¡¡Que alguien llame al Lindo Gatito!!
"...I had a little bird
And its name was Enza
I opened the window
And in-flew-Enza..."
La influenza, o más exactamente la Gripe Española de 1918, dio la vuelta al mundo en cuatro meses, y acabó con más de 50 millones de vidas. En la India, el país más afectado, hubo 15 millones de muertos. En Estados Unidos murieron 675.000 personas por causa de la gripe española —más víctimas que en la Primera y la Segunda Guerras Mundiales, la guerra de Corea y la guerra de Vietnam juntas. Las compañías farmacéuticas trabajaban día y noche para producir una vacuna, pero el virus desapareció antes de que se pudiera siquiera aislarlo.
A pesar de su nombre, los investigadores creen que lo más probable es que la gripe española se originara en Estados Unidos. Uno de los primeros casos conocidos ocurrió el 11 de marzo de 1918, en la base militar Fort Riley, Kansas. Las condiciones de hacinamiento y falta de higiene crearon un caldo de cultivo fértil para el virus. En una semana habían ingresado al hospital del campo 522 hombres aquejados de la misma influenza grave. Poco después, el Ejército informó de otros brotes similares en Virginia, Carolina del Sur, Georgia, Florida, Alabama y California. Los buques de la Marina, anclados en los puertos de la costa este, también notificaron brotes de influenza y neumonía graves entre sus hombres.
En mayo de 1918, la gripe empezó a ceder en Estados Unidos. Pero el sufrimiento no acababa allí. Los soldados de Fort Riley, ya listos para la batalla, incubaron el virus durante su largo e incómodo viaje a Francia. Al pisar las playas francesas, el virus explotó y atacó con igual fuerza a las tropas aliadas y a las del Comando Central. Los estadounidenses caían enfermos con "fiebre de tres días" o "la muerte púrpura". Los franceses contraían "bronquitis purulenta". Los italianos sufrían la "fiebre de las moscas de arena". Los hospitales alemanes se llenaban de víctimas del Blitzkatarrh o "fiebre de Flandes".
Sea cual fuere el nombre que se le daba, el virus atacaba a todos por igual. Las autopsias mostraban pulmones endurecidos, rojos y llenos de líquido. Al observarlo al microscopio, el tejido de un pulmón enfermo revelaba que los alvéolos, las células de los pulmones que usualmente están llenas de aire, se hallaban tan saturadas de líquido que las víctimas morían ahogadas. La asfixia lenta empezaba cuando los pacientes presentaban un síntoma singular: manchas de color caoba en los pómulos. Luego de algunas horas, tenían un color negro azulado, que indicaba cianosis, o falta de oxígeno. Cuando se hacía el triaje de cientos de pacientes, las enfermeras solían verles los pies antes que nada. Los que ya tenían los pies negros se consideraban desahuciados y eran apartados para dejarlos morir.
Lo más desconcertante fue que este virus atacaba principalmente a adultos sanos y fuertes. La gripe española cambió todos los patrones.
La gripe española, llamada algunas veces la "dama española", recibió este nombre equivocado debido, en parte, a la censura de guerra. Tanto las fuerzas aliadas como las del Comando Central habían sufrido grandes pérdidas por causa de la gripe española, pero las partes en guerra restringían la información para que no llegara al enemigo, ya que podría utilizarla con provecho. Sin embargo, los periódicos españoles, que no estaban censurados, hablaban abiertamente de los millones de españoles que habían muerto durante los meses de mayo y junio de 1918 a causa de la gripe, y esta información llegó a todos los periódicos del mundo. España, ofendida por el poco halagador epíteto, acusó a Francia, diciendo que la enfermedad había venido de sus campos de batalla y había volado sobre los Pirineos, llevada por el viento. El nombre erróneo perduró hasta nuestros días.
Desde los campos de batalla de Europa, la epidemia evolucionó rápidamente hasta convertirse en pandemia; la enfermedad se propagó por el norte hasta Noruega, por el este hacia China, por el sudeste hasta la India y, por el sur, hasta Nueva Zelanda. Ni siquiera los habitantes de las islas permanecían inmunes. De polizón en buques y en portaaviones de la Marina, en navíos de la marina mercante y en trenes, el virus viajó hasta los rincones más alejados. En el verano de 1918, ya había asolado al Caribe, Filipinas y Hawai. La epidemia hizo estragos en Puerto Rico pero, asombrosamente, apenas tocó la zona del Canal de Panamá, la encrucijada del mundo en esa época. Se culpa al vapor "Harold Walker" de haber llevado la gripe a Tampico, México. En apenas cuatro meses, el virus había dado la vuelta al mundo y regresado a las playas de Estados Unidos.
