Instantánea de un ocho de Junio de 2010:
- Unos sindicatos aborregados: recuerdan a esos mastines que duermen plácidamente a los pies de su amo. Y que, cuando ladran, lo hacen mansamente, sin interés y a destiempo.
- Una huelga en la función pública que acrecentará la percepción del funcionario (entre los demás trabajadores y los desempleados) del funcionario como un privilegiado insolidario que vive en un mundo aparte. Aunque en el fondo... sólo sea "tuerto en el país de los ciegos" ,
- Más de cuatro millones de parados que se sienten, en el mejor de los casos, como una estadística vacía. Y, en otros, como un ariete en manos de la oposición o un grano incómodo en el culo del gobierno.
- Una economía real sostenida exclusivamente por el consumo desaforado: consume, trabaja, endéudate para seguir consumiendo... en una especie de estafa piramidal.
- Un tejido productivo incapaz de crear riqueza, de exportar, de adaptarse al mercado, de crecer, de ser competitivo y de crear empleo.
- Unos conciudadanos que, en gran parte, están más preocupados por el Mundial de Suráfrica o las últimas novedades de Apple que por la situación económica.
El Paraíso en el Sur de Europa, vaya.
Claro que es sólo una opinión personal y,
ya se sabe....