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martes, diciembre 18

Y el tiempo se acaba

El fin del tiempo
y el tiempo se acaba

Aseguran por ahí que el mundo acabará el próximo día 21 de Diciembre. ¡Un viernes!. Basan el pronóstico en la interpretación actualizada de una antigua predicción maya. Terremotos catastróficos, un asteroide chocando contra el planeta, grandes tormentas, extraterrestres aterrizando en masa... según parece el día será de lo más completo.

Durante mi infancia, en plena Guerra Fría, la amenaza de un holocausto nuclear fue algo con lo que  aprendimos a convivir. Los niños de mi generación crecimos con el convencimiento de que un gigantesco hongo nuclear sería la última luz que cegaría nuestras tiernas retinas, antes de morir abrasados por la radiación. Y no era una predicción con la comodidad de las de hoy en día, donde se afina en un día y hora concretos: aquello podía ocurrir en cualquier momento. Sin ningún tipo de concreción. Pero no pasó nada.

Quizás por eso soy muy escéptico y no creo en "fines del mundo" con preaviso. Otra cosa es que, dada mi tendencia a procrastinación, esta patochada me esté sirviendo como escusa para evitar las odiosas compras de Navidad y Reyes. La idea es: "¿si vamos a morir... para que perder el tiempo que nos queda con el carrito de un supermercado o envolviendo regalos?". Un argumento sólido que, hasta ahora, de hecho, me está funcionando.

La memoria es frágil y ya lo hemos olvidado pero, esta no es la primera vez en que algún visionario augura el fin del mundo. Y no crean que siempre son ideas lanzadas por iluminados empachados en religión o en "conocimientos" sobre antiguas profecías. No. Recuerden aquella hecatombe cibernética que nos auguraron para el año dos mil. La llamaron "El Efecto 2000" y hasta nuestros gobiernos (ejemplos de prudencia y sangre fría) se la tomaron en serio. Hasta la hemeroteca de "La Arbonaida" recoge anteriores "fines del mundo", concretamente uno para el 12 de septiembre de 2006.

Pero, quizás la conocida fue otra que se lanzó para aquel mismo año, el año 2000. Nostradamus había predicho que "en el año 1999, séptimo mes, del Cielo vendrá un gran Rey de Terror". El diseñador vasco Francisco Rabaneda Cuervo (más conocido como "Paco Rabanne") era un gran conocedor de la obra de Nostradamus. Y, después de estudiarlo mucho (o eso dijo él) fue más concreto: "la estación orbital rusa Mir caería en pedazos el 11 de agosto sobre París y varias ciudades del sudoeste del país". A Paco Rabanne aquello le turbó tanto que anunció oficialmente que dejaba su empresa y el diseño: a partir de aquel momento se dedicaría a esperar tranquilamente el fin del mundo (todo lo tranquilamente que pudiera ser, que estas cosas siempre siembran algo de inquietud).

Hoy, doce años después, aún se escuchan las carcajadas en París cuando lo ven pasar...

En todo caso, relájense y disfruten. Y, no es por alarmar, pero estoy seguro de que ¡¡vamos a morir!!

Eso sí, ignoro cuando. No puedo concretar más.

martes, julio 18

Arrepentíos y predicad


He leído en ABC Color (Paraguay) que la secta apocalíptica "Casa de Jehová" de Kenia ha comenzado a vender sus pertenencias preparándose para el Armagedón. Según la biblia que tiene este grupo, el apocalípsis será para el 12 de septiembre. El final del mundo comenzará el día en que Estados Unidos actúe para proteger a Israel, provocando una guerra mundial que incluirá a las potencias nucleares como China, Corea del Norte, Irán, India y Pakistán, al igual que Sudán. Habrá un invierno nuclear que causará la muerte de todos los no creyentes. Sólo "los elegidos" se salvarán gracias a un enorme búnker de lodo que están construyendo en Kinangop, a unos 80 kilómetros al noroeste de Nairobi.

Y, aquí me tenéis, pensando en hacer las maletas para las vacaciones de verano, con el hotel ya pagado y todo, sin haber recibido la devolución del IRPF aún... y llegan estos y nos dicen que tenemos los días contados.

Bueno, lo de los días contados, lo sabíamos. Lo que no sabíamos era que la el final de la cuenta atrás estuviera tan cerca.

Y...¿qué hago yo ahora?. ¿Anulo las vacaciones y nos vamos a construir un búnker de barro en Kenia? ¿Saco las perras del ING Direct?.

Estaría bien si sirviera para algo, seríamos de "los elegidos", pero... ¿y si no pasa nada? ¿Qué cuento yo cuando me pregunten, a finales de septiembre, que dónde he estado de vacaciones este verano? No podría decirles que "en Kenia haciendo un búnker para salvarme del invierno nuclear y del armagedón", se reirían de mi como se rieron de Paco Rabanne. Con la diferencia de que yo no soy Paco Rabanne y no tendrían que contener tanto las carcajadas.

No somos nadie... y pensar que el Apocalipsis era una de mis lecturas favoritas de niño...