La segunda y la tercera olas de la gripe española arremetieron contra Estados Unidos en los meses de invierno de 1918. En esta oportunidad, los civiles no permanecieron a salvo. Los pueblos indígenas del país, especialmente las tribus de Alaska, sufrieron enormemente. La gripe acabó con los habitantes de algunos pueblos de Alaska, mientras que otros perdieron la mayor parte de su población adulta. A los habitantes de las grandes ciudades también les fue mal. La ciudad de Nueva York enterró a 33.000 víctimas. Filadelfia perdió casi 13.000 personas en cuestión de semanas. En muchas ciudades, abrumadas por el número de cadáveres, se agotaron los ataúdes y algunos tuvieron que convertir los tranvías en coches fúnebres para satisfacer la demanda.
En algunos casos, los muertos se dejaban en la casa durante varios días. Las funerarias privadas estaban abrumadas, y algunas se aprovechaban de la situación subiendo los precios hasta un 600%. Se presentaron quejas de que los empleados de los cementerios cobraban 15 dólares por los entierros y hacían que los familiares mismos cavaran las tumbas para sus muertos.
La vida quedó en suspenso. En Boston, el gobierno cerró las escuelas públicas, los bares y otros espacios públicos. Los policías de Chicago tenían órdenes de detener a todo aquél que estornudara o tosiera en público.
Las enfermeras a domicilio a veces se encontraban con escenas parecidas a las de los años de la peste, del siglo XIV.... Una enfermera encontró al esposo muerto en la misma habitación donde yacía su esposa con mellizos recién nacidos. Habían transcurrido 24 horas desde la muerte y los nacimientos, y la esposa no había comido nada, excepto una manzana que por casualidad estaba al alcance de su mano.
En 1918, los investigadores médicos carecían de recursos para identificar el origen de la gripe, con lo cual era imposible el hallazgo de vacunas. Además, debido a que la penicilina no se descubrió hasta 1928, los pacientes que superaban la gripe perecían más tarde debido a las infecciones secundarias, con neumonía bacteriana.
El brote se extinguió antes de que se pudiera aislar y estudiar.
Vía: Perspectivas de Salud
La revista de la Organización
Panamericana de la Salud
Volumen 8, Número 3, 2003
9 comentarios:
entonces debiera llamarse gripe estadounidense...
conoces la antigua serie británica "Los de arriba y los de abajo"? "Upstairs, Downstairs"?
te lo pregunto porque recuerdo el episodio acerca de la llamada gripe espanola...
Un abrazo!
¿Y tiene esto algo que ver con la peste aviar? Lo escuché por ahí, y como he visto el pajarraco al principio.
A Marta:
Pues sí... pero encasquetaron el "bichito" a otros.
La recuerdo lejanamente. Tengo muy mala memoria y, como yo digo, si ahora mismo viera "Lo que el viento se llevó"... la vería como de estreno.
A Scemo y SDE:
Nooo, por Dios. Pero tú... siendo pollo... deberías de tener cuidado con esta y con la aviar. Parece ser que las aves tienen mucho que ver en las gripes y estas cosas, creo, más que nada como vehículos transmisores.
Excelente artículo Landah. La próxima pandemia (ya que no funcionó la de la gripe aviaria) se llamará la gripe musulmana, la gripe árabe o el virus terrorista. No se podrá estornudar en los aviones.
El texto a comentar que me tocó en selectividad fue precisamente sobre la epidemia de gripe de 1918! años ha!
El personaje verdolaga, a pesar de su gesto y actitud me resulta bastante simpático. Me recuerda a uno real que anda dando vueltas por estos rumbos.
La gripe española (H1N1) y la gripe aviar (H5N1) son una subcategoría del virus A de la gripe. La gripe española causó entre 1918 y 1920 la muerte de entre 20 y 100 millones de personas en todo el mundo. El nombre de gripe española se debe a que, como España no participó en la Segunda Guerra Mundial, la prensa del país era libre de dar información sobre los muertos y los enfermos.
P.D Cómo siempre el país mas democrático del mundo (Estados Unidos), ¡visca! su libertad periodística.
La cosina. Besos.
Lo mismo le pasó a la sífilis, que siempre era el mal de cualquiera, menos el propio. Es como esas marujas que tienen su casa como los chorros del oro y echan la basura al patio de luces de los vecinos.
Al Sr. Baldanders:
Quizás nos pongan un bozal u otra bolsa de plástico en la cabeza (como la de los líquidos) para evitar estornudos.
A Marisabel:
Mira por donde... he venido yo a recordarte la selectividad y los años mozos. :)
A Jorge:
Aquí se le llama Piolín. A mi me molestaba que el Lindo Gatito siempre perdía. Se ve que tengo mentalidad de perdedor y siempre simpatizo con el que pierde.
A La Cosina:
Me aclara eso de la cepa común de la española y la aviar. No lo tenía muy claro del todo.
Petons.
A Sintagma in Blue:
La sífilis además... al ser una enfermedad "vergonzante" con mayor motivo. Siglos se tiró Europa entera sufriendo la sífilis... en silencio... como aquello que sabéis.
Sintagma: tu blog... me tiene alucinado. :)
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