«Aquí yace un famoso cardenal que hizo mucho bien y mucho mal; pero el bien lo hizo siempre mal y el mal lo hizo siempre bien.»
Cuentan las crónicas que, una vez muerto Richelieu, corrió por París este epitafio que, por supuesto, nunca se puso en su tumba. El cardenal Richelieu (1585-1642) fue secretario de la Reina de Austria, esposa de Luis XIII de Francia y luego valido del Rey.
Ojalá cuando nos vayamos, dejemos buen recuerdo.