Quedaron atrás los tiempos de las tarjetas de crédito "oro o platino" a destajo. Esas que te ofrecía una atractiva señorita en los hipermercados, mostrándote como ventaja su "pequeño interés del 2% mensual", pero que escondían en la letra pequeña cuotas de mantenimiento de más de cien euros al año y un TAE del 24%. Quedan atrás y, parece que volvemos a los orígenes:
El trueque regresa, desde la noche de los tiempos. No hacen falta billetes de 500 euros, ni IVA, ni préstamos consumo que avale tu cuñado o te apruebe el banco... no.
Tan simple como: tú me das "tres burriquillos" (sic) y yo te doy el Peugeot.
¿Alguién interesado?
Fotografía: Trueque
Autor: Landahlauts