El viernes fui a ver a Gabino Diego. Al teatro, no me malinterpretéis. Iba, con curiosidad. No es un actor que me guste o disguste especialmente. Me llama la atención en él su eterna cara de niño. Le recuerdo buenas interpretaciones: en "Ay, Carmela" transmitía bondad e inocencia. En Torrente 2, en su papel de yonqui colgado, me mondaba de risa cuando decía aquello de "Torrente, Torrente: Franco ha muerto" (resultaba más cómico que Arias Navarro). Pero el viernes... no me enganchó. Empezó mal, la verdad. Empezó haciendo un chascarrillo en el que imitaba el habla andaluza. ¡Uf!. Yo eso lo llevo muy mal. Me gustaría pensar que no me condicionó eso. No lo sé. Quizás fue debido a que la obra estaba estructurada de modo parecido a "El Cub de la Comedia" de Paramount Comedy: un soliloquio de múltiples gracias más o menos afortunadas e hilvanadas por el hilo argumental de lo que ha sido su carrera como actor. Pero, es “clubdelacomedia”. Y yo eso lo veo ya demasiado explotado. Y reconozco que actuó bien, cantó bien, recitó estupendamente, pero no me enganchó. La chica que tuve sentada en la butaca contigua, que debía ser una incondicional de Gabino o su hermana, y a la que no le llegué a ver la cara, se partía de risa. Me pareció notar que en un instante determinado en el que ella se mondaba de risa, me miró de reojo. Debió de pensar que estaba muerto, no me había oido reir en toda la representación.
Quizás tuve un mal día. Quizás fue que no me quité los zapatos: esa costumbre tan poco civilizada que tengo cuando voy al teatro, y que me hace sentir como en casa. No me los quité, y no estuve cómodo. Quizás fue la mofa del habla andaluza… Y lo pagó Gabino. Oye, Gabino, perdona. Otro día lo intentamos de nuevo pero sin zapatos, ¿vale?
Nota: De todos modos, lo de ser actor/atriz tiene su miga: un montón de años preparándote y trabajando en películas y teatro. Y luego llega un capullo, que no tiene ni idea de interpretación... y se pone a criticarte a las dos de la mañana. Manda huevos.
3 comentarios:
Pero el pobre, siempre hace papeles de gili pollas.
Menos mal que nunca he ido contigo al teatro. Que cochino.
Hovensito:
Cuando encasillan a un actor... mal asunto
Anónimo:
¿Quién coño eres?
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