir de tu historia cada uno ha dicho la suya!jajajajaja es surrealista!!!!De donde he sacado yo lo de Roberto? jajajajaaja.
Lo que he escrito era un "relato", y era fantasía, casi totalmente.
Todo surgió a partir de una fotografía que tomé hace meses de un Santa Claus (Nicolás) "ahorcado" en un balcón. Viéndola imaginé una historia que relacionara "el suicidio de Nicolás" con las malas previsiones navideñas en "su negocio" a causa de la crisis. Rodolfo (el presidente del comité de empresa) es el "reno principal" de Santa Claus y Dasher es el segundo en la "jerarquía renil".
Ayer leí la noticia sobre el peluquero, Llongueras, y ya... comencé a desvariar y mezclé una cosa con otra. Todo es ficción, aunque las cantidades suenen parecidas... y lo del burofax... lo de la hija que lo despide... Ignoro, eso sí, si Llongueras tiene problemas con la bebida... con lo cual ahí no hay relación alguna.
Espero que os haya gustado y divertido.
Saludos a todas y a todos, y gracias por vuestros comentarios.
ooooh...!!!
:)
pasa de todo en esa tienda, la gente se emborracha, se cuelga, se indemniza...
(no en este orden...)
:)
cariños Land, que se viene una de días largos y para salir con la cámara en alto...
Muy buen relato, que te confude entre realidad y fìcciòn. Coincido con otro de los comentarios. En los tiempos que corren, la màgia y la ilusiòn queda de lado.
Un abrazo!!
Qué mente más perversa la tuya.
Me ha gustado.
Hola Landahlauts.
Bueno, bueno esto es más fuerte que mi foto-denuncia del papa noel que lleva meses colgado de la ventana (por cierto sigue colgado pasando los meses de calor, frío, y ahora lluvias torrenciales)algunos han perdido el norte y no saben que los adornos se ponen por un tiempo determinado y luego se retiran... a ver si los consistorios van a tener que legislar también en esto!
Un abrazo.
Publicar un comentario