Mi hijo, de once años, sujeta en la mano un lazo rojo, de los que se usan para decorar regalos. Lo mira asombrado y exclama:
"¡¡Qué manillas tienen los chinos para hacer esto tan, tan chico!!
Pim, pim, pim... y hecho.
Ahora lo cascas, Suecia."
Textual.
Al final, el boom económico de China, va a ser cuestión de manos más o menos grandes...