Este post os lo escribo con prisa. Ha surgido un contratiempo.
Hace un momento, de madrugada, unos policías llamaron a mi puerta. Me enseñaron una orden de detención a mi nombre dictada por un juez. Parece ser que se trata de algo relacionado con unas urbanizaciones que estaba construyendo mi amigo lituano, Kiedis, en Marbella y en el Levante.
Kiedis me pidió, como un favor personal, que le ayudara con unos trámites en el Ayuntamiento de Marbella. Unos trámites burocráticos sin importancia, él no se desenvolvía bien por el tema del idioma. Pero... todo era legal, os lo aseguro.
Parece ser que también tiene algo que ver con una chica de Malaysia, yo no he conocido nunca a una malaya, pero supongo que lo podré aclarar delante del juez. El caso es que ahora, por aquello, tengo unos policías esperándome para ir no sé muy bien donde.
De momento estoy preparando una bolsa con mis cosas de aseo, unas mudas y un chandal (¿sera poco?, a mi esto de las maletas siempre me ha resultado difícil). ¿Y bañador? no sé que bañador echar. Supongo que habrá piscina en el sitio donde voy... no podría estar sin piscina en estos días. Aunque uno de los policías se ha reído a carcajadas cuando me ha visto llevarme la crema de protección solar.
En fin, no sé como quedará esto. ¡Qué contrariedad, un rato antes de irnos de vacaciones!
Si tuviera portátil me lo llevaría, seguro que donde voy hay WI-FI. No sé si estos señores querrían que pasaramos antes por casa de mi cuñado y pedirle su portátil... aunque es un poco tarde, me da corte de llamarlo, sobre todo porque mañana madruga para ir a trabajar.
Al entrar a preparar una bolsa de viaje con mis cosas, he visto mi ordenador, no he podido aguantar y me he puesto a escribir rápidamente lo que está sucediendo, para que lo sepáis.
Volveré, no sé cuando, pero volveré. Y, os lo juro, ¡¡¡SOY INOCENTE!!!
Llaman a la puerta, creo que es uno de los policías, os tengo que dejar...