Mostrando entradas con la etiqueta aylan kurdi. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta aylan kurdi. Mostrar todas las entradas

jueves, septiembre 3

La playa

Jugando en la playa

Aylan Kurdi tenía tres años, y su hermano Galip, cinco. Eran sirios, kurdos probablemente, por su apellido. Ayer aparecieron muertos en una playa de Bodrum, un pueblo turístico de Turquía con gran vida nocturna, donde cada año cientos de miles de europeos disfrutan de sus costas.

Aylan y Galip Kurdi huían de la guerra y del horror, huían de una muerte segura. No buscaban "el sueño europeo", no buscaban un futuro mejor. Buscaban un futuro. Y con otras personas se montaron en un bote hinchable y huyeron de Siria, rumbo a Europa. Y no llegaron con vida.

Ayer vimos la fotografía de Aylan Kurdi, muerto, en la playa. En una turística playa turca, bañada por nuestro Mar Mediterráneo. El mar del que yo mismo disfrutaba hace menos de una semana, donde montones de niños andaluces jugaban con sus colchonetas hinchables, con sus zambullidas con sus risas...

Ver esa foto fue como recibir una fría hostia de realidad en la cara.

Nada cambiará. Nuestros países, por acción u omisión seguirán siendo responsables de esa guerra, de esa injusticia. Nosotros seguiremos cerrando nuestros ojos ante esas muertes: ya sean provocadas por una huida de la violencia o de la pobreza. Continuarán amontonándose los cadáveres de personas anónimas al otro lado de nuestra muralla europea.

Pero, algún día, esa muralla caerá. Y entrarán: no hay barreras infranqueables a la desesperación y a la miseria. Y no tendremos argumentos para explicarles cómo pudimos ser tan insensibles y cínicos ante su tragedia. Y ante tantas tragedias.

Pero os aseguro que, a partir de ahora, me costará disfrutar de ese mar sin acordarme de tantos Aylan, de tantos Galip, de tantos...